Mi Última carta es para ti - OneShot (Park Jimin) COMPLETA

Final

"Esta carta va dirigido para al único chico que fue capaz de enamorarme y destruirme a la misma vez. Esta última carta es para ti, una última carta que escribiré, una carta de despedida... para Park Jimin.

Es una lástima que todo haya terminado así, pero, te perdono, Park Jimin. Creo que ambos fuimos unos cobardes, tu al no haberme dicho sobre tu novia y yo por no tener el valor de enfrentarte cuando pude.

Pero, ¿qué debía decir? ¿debería haberte reclamado por haberme ilusionado de esa manera? ¿debí gritar a los 4 vientos y exigir que te disculpes por todo lo que dijiste sobre mí? ¿debí odiarte? Mientras escribo esto, no puedo evitar sentirme patética, creí que alguien como yo merecía ser amada, creí que alguien como tú lograría amarme y no sentir vergüenza de mí, estaba tan equivocada.

Ahora eres libre, Park Jimin, podrás casarte con MiJoo, justo como planeabas desde un principio. Ya no estaré para interferir en tus planes, ya no tendrás que estar atado a una discapacitada.

Te dejo libre para que puedas ser feliz con quien realmente amas. Eres libre... ya nadie se sentirá atado a mí.

Te amé y amaré si es que existe otra vida después de la muerte. Espero seas feliz y tengas los hijos que tanto soñabas.

Adiós, querido Jimin."

JinHye terminó de leer la carta y un odio profundo comenzó a nacer en su corazón — Tu fuiste quien me la arrebató, mi madre y tú, maldito Park Jimin — arrugó entre sus manos la carta y tiró el collar en uno de los cajones de esa mesita —. Maldito seas, Park Jimin, te burlaste de mi hermana, ¿acaso estas loco? ¿quieres morir? — dijo hablando como si el mismísimo Jimin estuviera presente — Nadie se atreve a burlarse mi hermana y sale sin un rasguño — se puso de pie y quiso ir a la casa de los Park. No dejaría que eso quedara así, le daría su merecido con todo y su novia.

—¿A dónde crees que vas? — indagó su madre.

—Como si te importara — gruñó apretando sus puños.

—No irás a ningún lado, sobre todo si tienes esa mirada de desquiciada — bufó —. Ahora vete a tu habitación.

—¿Sabías de Jimin? — preguntó — ¿Sabias que ese idiota se atrevió a burlarse de mi hermana?

—¿De qué hablas?

—Ese maldito tenía novia — espetó enojada —, pero ya que tanto se aman, hoy juntos recibirán una paliza que no olvidaran — quiso salir, pero su madre la detuvo.

—Vete a tu cuarto, déjate de idioteces — la empujó —. Tu hermana ya no está, así ve haciéndote la idea. No permitiré que vayas repartiendo golpes como loca.

—Esto no te incumbe.

—Si no quieres regresar al internado, será mejor que te largues a tu habitación — amenazó.

JinHye a regañadientes subió a su habitación, no quería volver a ese lugar, era horrible, parecía una prisión y ni que decir con su directora, así que, prefirió obedecer a su madre. Por lo que, esperó a que todos durmieran para salir por la ventana e irse a la casa de los Park.

Trepó ágilmente hasta llegar a la habitación de Jimin, por suerte había acertado en el cuarto. Irrumpió la habitación hallando al muchacho durmiendo plácidamente. Sintió más enojo y cuando estaba por despertarlo fijó su vista en el portarretratos, la luz de la luna reflejaba la foto que había, era JinHee junto a ese chico. Se veía muy feliz, nunca había visto esa sonrisa. Era una JinHee diferente.

Inmediatamente recordó la carta: "¡Vive por mi!... Eres libre"

Ella bajó su vista para salir de ahí, estando ya afuera y miró al cielo — JinHee... — murmuró, por alguna razón había recordado esas palabras — supongo que no quieres a ese tipo golpeado — sonrió melancólica y caminó por la solitaria calle —. JinHee... intentaré seguir con mi vida... lo intentaré — sorbió su nariz —, aunque no prometo nada... me sigues haciéndome falta y sigo teniendo ganas de golpearles — habló como si en verdad estuviese conversando con su hermana —. JinHee, no lo sabías... pero tú eras mi heroína, a pesar de todo, siempre mantenías esa sonrisa y eras cariñosa... eras lo opuesto de mí. Siempre quise ser como tú, pero no podía... no está en mi sangre... en cambio, a ti se te hacia tan fácil ser amable, eras mi heroína y siempre te traté proteger porque no quería que borraran tu sonrisa. ¡Qué tonta! Si tan solo me hubiera dado cuenta que detrás de esa sonrisa, se escondía una tristeza profunda... hubiera hecho cualquier cosa para que se quitara todo ese dolor. Creo que nunca cesara este dolor y vacío que me dejaste, mi cachetitos, pero tengo la esperanza de que en nuestra otra vida también seas mi gemela y llegues a tener esa sonrisa tan radiante como en esa foto con el idiota... Donde quiera que estés... espero escuches todo lo que te dije... te amo mi hermanita — unas lagrimas cayeron por sus mejillas y sonrió al cielo nocturno. Nunca superaría su perdida, pero intentaría seguir adelante...