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-¿Por qué diablos te abrazó?- Habló finalmente Felix luego de ese silencio incómodo por todo el camino.

Lee Minho observa en silencio a Felix, y se encoge de brazos con esa mirada que no decía nada.

Ambos se encontraban sentados sobre la para del autobús, mirando a un departamento en concreto. Ya era de noche y su trabajo apenas empezaba.

-No me digas que estas saliendo con un maldito huma...- Minho tapa la boca de su adversario poniéndole toda la mano en su cara.

- Felix, cállate, no digas estupideces. Él sólo me abrazó.

El pelinaranja trata de quitar la mano del otro, y gruñe un poco enfadado. Entonces cuando se da cuenta que no puede sacar la mano de aquél sobre su cara, decide sacar su lengua para poder lamer la mano anteriormente mencionada. El azabache reacciona con repulsión, y quita rápidamente la mano sobre la cara del que tiene pecas.

- Eres un asqueroso.- Dice Minho con el ceño fruncido pasando toda su mano húmeda por el traje del ajeno.

- Y tú un rompe reglas- Rechista el joven mientras le saca la lengua en modo de burla.

-Te dije que no.

-¿Hay algo que yo no sepa, Minho?- Interroga el pecas, mientras levanta una de sus cejas.

- Hay muchas cosas que no sabes.

Menciona el azabache, levantándose de su lugar, para caminar dejando atónito a Felix.

-¿Qué?- Pregunta ahora confundido el pelinaranja. Decide levantarse y perseguir a su superior. -¿A qué se refiere que "no sé muchas cosas"?-

Minho lo ignoró y continuó con su caminata, hasta entrar al lugar, y colocarse el sombrero.

-Lee Minho, ¡No me estés ignorando! Maldito bastardo...

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Han Jisung no cree en fantasmas. O eso creía hasta que se encuentra en la puerta de esa cafetería en medio de la noche.

¿Qué hacía ahí? Pues la curiosidad del joven eran y son más grandes que los que leen esta historia. Además, luego de pensarlo bastante, el joven pelinaranja era el mismo que se le había encontrado en la tienda, y ya eran tantas las pistas que, deseaba saber quién, o mas bien, que eran esos dos.

Ya se estaba arrepintiendo un poco, ya que no había una pizca de personas en la calle, y no encontraba la forma de entrar al lugar. No rompería la ventana, eso le costaría la vida en si. Sólo quería investigar para a saber que es lo que se encuentra allí adentro.

Rodea toda la cafetería, y siente que no puede entrar en el local por ninguna parte, pero sin embargo, descubre un tipo de conductor. Para él se ve algo estrecho, pero piensa que puede entrar, porque su cuerpo es bastante delgado.

-¿Y si mi trasero no entra?- Murmura rascándose la cabeza.

Niega, y mira el basurero que se encontraba allí. Decide moverlo hasta el conductor de aire, con esa fuerza que no existe en él, de pronto, se agita, y como es de costumbre, toma su medicación para el asma. Se sube sobre el basurero, y hace puntitas de pie para ver como entrar.

-¿Han Jisung?- Una voz le habla detrás suyo, haciendo que suelte un grito, atemorizado, resbalandose hacía atrás.

-¡Mierda!

Palidez ♡ Minsung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora