Cuando te encontré >KookMin< (Terminada)

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Jungkook tenía que aceptar una cosa, ya era inevitable seguir aplazando los planos, pero quería seguir más tiempo con Jimin, incluso habia estado aprendiendo inglés e italiano, todo por Jimin.

—Entonces ya quedó.– Jimin firmó los planos y ambos estrecharon las manos, pero por alguna razón no querían soltarse, cuando llegó el momento Jimin lo hizo primero

—Aceptame un café.– Jungkook tomó la pequeña mano de Jimin y le sorprendió cómo estás encajaban a la perfección

—Mejor una comida.– Jungkook sonrió y asintió con la cabeza, ciertamente Jimin ya se estaba abriendo mucho más con Jungkook

—Una comida será.– Jimin aplaudió y le dejó encargada la gerencia a Taehyung, que él vigilará que todo saliera bien

—Jungkook, mi mamá trabaja en un restaurante muy cerca quiero llevarte ahi y quiero enseñarte mas de la vida fuera de aquella torre donde vives.- Jungkook solto una risita y se dejo guiar por Jimin, quien lo llevo hacia donde su madre trabajaba aunque lo que Jungkook no sabía es que la familia Park era dueña de aquel restaurante que Jimin mencionaba

—Y dime, ¿Que te llevó a ser arquitecto? – Jungkook suspiró ante la pregunta de Jimin, ciertamente era un tema sensible

—Mi padre y su idea de heredarme todo.– Jimin movió la cabeza tratando de entender lo que Jungkook decía

—Pero a ti no te gusta eso ¿Cierto?– El pelinegro negó con la cabeza y suspiro algo triste

—Yo quería estudiar fotografía, pero papá dice que eso no sirve para nada.–  Jimin jaló a Jungkook hacia un local, podría ser lo que menos esperaba Jungkook pero Jimin lo hizo pasar a aquel espacio donde una señora de edad media los recibió

—Jimin, hijo, ¿Saliste temprano? - El castaño negó con la cabeza y fue corriendo a abrazarla

—En realidad, me escape por un rato de la construcción, te he traído a un amigo, es el arquitecto que diseño la nueva terraza.- Jimin le dio el paso a Jungkook; el último se sentía mas nervioso que cuando conocio a los padres de su prometida, pero aun asi entro en aquel lugar, saludando a aquella señora que le tendia la mano. La señora Park, aunque no se veía para nada intimidada por Jungkook, decidió únicamente dirigirse hacia Jimin.

—Mochi, ¿quieres llevar algo de comer?- Jimin miró a Jungkook, pero el estaba fascinado con todo lo del lugar, que por mas que fuera un local en el centro de Seúl, para él era algo totalmente nuevo y novedoso 

—Creo que comeremos aqui, mamá.- Jungkook seguia sin reaccionar, seguia mirando cada detalle, estaba con la boca abierta parecia un pequeño conejito fuera de su hábitat

—De acuerdo bebé.- La madre de Jimin desaparecio en cuanto se metio a la cocina y Jimin tiro del brazo del  pelinegro 

—Deja de actuar ya Jungkook, no me digas que nunca has estado en un lugar asi- Jungkook por fin reacciono y asintio con la cabeza 

—Solo en los mas lujosos restaurantes o simplemente comidas lujosas en casa, nada de esto.- Jimin no podia creerlo, el habia crecido en aquel lugar y estaba totalmente acostumbrado a verlo y conocerlo como la palma de su mano, pero Jungkook habia sido un chico de casa y más que de casa, Jungkook era un chico millonario, de nuevo resaltaban las diferencias entre ambos, regresando a Jimin a la realidad 

—Quiero conocer mas, mas de... esta cultura coreana, ya me harte de la cultura chaebol.- 

—Yo soy un excelente maestro en esto.- Jungkook asintio con la cabeza, ciertamente le encantaba estar junto a Jimin, lo hacia olvidar quien era y que era lo que tenia que hacer 

Ante la comida y el paseo por Myeondong, Jungkook y Jimin quedaron totalmente cansados ya que no se habían permitido usar el auto, Jimin tenía razón, si Jungkook quería conocer todo debía ser parte de eso, dejar un poco sus lujos y andar como la gente "normal" lo cual le divertía demasiado a Jungkook, el pelinegro iba atento a todos los puestos de revistas para ver si no habia algo que delatara su compromiso con Yerim, pero no, todo bien. Incluso se habia olvidado del celular y lo mas seguro era que todos sus amigos y familia se volverian locos buscandolo, pero ahora eso era lo que menos le importaba al lado de Jimin, al lado de ese "mochi" todo se detenia, todo cambiaba su rol, todo menos el tiempo, ese pasaba a toda prisa cuando estaban juntos pero se alentaba cuando se despedian y tenían que esperar para verse otra vez y lo peor de todo es que ambos lo sentían  

Con todos esos pensamientos en la cabeza, Jungkook llego a su departamento un tiempo despues de haber dejado a Jimin y a su madre en casa, por primera vez en horas reviso su celular; tenia llamadas perdidas de Jaehyun, de Yugyeom, Bambam, de su madre, de su padre, de la oficina y por último de Yerim. Jungkook tardó mas o menos una hora en explicarle a todos que no habia sido raptado, ni mucho menos lo iban a matar, que simplemente se habia ido con un nuevo amigo a pasear y por eso se le habia ido la nocion del tiempo 

—Si claro, si supieran que estoy enamorandome de un hombre.- Murmuro para si mismo cuando acabo con las llamadas hacia sus amigos y familia, la única que faltaba era Yeri, pero no tenia animo para seguir fingiendo ser el "prometido perfecto" Asi que solo le mando un mensaje 

Jungkook tiró su celular a un lado ¿cuanto mas podria seguir con esta farsa? No por mucho tiempo, al parecer, pero le aterraba perder a Jimin, aunque si cortaba toda relacion con Yeri... su familia lo desheredaria ¿y que iba a hacer? Nunca habia trabajado, no sabia hacer nada que no fuera la arquitectura, pero su padre le haria la vida imposible para trabajar en otro lado por el simple hecho de estar con un hombre 

—Es muy complicado todo esto.- Grito al aire, no podia confiar en nadie, la simple idea de perder alguna de las dos cosas lo aterraba, asi que tomo sus cosas y salio de nuevo de la casa, hacia un lugar un poco apartado de toda la civilizacion ¿y que es lo que haria alli? Simple, visitar a una sola persona. 

Jungkook al ser hijo fuera del matrimonio pero ademas único, le dieron la oportunidad de que conociera a la familia de su padre, quien le habia dado el apellido. 

Asi que despues de unas horas llego a la casa de su abuela, la unica mujer en la que podria contar en este momento tan critico en su vida, en cierto modo una transicion para el, asi que en cuanto le abrieron la puerta se tiro a los brazos de aquella canosa mujer, quien lo recibio de manera efusiva, haciendolo pasar enseguida 

—Hijo, que milagro que me vienes a ver.- Jungkook logro safarse de los abrazos y besos cariñosos de su abuela, pero sin dejar de sonreir en ningun momento 

—Abue... tengo que contarte muchas cosas, ¿tienes tiempo?- La mujer asintio con la cabeza y cerro la puerta de aquella casa, dejando afuera todas las preocupaciones del pelinegro