Terminé de entregar el recado a todos los jefes de área, tal y como me lo había pedido Jong Woon. Regresé a mi lugar de trabajo, me senté en mi silla, y solté un suspiro algo cansado de andar de aquí para allá.
- ¿Será que Jong Woon no me necesitó en el tiempo que estuve fuera de mi área?- me cuestioné, nunca había tenido un empleo así, por ende, no sabía si tenía que ir a ver si mi jefe necesitaba algo, pero si fuese así, él ya me hubiera dicho si necesitaba de mi.
Me limité a pensar más, recargué mi codo sobre la mesa frente a mi, y sobre mi mano, mi barbilla, sosteniendo mi rostro, aburrido. La puerta a mi lado me sacó de mi trance, giré mi rostro, para ver al pelinegro caminar fuera de su oficina.
- Si alguien viene, di que estoy en una junta importante, no me molesten- hizo énfasis en esta última parte, Ante esto yo simplemente, asentí. Me seguía sorprendiendo lo frío y simple que podía ser para dar órdenes, ¿era así con todos?. Lo vi marcharse, mientras arreglaba su traje negro, entró al elevador, el cual, estaba relativamente frente a mi. Una vez dentro, vi su mirada sobre mi, con una expresión seria, tanto, que me hizo estremecer. No pude evitar dejar de mirarlo hasta que las puertas del elevador se cerraran, me quedé quieto después de su partida... esa mirada, era diferente, sin expresión, pero tan profunda...
sacudí levemente mi cabeza, baje mi mirada a mi escritorio, tratando de no pensar más en aquella mirada... esa mirada.
Decidí revisar mi celular, tenía mensajes de mi madre, así que comencé hablar con ella, no tenía nada más que hacer. Casi sin darme cuenta, ya habían pasado dos horas desde que Jong Woo se fue, y no era que me importara, pero también habían pasado dos horas de no hacer absolutamente nada. Me levanté de mi siento, y caminé hasta el elevador para bajar y buscar un poco de agua, o en su defecto, un café. Entré al elevador, el cual estaba solo, bajé hasta el primer piso, salí y busqué con la mirada un dispensador de agua.
Una vez encontrado, para mi suerte sí había café, sonreí, y me hice un café... una voz femenina sonó en mis oídos, voltee, y sonreí al ver a Jung Eun Bi.
- ¿Qué tal tu día, Wook?- sonrió dulcemente, recargándose en la mesa donde estaba preparando mi café. - Va bien- contesté única mente sonriendo levemente. -Bueno... es algo aburrido sabes- bebí un poco de mi café ya listo, girando mi cuerpo para quedar frente a ella. - Así puede ser al principio. pero quizá después encuentres una diversión trabajando con él...- sonrió ladina. Me quedé analizando un poco sus palabras, hasta entender lo que quiso decir. -¿¡Qué dices!?- me sorprendí un poco de lo que había dicho, ¿por qué dijo eso?. Ella sólo rió un poco, palmeó suavemente mi espalda, y se fue caminando a su lugar de trabajo. ¿Y si se rió por qué quizá yo entendí mal?. Me quedé confundido.
Caminé de regreso al elevador, entré y pulsé el número de piso de la oficina del pelinegro. Iba bebiendo mi café muy tranquilo, pero mi tranquilidad se terminó en cuanto se abrieron las puertas del elevador. Para mi sorpresa, el más alto estaba recargado sobre mi escritorio, cruzado de brazos, observándome... pero esta vez era una mirada diferente, esa mirada ya no me gustó...
Salí del elevador, y antes de que pudiera acercarme a él y ver qué sucedía, habló primero. - ¿Dónde estabas Ryeowook?- solo me había desaparecido casi cinco minutos, y ya estaba reclamándome, ¿qué clase de broma es esta?. - Lo siento, yo, fui por un café...- me encogí de hombros, creo que eso a él no le gustó.
- Sabes que trabajas para mi, ¿no?, tienes que estar atento por si necesito algo, ¡ese! es tu trabajo.- el hombre de los énfasis, me limité a decir algo, aunque realmente estaba molesto, quizá sí había fallado en cuanto a mis responsabilidades, pero no tenía porqué tratarme así. -Sé cuál es mi trabajo, pero usted no estaba, y yo quería algo de beber...- esa era una respuesta acertada, ¿no?, aunque a estas alturas ya no sabía que respuesta o reacción esperara de él.
Se levantó de su cómodo asiento sobre mi escritorio, y caminó hacia mi, con las manos en sus bolsillos, mirándome fijamente. - ¿Wook, qué hiciste?- pensé mientras lo observaba caminando hasta quedar frente a mi. Tomé mi vaso con mi café algo fuerte, en realidad, estaba algo nervioso, ese semblante suyo me hacía querer apartar mi mirada ¿avergonzado?. Sacó las manos de su bolsillo, acercó una de sus manos a mi... tomó mi vaso de café y lo observó. - Tráeme un café- dijo en su tono de voz ronca, devolvió mi vaso a mis manos, dio media vuelta y entró a su oficina.
-¿Qué fue eso?...- susurré para mí. Miré mi café, y caminé con un rostro de confusión hacia el elevador de nuevo. No sé que estaba pasando.
La junta había sido agotadora, dos horas hablando de lo mismo con un conjunto de idiotas que se toman todo a la ligera, había hecho que mi cabeza doliera, necesitaba un café, después de salir de la junta, caminé hacia mi oficina, en cuanto llegara, iba a decirle a Ryeowook que me trajera un café. subí por elevador, pero cual fue mi sorpresa, el castaño no estaba en su lugar de trabajo. - ¿A dónde fue ese niño?- me pregunté a mí mismo algo irritado. Me quedé esperado por algunos cinco minutos a que volviera... y más valía que tuviera una explicación valida, de lo contrario, le iría muy mal.
El elevador de abrió, y trajo consigo a Ryeowook, el cual se veía algo confundido y asustado. Después de saber dónde estaba, y de su respuesta, debo admitir que me quedé confundido. Normalmente, la gente suele temerme, por eso no trato ni de ser amables con ellos, siempre es lo mismo... pero con él fue diferente... se podría decir que me veía como alguien... normal.
Decidí que era mejor no comportarme tan mal con él en ese momento... dudo que haya tenido caso, no parecía tan asustado de mí. Simplemente pedí mi café, y me dirigí a mi oficina...
Al cerrar la puerta detrás de mi, pensé un poco en lo que acababa de suceder... por primera vez, alguien no me temía, no me trataba diferente por ser alguien duro. Sonreí levemente de lado, saber que alguien me veía como alguien normal... me alegraba. Creo que después de todo, quizá no haya sido tan malo contratarlo.
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El chico del café. //Yewook//
RomanceComo cada mañana, me dirigía hacia mi cafetería preferida, para disfrutar de un delicioso café antes de ir al trabajo. Pero hoy algo es diferente, hoy el destino ha hecho de las suyas, todo depende de ti, ¿qué harás?, ¿Una buena acción que cambiará...