O.S 🌸 [benlos]

Manipulación. IV

   El fin de semana llega rápido y Carlos a entregado todos sus trabajos. En la habitación que comparte con Jay, espera inquieto a que Ben vaya por él. Luego de dos semanas en Corona, al fin regresa a Auradon.

Alguien llama suavemente a la puerta y como si un rayo hubiera caído a su lado, Carlos salta del suelo donde había estado jugando con Jay para abrirla de golpe. Su enorme sonrisa ilusionada desaparece cuando ve a Chip, el chófer de Ben, en vez de a él.

—Señor De Vil, el rey Benjamín le manda esta carta. —dice formalmente entregando el sobre de papel en sus manos. Inmediatamente cuando Carlos tiene la carta, Chip se va, dejando al pecoso sin chance a decir o preguntar algo.

—¿Qué ha sido eso? —pregunta Jay detrás de su amigo.

Ignorandole, Carlos abre y lee la carta. El azabache supone que lo escrito en ella no es de su agrado, ya que la arruga hasta convertirla en una pelota.

Sin decir nada, el peli-blanco sale de la habitación. Jay no le da importancia, sólo supone que Ben está en problemas. Encogiéndose de hombros, cierra la puerta y regresa a su juego.

[...]

En su oficina, Ben se encuentra sentado ante su escritorio, miles de papeles regados sobre él. Apenas está llegando de un viaje diplomático y en vez de poder descansar, está lleno de trabajo. Ni siquiera sabe donde está su teléfono, lo perdió en algún momento en Corona.

Está frustrado, él había querido llegar directo a ver a Carlos, a quien no a visto por una semana, pero su padre le arrastró hasta allí y le prohibió salir hasta que terminara sus deberes. "El pueblo es primero" había dicho con su típica seriedad.

Ben había querido reprochar ¿Quién había vivido sus primeros años como rey haciendo fiestas todos los días? Era tan injusto.

Suspirando, relee la hoja en su mano una y otra vez, pensando en todo menos aquello.

Sin esperarlo la puerta del balcón se abre de golpe, asustándolo y haciendo que saltara de la silla para acercarse, pero no es necesario que de más de dos pasos cuando la persona responsable del estruendo se acerca; cara roja y ojos llenos de enojo.

—¿¡Carlos!?

—¿¡Acabas de plantarme, por medio de una carta!? —ruge el peli-blanco arrojando la pelota de papel a la cara del rey. Anonadado, Ben tarda en encontrar sus palabras.

—¿¡Cómo llegaste hasta aquí!? —pregunta en vez de decir cualquier otra cosa. La oficina privada en el castillo quedaba en el segundo piso.

—¡Escale hasta aquí! —suelta De Vil haciendo que Ben abra los ojos con sorpresa. Un pequeño silencio se forma entre ellos mientras Carlos respira con calma nuevamente.

—Siento haber aparecido así.

—Siento haber cancelado la cita.

Dicen ambos al mismo tiempo haciendo que se vean a los ojos antes de soltarse en risas.

—¿Por qué una carta? —pregunta Carlos.

—Perdí mi teléfono y mi papá me lanzó aquí antes de poder comprar otro. Debo terminar todo eso si quiero tener tiempo libre. —señala el escritorio lleno de papeles. —Sólo me dió tiempo de mandarte una carta con Chip.

—Muy del siglo pasado. —se burla el ex villano haciendo reír un poco al rey.

—Lo sé, lo siento.

—Así que... ¿Eres cómo la princesa encerrada en la torre? —juega De Vil acercándose un poco a Ben.

—Se podría decir. —sonríe Benjamín mirando a Carlos acercarse, su corazón late como si fuera la primera vez que están juntos y solos.