Domingo 26 de Enero del año 2020
Habitación 512
Su corazón palpitaba emocionado, sus ojos veían frenéticamente el reloj esperando que por fin diera la hora anunciada, aunque sabía que quedaban por lo menos cuatro horas para eso. Todo su cuerpo se mantenía en movimiento esperando que aquel hombre que tanto le había agradado, entrara con su madre para poder irse. Por que si, a Lee Yongbok le habían dado de alta ese día, pero debía esperar a que fueran las 15:40 de la tarde.
Sintiéndose tan feliz, el pequeño aún tenía un sentimiento nuevo en el organismo, sentía que algo andaba mal, se sentía incompleto por alguna extraña razón. Había estado un poco desanimado últimamente, eso ya lo sabían todos, y de alguna manera aún sentía ese vacío interior que le gritaba que algo no estaba bien, o que simplemente lo que conocía como normal, no lo era. Tenía un sabor amargo en la boca, pero quería con tantas ansias salir de aquel lugar, que decidió ignorar el sentimiento negativo hasta poder salir de ese lugar. No quería preocupar al doctor Namjoon que tanto lo había ayudado, no quería ver a su madre triste por su culpa, por lo que optó por lo más eficiente; fingir que todo andaba bien con él.
Cuando vio que ya no había nadie por el pasillo, tomó fuerzas y se sentó en la cama para posteriormente mover el cuerpo y sentarse en la silla de ruedas que descansaba a un lado de su cama. No la necesitaba, claro que no, pero el doctor Kim insistía en que sería mejor que se sentara allí para no presionar se a hacer algún movimiento brusco o innecesario, por lo que el joven Lee, lo consideró un buen argumento y accedió.
Ahora con sus manos, condujo aquella cómoda silla hacia el ventanal que daba vista a la ciudad. Ah, aquel sucio lugar del que siempre quiso escapar. Ahora se veía realmente hermosa, con la reciente luz solar golpeando cada ventanal de cada gran edificio, con el viento soplando cada desolada hoja de cada árbol. Sorprendentemente no era el lugar que desearía recordar, aquel en donde sufrió tantas veces por culpa de caminar con su novio de la mano por el parque, ahora recordaba un lugar completamente distinto; ahora veía y recordaba el lugar en donde comía helado con su madre, el lugar en donde paseaba con Chan a conocer nuevos lugares de práctica para sus ensayos, etcétera.
Y eso lo mantenía inquieto, sabiendo que algo andaba mal, se le hacía imposible no pensar en que algo no concordaba.
Tanto tiempo había pasado mirando la ventana, que no se dio cuenta de la persona que se mantenía a sus espaldas mirándolo desde hace ya unos minutos.
ㅡFélix, es hora ㅡsonríe esa bella mujer que sabía que le mentía a su hijo, pero con el dolor de su alma sabía que era lo correcto.
El chiquillo se giró a mirar a su madre, le sorprendió que esta haya llegado unas horas antes, pero no quiso preguntar nada debido a los pensamientos inquietos de querer ver a sus amigos lejos de ese hospital.
ㅡEl doctor Namjoon no ha podido venir a despedirse, pero me pidió que te dijera que le alegra haberte tratado en todo este tiempo ㅡHabló la mujer empujando la silla a un lado de la puerta para poder tomar el simple bolso que llevaba la ropa de su hijo. ㅡTambién ha dicho que le gustaría volver a verte ㅡComentó nuevamente al no recibir respuestaㅡ Pero no en una camilla ㅡSe atrevió a bromear para ver reacción del pecoso, pero nada. El chico ni siquiera la había saludado y se mantenía mirando al frente mientras veía pasar las habitaciones de pacientes que nunca pudo conocer.
La mujer se rindió y se permitió suspirar pesadamente pensando que quizás su hijo se hallaba cansado como para poner atención a sus intentos por generar una conversación.
Subieron al elevador vacío y esperaron pacientemente a que este bajara los tres pisos que hace un año Félix no subía.
Mientras las puertas se abrían en el piso menor, el chico de pecas se mantuvo mirando el piso. Pudo ver unos zapatos de marca, pero no les dio importancia. Se le hacía más relevante jugar con sus manos y pensar en a quién abrazaría primero de sus amigos.
El pobre no se dio cuenta del hombre que lo analizaba con sorpresa, ni de las miradas asesinas que le daba su madre a dicho hombre. Mucho menos se dio cuenta de las rozas que se ocultaban detrás de su espalda.
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Oᴠᴇʀ ᴀɢᴀɪɴ
Фанфикㅡ"Doctor, ¿como están Félix y Changbin?" • . • . • . • . • . • . • . •[Fluff triste]• •[Historia original]• •[Inspirada en la canción Over and Over Again]•