UNA CONSULTA Y UN CASTIGO

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Plip, plip, plip, plip Escucho lentamente como van cayendo las gotas de lluvia en el suelo de la fría, oscura y poco reconfortante consulta, aunque no llueve. Me muerdo el carillo compulsivamente, intentando aferrarme a algo real, sin mucho éxito empiezo a juguetear con mi colgante tiene el número del centro psiquiátrico, de mi "casa", veo como el número cambia de un 13 a un 25, pero no me sorprende, dejo de pasar el colgante por mis manos y miro al frente, la veo de nuevo, a Amy, mi mejor y única amiga haciéndome señas para que me acerque, veo sus tirabuzones negros despeinados y sus ojos grises sonriéndome. La miro, suplicándole que me saque de este sitio.

- Señorita Rut ¿Verdad?

- Está en pruebas ¿Verdad?

- Sí pero le aseguro que le ayudaré señorita Rut

- Deje de hacer como si le importase, le aseguro que no sirve de nada-Se sienta en la silla que está enfrente de la mía y junta sus manos mientras suspira, pero al instante vuelve a sonreír. Veo como el guardia de seguridad me pone mala cara, amenazándome, como si lo hubiese estado practicando frente al espejo- Sí, soy Rut- Respondo con desgana

De repente en la mirada de mi "querido doc" se observa una satisfacción exagerada, eso es lo que odio de los psiquiatras le digas la tontería que les digas se sienten como si hubiesen obtenido el número del premio gordo de la lotería.

- Señorita Rut... Bonito nombre... que debe de estar acompañado por un bonito apellido...

- Soy Rut a secas- Veo como el guardia de seguridad le susurra unas palabras a el "doc"- Tranquilo, ya me da igual, he aceptado que me trajeran aquí a contra voluntad- Despliego una sonrisa falsa con montones de dientes, esto molesta al segurata y parece estar a punto de llevarme, pero la mano de "doc" se lo impide

- Entiendo que te comportes así, al fin y al cabo estas loca, si no, no te habrían abandonado aquí-aprieto los puños- Sabe... intentaba que esto fuera fácil, pero por lo que veo no va a cooperar, así que... espero que aprendas a comportarte

Me levanto pero el segurata me agarra elhombro, sigo escuchando la voz del psiquiatra de fondo pero me da igual,empiezo a sacudirme como una anguila, al ver que no puedo moverme empiezo aestresarme y a escuchar esas voces en micabeza. Lo que sigue es oscuridad y voces más voces

BUSCANDO VOLVER A VER LAS ESTRELLASWhere stories live. Discover now