Palidez ♡ Minsung.

♡5

Fue un día largo para Han. Eran las cinco de la tarde, y finalmente terminó su turno.

Se encuentra limpiando una de las mesas, mirando por la vidriera en silencio.

-Terminó tu turno, puedes irte a casa- Dice Minho detrás de Jisung.

El menor se asusta, soltando el trapo y dejando de limpiar.

-Ah, sí...- Contesta no tan convincente.

-¿Tienes algo?- Pregunta Minho ladeando la cabeza con esa mirada de indiferencia.

-Quiero saber su nombre.- Dice directo el joven, mientras miraba a su jefe.

-¿Ah? Claro, disculpa, mis malos modales- Ríe el azabache, rascándose la cabeza con una de sus manos- Me llamo Lee Minho.- Sonríe amablemente estrechando su mano.

-Un gusto, Minho- toma su mano moviendo la misma de forma tranquila.

Un pequeño brillo aparece en los ojos de Han. Ahora sabía el nombre de la persona que tanta gratitud le tenía.

Espera.
Estamos solos.

De pronto un pensamiento fugaz apareció en la mente del joven. No estaba seguro, pero algo al fondo suyo decía que debía hacerlo.

Se acerca al mayor cuidadosamente abrazándolo, soltando su mano para que sus brazos puedan rodear el cuerpo frío del ajeno.

-¿Qué...- Antes que Minho dijiera algo, Han se propuso hablar.

-Gracias...Muchas gracias, Minho...- Se aferraba más al adversario colocando su barbilla en el hombro del muchacho.

Han no era de esas personas que entabla una confianza al principio. Pero con Minho sabía que era un poquito diferente.

Se escucha el tintineo de la puerta principal de la cafetería llamando la atención inmediatamente al azabache.

-Uh...- La voz profunda captó la atención de Jisung- Bueno, vuelvo luego- Dijo Felix dando media vuelta.

Han se separó inmediatamente de Minho, sintiéndose avergonzado por completo. No sabía la razón, pues sólo había sido un tonto abrazo. ¿Verdad?

-No, está bien Felix.- Comenta el azabache.

-No, está bien, si quieres después vengo a bus- Han, usa su maña de interrupir a Felix, hablando él primero.

-Yo ya me iba, de todos modos.

Sonríe amablemente el castaño, observando al pelinaranja. Era raro para Han, él sentía que lo había visto algún lado.

El joven castaño niega con la cabeza y simplemente va hacia el baño, para poder cambiarse.

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El joven con anatomía delgada se encontraba en la calle vagando, como siempre. Su corazón se siente como el de un adolescente, sus emociones viajan como si de una montaña rusa se tratara. Sus mejillas arden cuando piensa la forma como había abrazado a Minho, sintiéndose completamente extrañado por ese sentimiento.

No es que estaba dudando de su sexualidad o algo así. Pero en tan sólo pensar sobre lo apuesto que es su jefe, lo hace volar en las nubes.

Su voz tranquila, y sus mechones negros que hacen una combinación exquisita con su pálida piel. Su sonrisa, y la seriedad que lleva en su mirada tan extravagante hacían suspirar al joven confundido.

Sus pensamientos están tan estancados sobre su propio jefe, que simplemente choca contra un poste de luz, dándose un golpe a la cabeza

- Auch. -Se queja cuando el golpe le arrebata sus inocentes fantasías.

Ríe, porque no tiene la menor ganas de enojarse, se siente completamente feliz, pero a su vez, como él decía "extraño".

-Señor, ¿Está bien?- Pregunta una voz chillona dirigiéndose a Han.

-¿Ah?

Jisung mira con cuidado, encontrándose con una niña con una sonrisa amigable.

Era una pequeña con cutis blanco, y cabello extremadamente negro, vistiendo un vestido rojo, y un pequeño peluche de oso entre sus manos.

-Estoy bien- Responde Han en exclamación, riendo algo avergonzado.

¿Pero que hacía una niña a esas horas? Han mira para un costado bajando la mirada por unos segundos. La levanta para preguntarle a la menor que hacía en esos momentos, pero se encuentra que la joven había desaparecido como si aquél habría hablado con una simple ilusión.

- ¡Ardilla!- Se escucha del otro lado, otra voz.

Jisung mira para donde provenía la voz, y era un Changbin corriendo.

- ¿Qué haces aquí?- Pregunta el castaño viendo al de poca estatura.

- Sólo te ví pasar...- Dice cuando llega todo agitado hasta él- ¿Vamos a casa?- Menciona el joven con una sonrisa.

Han, asiente con la cabeza, confundido un poco, pero ya si mas decir, camina hacía su hogar con su compañero.