Parte 5

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Lagrimas caían sin parar mientras escribía sus ultimas cartas, una sería para JinHye y otra para Jimin. Creía que todos estarían mejor sin ella, creía que todo se solucionaría una vez que dejara de existir, pero, ¿cómo no creer eso? Cuando fuiste despreciada por todos, cuando viste que tu hermana dejaba de lado su vida por protegerte, cuando te sentías completamente sola... ¿cómo no creer eso? Ella buscaba alguna respuesta a esa incesante pregunta que daba vueltas por su cabeza.

La casa estaba casi vacía, solo por algunas sirvientas que caminaban por los pasillos, era una oportunidad. Terminó la primera carta y la puso en una de las mesitas, para luego colocar la ultima en su cama, esa era para Jimin, junto a ese escrito dejó el collar que él le había regalado.

Tomó el cuchillo que previamente había sacado de la cocina y con la otra mano asió la foto donde se encontraba junto a su gemela. Condujo su silla de ruedas hasta su bañera y como pudo se colocó dentro de esta.

—JinHye, perdón por no cumplir nuestra promesa — hizo un profundo corte en su muñeca izquierda, se quejó por el dolor y en segundos comenzó a brotar sangre de la herida, hizo lo mismo con su otra muñeca y espero mientras apoyaba su cabeza en el borde de la bañera.

Tiempo después...

La señora Oh había regresado completamente enojada por la ausencia de JinHee, esperaba que siquiera funcionara para sus planes, pero era de esperar que alguien como su hija solo le causase problemas. Furiosa irrumpió su habitación y estaba vacía.

—¡OH JINHEE! — exclamó buscando por toda su habitación hasta que se fijó que la puerta del baño estaba cerrada — ¡Abre la puerta, mocosa! — dijo moviendo desesperadamente el pomo de la puerta — ¡Como te atreviste a dejarme con toda esa patética fiesta! ¡Maldita sea, no te hagas la sorda! — pateó la puerta — ¡SEÑORA JANG! — llamó a gritos a una de las sirvientas — ¡SEÑORA JANG, VENGA EN ESTE INSTANTE! — la anciana llegó casi volando ante los gritos de la señora.

—Dígame, señora — hizo una reverencia.

—Abre la maldita puerta — señaló la puerta y la anciana no esperó para acatar la orden. Al abrir la puerta, la señora Oh empujó a la anciana y se adentró al baño, viendo esa sangrienta escena — Maldita sea... — balbuceó al ver a JinHee desangrándose — ¿pero qué rayos hizo esta mocosa?

—¡Señorita JinHee! — exclamó horrorizada la anciana y corrió a auxiliarla — ¡No puede ser! — dijo sin saber que hacer — ¡Auxilio! — gritó para que alguno le escuchase.

—Maldita sea — repitió la señora Oh y llamó a emergencias. Poco tiempo después llegaron los paramédicos y a pesar de que la anciana siguió las instrucciones para ayudar a los paramédicos antes de que llegasen, no pudieron rescatar a la joven.

—Señora, lo lamento, la perdimos — anunció triste uno de ellos. Un grito ahogado salió de la anciana Jang y abrazando el cuerpo inerte de JinHee balbuceaba "no puede ser".

—Lo que me faltaba — murmuró la insensible madre.

Luego de la muerte de JinHee, la señora Oh no anunció nada a la familia Park. Por lo que, el entierro se llevó acabo en privado, a las justas y estaban unas 5 personas incluyendo la gemela de JinHee.

—Es tu culpa — balbuceó mirando con rabia a su progenitora —, tu la mataste... ¡Bruja, te odio! — escupió con odio mientras lloraba.

—Cierra la boca — le dio una bofetada a JinHye y se marchó dejando sola a su hija junto a la tumba de JinHee.

—JinHee — dijo sin importar que su mejilla estaba enrojecida por el golpe — Jinhee, ¿cómo te atreviste a hacer eso? ¿Cómo te atreviste a dejarme sola? — indagó tocando la lapida — ¡Mala! Eres egoísta — exclamó dolida —, te marchaste y me dejaste sola con esa bruja, prometimos que estaríamos juntas contra el mundo, ¿lo olvidaste? — abrazó la lapida y lloró desconsoladamente. Seguía sin creer que su hermana se había suicidado, se sentía culpable porque no la protegió... ella no debió dejar que su madre la obligase a comprometerse con ese niño engreído, sentía que todos incluida ella, eran los culpables — No hice lo suficiente para protegerte.

Por otro lado, la señora Oh estaba preocupada porque su plan estaba en la ruina — Hasta muerta me causas problemas — dijo al ver la foto de JinHee en uno de los estantes.

Al anochecer, JinHye regresó con los ojos hinchados y rojos, había estado todo el día en el cementerio. Subió y fijó su vista en la habitación de JinHee, no había entrado desde que llegó y por lo que sabía, nadie había entrado luego de su muerte.

—JinHee — susurró y cayeron nuevamente sus lágrimas. Giró el pomo de la puerta y la abrió lentamente, todo parecía igual —, pareciera que nunca te marchaste — murmuró paseando por su habitación. Al llegar su mesita notó una carta que llevaba su nombre, dudando lo tomó y se sentó en la cama, pero se levantó de nuevo porque algo la había incomodado y al fijarse resultó ser un hermoso collar con las siglas "JH" tallado en un corazón, al lado de ese collar encontró otra carta que decía: "Mi ultima carta es para ti, Park Jimin". Se dispuso a leer la primera carta.

"Para mi amada gemela, Oh JinHye.

No se como iniciar esta carta, pero solo te diré que lamento dejarte ahora. Sé que justo ahora debes preguntarte porque tomé esa decisión, pero prefiero no escribírtelo.

Esta carta tiene como objetivo hacer que sigas adelante y no odiar a personas de tu alrededor.

Desde que nacimos fuimos unidas y eso fue más al ser gemelas. Tu y yo siempre nos tuvimos una a la otra, aunque siempre sentí que yo tenía más de ti. Siempre estuviste para mí, defendiéndome y golpeando a quien se atrevía a insultarme.

Fuiste y serás una heroína para mí, gracias por todo, mi porcupine. ¿Sabes por qué te puse ese apodo? Siempre quisiste saberlo y es hora de que conozcas la razón, el puerco espín para mi es un animalito muy tierno, pero cuando es necesario saca sus púas para defenderse. Así eres mi porcupine, siempre cuando era necesario sacabas tus púas y debo confesar que más era cuando estaba en problemas.

Pero ahora que yo ya no estoy a tu lado, quiero que vivas, ¡vive por mí! Conoce persona, enamórate, haz amigos, sal con ellos, viaja... haz todo lo que siempre quisiste y no pudiste por mi causa. Ahora eres libre, porcupine, ¿qué esperas? Deja tus lágrimas, que eso no hará que vuelva, sé que es doloroso, pero no hay vuelta atrás. Yo tomé una decisión y es hora de que tomes la tuya sin que tenga que ver conmigo.

Por favor, hazlo por ti. Haz las cosas que siempre soñaste, es hora de que vivas. Estaré tranquila sabiendo que mi querida porcupine sacará sus púas solo únicamente para defenderse y para no defenderme. Estaré tranquila sabiendo que, al fin, a tus 17 años, comenzaste vivir.

Espero que, en mi otra vida, podamos seguir siendo gemelas.

Te ama, tu cachetitos, Oh JinHee. Hasta siempre..."

JinHye terminó de leer la carta y se abrazó a si misma para llorar desesperadamente, sus llantos se escuchaban por toda la habitación — Tonta, ¿quién te dio el derecho a elegir lo que era bueno para mí? Eres una tonta... tonta — sollozó como si fuera una niña. Le dolía y mucho, sentía que parte de su vida había sido arrebatada — ¿cómo te atreviste a tomar esa decisión? Tonta... ¿acaso no pensaste cuanto sufriría? Nunca estuviste sola, yo siempre estuve contigo, ¿por qué no te diste cuenta? Éramos nosotras contra mundo, ¿por qué no lo entendiste?

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Debo confesar que esta parte me hizo llorar. 

Chicas no sé que problemas puedan pasar, pero, por lo que más quieran, nunca tomen una decisión como esa. No saben cuanto puede afectar a las personas a su alrededor, ya que no están solas, aunque lo duden, siempre hay alguien que estará preocupado(a) por ti, tal vez no lo noten, pero les aseguro que es así. Si te sientes mal, habla con alguien, no te guardes tus cosas. Por favor, no tomen esa decisión.

Recuerden... "Love yourself"

Mi Última carta es para ti - OneShot (Park Jimin) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora