Así estemos en tiempos lejanos [V ×Tn ×Han Sung]

9: Adaptación

Nos ubicamos a un costado de la calle para que pudiera sacar mis prendas de la maleta, vendérselas también ayudaría a crear espacio en ella ya que era muy pequeña y los vestidos que había comprado no cabían por lo tuve que llevarlos en una canasta.

Vivian: Bueno aquí están- empecé a sacar las prendas y ya podía notar la emoción de las chicas. No traje demasiado por que mi plan era comprar más ropa estando con mi madre, pero ya no se dio.

Chica: Increíble, tu ropa parece estar muy bien elaborada- dijo alcanzando una de ellas.

Vivian: Jaja si, creo que estos materiales aún no los pueden encontrar por aquí- me refería al futuro- en fin, creo que estas prendas les ayudarán a caminar más cómodas por el campo, sus vestidos ya nos se ensuciarán- sonreí nerviosa.

Chica: Tienes razón, enserio gracias- me tomó de las manos- chicas , vamos escojan lo que quieran- habló para sus amigas.

Pasaron unos cuantos minutos y algunas ya habían escogido las botas, otras los enterizos, otras los jerseys y así toda la ropa, por lo que pude conseguir 70 barras de plata.

Vivian: Muchas gracias, que bueno que les haya gustado - les sonreí.

Chica: ¿A quién no les podrían gustar?, de lo contrario, gracias a ti por darnos algo que quizás nunca habríamos podido conseguir, el precio lo vale.

Vivian: Si, gracias por esto, creo que es lo suficiente para poder quedarme 40 días, la verdad es que estoy aquí de paso.

Chica: ¿enserio?, pero dime, ¿cuándo llegaste?

Vivian: Hoy, y la verdad es que me siento algo perdida- bajé la mirada ya que era cierto, ahora tenía que sobrevivir por cuenta, sin la compañía de mi padre o de mi madre.

Chica: Pero ¿por qué dices eso?, ¿ y tu padre?, ¿dijiste que habías llegado con él?

Vivian: Mi padre, se quedó en otro pueblo por su salud y me encargó que fuera a buscar a mi madre, pero perdí el rumbo llegando a parar en este pueblo, tengo la idea de como llegar a ella pero no tengo otra opción que quedarme aquí por lo menos; como ya dije, 40 días.

Chica: No entiendo, ¿ porqué 40 días?- posó su mano en mi hombro.

Vivian: Emm, bueno- pensé en que decir- la verdad no es importante, ahora sólo busco donde quedarme- dije con apuro.

Chica: ¡ah!- abrió sus ojos como platos y sonrió- escúchame, justo mi hermana acaba de viajar a la capital y dejo su habitación vacía, ella tal vez vuelva en 20 días, para eso ya podremos conseguir otro lugar.

Vivian: Si me dejarás quedarme estaría agradecida contigo toda la vida, pero ¿como podría pagarte?

Chica: Emmm, bueno no necesito dinero, solo quisiera que me ayudarás con los cultivos que tenemos; ya sabes regar, cosechar, abonar; se la dejaron a cargo a mi abuelo, pero él esta mayor para hacerlo por lo que le estuve ayudando y quisiera que me apoyaras.

Vivian: Sin ningún problema lo haría- sonreí- mi nombreVivian- levanté mi mano para que la estrechara.

Chica: Que nombre tan peculiar.Gracias Vivian- hizo ojos de cachorro y sonrió para luego estrechar su mano con la mía- mi nombre es Mi Jin.

Luego de presentarme con el resto de sus amigas nos dirigimos a mi nueva residencia, su casa tenía el estilo tradicional coreano y era grande a comparación de las otras viviendas.

Vivian: Tu casa es bellísima y espaciosa.

Mi Jin: Gracias!, si la verdad antes solo teníamos la pequeña propiedad del abuelo, pero como mi hermana empezó a trabajar en el palacio pudimos expandirnos y construir más habitaciones.

Vivian: ¿Tu hermana trabaja en el palacio?- recordé que estos eran tiempos de reyes, príncipes y guerreros- entonces debe conocer al rey y a los príncipes, ¡Que emocionantee!

Mi Jin: jajaja ¿De qué hablas? ¿Rey?, el Rey murió hace unos años y nadie conoce realmente al príncipe, pero dicen que si alguien lo ve, no vive para contarlo- bajó la voz al decir eso último- tan sólo está la Reina y mi hermana , que confexiona sus vestidos, dice que tiene un carácter muy reacio y es desconfiada.

Vivian: No puedo creer lo del príncipe, ni que fuera un ser celestial como para dar tu vida solo por verlo.

Mi Jin: jajaja es lo que dicen y yo no lo quiero comprobar.

Al entrar saludé al abuelo de Mi Jin, cenamos y fui a conocer nueva habitación. Era espaciosa pero no como la que tenía en Seúl. Saque el colchón delgado y dormí con algo de incomodidad.

A la mañana siguiente el canto de un gallo me hizo despertar con un gran susto, jamás había escuchado algo como eso. Me dolía un poco la espalda y sentía mi cara demasiado hinchada.

Vivian: La verdad no se si pueda acostumbrarme a estooo- dije con puchero- pero sólo debo esperar 39 días.

Revisé mi reloj y me percaté que apenas eran las 5:30 am, ya escuchaba a Mi Jin barrer su patio. Me cambie y deslicé la puerta para saludarla.