NUESTRA NOCHE

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Continuación...

Me encuentro vomitando todo lo que comí en el día, pero noto que este no es el baño de mi cuarto, es el de PT.

-Tomate esto, dicen que esto ayuda a evitar el dolor de cabeza del otro día.

Bajo el agua y la tapa del retrete para sentarme en el y recibo el vaso.

-¿Cómo llegue aquí?

-Me llamaste cuando estabas en el taxi, diciéndome una que otra cosa, y te dije que no colgaras hasta que llegaras a el hotel para yo recogerte.

-Oh. Y... ¿qué cosas te dije? -pregunté mirando el vaso que se encontraba sobre mis piernas.

-Cosas lindas, y cosas no tan lindas. - se agacho quedando casi a mi misma altura, tomó el vaso y lo dejo sobre la mesa del lavamanos, para poner sus brazos donde se encontraba el objeto. - ¿cómo es que te fuiste a bailar y tomaste alcohol con tú exnovio? Lo supe porque me lo comentaste.

-Y... ¿eso te enoja? -levante mi mirada.

-Me puse celoso, no lo negaré. Pero... me alegro de que hayas sido honesta conmigo. Además, sabes que por mi cultura no es normal ver chicas salir con chicos y tomar alcohol, y más si esos chicos eran algo.

Empujo un poco su cuerpo, para que me deje colocar de pie. Acto seguido el hace lo mismo, quedando en medio de la puerta del baño y yo.

-¿Será que puedo salir? – empujo un poco su pecho pero fue algo erróneo, no se movió ni un milímetro, para ese momento ya me encontraba bien, el vómito y la bebida que me había dado fueron de una ayuda extremadamente grande.

Sin decir nada, sus manos ahuecan mi rostro y noto como el de él se va acercando hasta que sus labios chocan con los míos, creando un beso ansioso, mi cuerpo comienza a responder de forma inercial y mis brazos suben hasta sus hombros rodeando su cuello.

Sus manos bajan lentamente a mi cintura y me levanta sutilmente, dejándome sentada sobre la mesa donde se encuentra el vaso, doy gracias a Dios de que el vaso fuera de plástico, ya que cae al suelo.

Se aleja un poco de mi rostro y sonríe un de medio lado. Se acerca de nuevo y esta vez el beso es más apasionado, por instinto abro la boca dando paso a su lengua y es el momento en que pierdo el control.

Mis manos toman su camisa en la parte baja y tiran de ella para quitarla. Sus labios bajan hasta mi cuello y en respuesta un sonido involuntario escapa de mis labios. Abro mis piernas para que el pueda acomodarse entre ellas y estar más cerca de él.

Al notar que desea alzarme enrollo mis piernas en su torso, para facilitar la movilidad. Continúa besándome el cuello hasta que llegamos frente a la cama, dejándome sobre ella. Se detiene un momento para observarme.

-Me encantas. – habla.

Para facilitar el proceso me deshago rápidamente del vestido que llevaba puesto, quedando en ropa interior frente a él. No me siento expuesta a él, al contrario, me siento segura y cómoda.

Noto que, como yo, se deshace del pantalón y me jala del brazo para quedar frente a el de pie. Y sin avisar planta de nuevo sus labios sobre los míos con un beso arrollador. Sus manos comienzan a bajar lentamente hasta mi brasier y se deshace de esa prenda estorbosa.

Sus labios pasan de mi boca, a mi mandíbula, a mi cuello, clavículas, hombros... hasta el comienzo de mis senos. Haciendo que mi espalda se arquee en su dirección, en ese momento escucho un sonido ronco salir de su boca.

Se aparta de mí, se coloca detrás y con sus manos sobre mi cintura me guía de nuevo hasta la cama. Me acuesto sobre ella y apoya sus manos a cada lado de mi cabeza, para no ser un peso sobre mí. Y como si algo en mi me dijera hazlo. Baje mis manos hasta su miembro y lo frote un poco sobre la tela, a la vez que lo seguía besando y mordiendo un poco sus labios.

Sus manos pasan a estar sobre mis pechos, mi abdomen y llegan hasta el elástico de la prenda que protege mi intimidad y lo desliza fuera de mí. Y como si me hubiera escuchado sus dedos comienzan a frotar mi feminidad hasta que poco a poco voy perdiendo el control, el mundo entero se convierte en irreal, solo puedo sentir como sus labios pasan lentamente de mi frente a mi nariz, luego a mis labios succiona un poco mi labio inferior, para seguir el camino a mi mandíbula y por último llegar a mi cuello el cual también succiona un poco.

Un gemido sale de mi boca, pero lo silencia con un beso apasionado, en el momento en que introduce uno de sus largos dedos.

-Por favor hazlo. - dirijo mis manos a sus boxers y tiro de ellos, su amigo ya se encontraba despierto.

Se alejo de mí, se deshizo de la tela y rápidamente fue a el baño, al volver noto que traía el sobre del condón, lo abre frente a mi y se lo coloca.

-¿Estás lisa?- asiento y como lo hizo con sus dedos hace unos segundos introduce su miembro en mí.

El ritmo comienza a cambiar, cada vez es más fuerte, urgente. Cambiamos de posición donde yo quedaba sobre él, inconscientemente comencé a mover mis caderas y el también, hasta que poco a poco comienzo a sentir mi feminidad caliente.

Estoy a punto de estallar. -Aguanta un poco, también voy a llegar – comenta con voz gutural y con una mano sobre mi cuello me acerca a el para tomar de nuevo mis labios, aun moviéndonos.

Y como una señal las yemas de sus dedos se clavan en mi piel y ambos llegamos a el orgasmo, siento como una electricidad recorre mi cuerpo creando espasmos placenteros. Al notar que pude controlarme sigo moviendo mis caderas suavemente y lo beso.

Ahí más que nunca supe que estaba con la persona correcta.

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