Hoy al fin completaba mi mudanza, toda mi vida la pasé en un pequeño pueblo llamado El peñón, que a pesar de ser pequeño teníamos de todo. Ahí empecé a vivir mi sueño y ahí mismo terminó, y esa es la razón de mi mudanza.
Disculpenme, no me he presentado mi nombre es Elena Carrillo y hoy me estoy mudando a la capital, mas exactamente a la Calle Amores edificio 47 apartamento 7D, no es lo mas glamuroso que existe pero es decente. Un edificio de siete pisos- si estoy en el último-de colores, si como lo escuchan de colores, porque cada balcón se encuentra pintado de un color diferente, seguramente el dueño es medio hippie.
Bueno aquí estoy subiendo la última caja con mis libros, siento que ya no tengo espalda, para estar en la Calle Amores no he visto ningún príncipe que venga a mi rescate, realmente no he visto a nadie mas que al portero un señor de unos setenta años, encorvado y con unas cejas mas pobladas que China, pero se ha portado muy amable.
Al fin llego a mi departamento y me ha tocado el de color azúl( si por dentro también es multicolor), al menos no me ha tocado el rosa. Abro la puerta y todo es un desastre, hay cajas por todo el lugar y aquí es donde empiezo a extrañar a mamá y sus dones de limpieza.
Veo todo y doy un suspiro, tengo hambre, al menos don Julian- el señor de las cejas-me dio una lista de lugares a los que puedo pedir comida a domicilio, me decido por pizza, llamo y en lo que llega comienzo a ordenar.
Luego de treinta minutos el timbre suena. ¡Siiii, mi pizza!, Abro y me encuentro un chico como de dieciséis, lleno de acné, oh, pobre chico a veces la pubertad es cruel. Pago y cierro la puerta, como mi pizza y decido darme una ducha e irme a dormir, ya mañana seguiré con la limpieza, de todas maneras hoy es miércoles y empiezo a trabajar hasta el lunes.
ESTÁS LEYENDO
El hombre de abajo
AléatoireElena tenía una vida normal hasta que se mudó a edificio 47 de la Calle Amores. En el piso número 7 su vida cambiará. Un amor. Una obsesión. Uno bueno. Uno malo. La pregunta es ¿Quién es quién?