ENAMORADO DE UN HOMOFOBO 🔞 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓶𝓲𝓷

08 𝓯𝓲𝓷𝓪𝓵

(MYG)

La puerta de mi habitación sonó interrumpiendo mi grabación, la ignoré y subí el volumen de mis audífonos, un mensaje de texto llegó a mi teléfono, vi que era de Yoonji y apagué el móvil, continué trabajando en la pista como una tortura personal, la voz de Jimin se reproducía en mis oídos clavando un puñal cada vez más profundo en mi pecho, recordándome lo idiota fue fui por permitir a alguien llegar tan dentro de mi. Navidad pasó por primer año sin la presencia de Jimin en casa, una semana había pasado desde que literalmente lo corrí, sus ojos llorosos y confundidos me persiguen cada que cierro los ojos. He mantenido infantilmente la cortina de mi ventana cerrada, cada noche que el insomnio me impide dormir, el maldito impulso de ver a Jimin dormir gana la batalla y lo encuentro recostado, temo que se haya dado cuenta de mi acecho, la lampara de noche que siempre se mantenía encendida ha dejado de alumbrar la ultima semana, no puedo verlo, pero sé que está ahí.

Hace dos días Geumjae intentó hablar conmigo pero lo ignoré, he ignorado a todos, menos a mi padre, ya que desde que sabe que soy bisexual me ha estado ignorando.

Frustrado por no poder terminar la pista sin repetir la parte del audio donde se escuchaba la hermosa risa de Jimin cuando se desafino me recosté, extrañaba sus besos, extrañaba su compañía, su olor, incluso si incesante parloteo cuando algo le emocionaba. Años teniendo este estupido enamoramiento unilateral, ¿qué esperaba hablándole? En que pensaba cuando le propuse ver si Geumjae podría interesarse en él, diría que en su felicidad, pero siendo honesto conmigo mismo creí que hyung sería 100% heterosexual. Si hubieramos llegado a más me sentiría peor? o podría arrancarlo de mi piel más facil que de mi corazón.

-Min Yoongi- escuché la voz de Jimin arrastrando las palabras en un potente grito, me asomé a la ventana y lo vi debajo de ésta, tenía una botella en la mano y se tambaleaba. Revisé la hora y bajé antes de que despertara a alguien a las 3 de la mañana.

-Jimin- llamé y se giró buscándome como perro que busca su cola. Lo tomé de los hombros y sus labios dibujaron una sonrisa triste.

-Ahora entiendo porque la gente bebe- acarició mi mejilla. -Te ves real, incluso te sientes real- suspiró, el olor a licor inundo mi aire. -Hueles real- se alejó caminando hacia la calle.

-¿Porque estás tan tomado, dónde están tus padres?- sujeté su cintura y lo guié hasta su casa.

-Es 29 de diciembre hyung imaginario, ellos viajan a Busan para año nuevo cada año desde que somos amigos yo me quedó a festejar con Yoonji, hoy íbamos a tener nuestra pijamada anual de tener la casa sola, pero lo olvido- abrí la puerta con la llave debajo del tapete y lo ayudé a subir a su habitación y lo hice sentarse en la orilla de su cama -Salió con Kook, no puedo enojarme con ella, ¿has visto su carita cuando lo ve?- perdió el equilibrio y corrí a su lado para sujetarlo.

-¿Maldición Jimin es la primer botella?- la pequeña botella de vodka seguía en su mano.

-Porque no te gusto hyung- recargó su frente en mi pecho y me quedé rígido. -Llevo semanas pensando solo en ti, en tus manos, en tus labios, dolía pensar que nunca le podría gustar a Geumjae por ser heterosexual, pero duele más saber que simplemente no te gusto porque no te gusto, pero como iba a gustarte, estoy gordo, feo, mi trasero es enorme, mis manos son pequeñas, mi voz es muy aguda- cada palabra que decía me dolía y aterraba.

-Jiminie, eres el chico más hermoso que he visto, sus manos tienen el tamaño perfecto para ser cubiertas por las mías- sujeté sus manos y las observó con detenimiento. -No estás gordo, puedo sentir el musculo trabajado por el baile en capa parte de tu cuerpo, tu trasero tiene el tamaño perfecto para llevar a cualquier hombre o mujer a la locura- se acercó a mí y me aventó contra la cama, posicionó cada pierna al lado de mi cadera, sentándose sobre mi regazo, pasó ambas manos entre mi cabello acariciando el cuero cabelludo. Cerró su mano sujetando hebras de cabello y estampó sus labios contra los míos. El beso era desesperado, había extrañado sus labios, la manera en la que su cintura se sentía contra mis manos, sujeté su trasero acercándolo mas a mi, su erección rozando la mía, soltó un gemido agudo y necesitado erizó mi piel.