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—Jimin, vamos a llegar tarde y somos testigos, por dios.– Jungkook estaba afuera en la sala, arreglándose

—No sé por que aceptaste ser padrino de la boda de tu ex.– Jimin salió de la habitación acomodándose la corbata

—A final de cuentas siguen siendo importantes en mi vida.– Jungkook se acercó a acomodarle la corbata y Jimin se lanzó a besarlo

—Te amo.– Jimin se separó y Jungkook no pudo evitar sonreír

—Vamos ya, mi amor.–

—No, hasta que me digas como me veo.– Jimin hizo puchero

Había pasado un año desde que Jimin y Jungkook habían acabado con todo lo malo

—Te ves como un lindo algodón de azúcar.– Jimin soltó una risita

—Solo por que tengo el cabello rosa no significa que me puedas decir algodón de azúcar.– Jungkook lo abrazo y besó en los labios

—Jimin...– Jungkook estaba nervioso

—Jungkook, dime qué regresaremos a Italia pronto.– Jimin comenzó a hacerse como un niño mimado

—Yo ya me tengo que quedar aquí y lo sabes.– Jimin hizo berrinche

—Tú dijiste que regresariamos.– Jungkook asintió

—Pero no dije cuando, mi amor.–

Para la luna de miel, tal vez, Jungkook sonrió para si mismo. Sus pensamientos lo estaban traicionando pero gracias al cielo no pensaba en voz alta, si no, arruinaría toda la sorpresa que tenía preparada

—Eres un tramposo, un tramposo de cabello color fresa.– Jimin se cruzó de brazos

—Mis padres pegarán un grito en el cielo cuando me vean llegar a la empresa siendo una fresa.– Jimin soltó una risita burlona

—El señor presidente de KookMin enterpises con el cabello de color fresa.– Jungkook lo abrazó

—Y el vicepresidente con cabello color algodón de azúcar.– Jimin negó con la cabeza

—El gerente del Hotel del Centro por favor.– Corrigió Jimin

—Vicepresidente de Kookmin y socio de la empresa hotelera del centro, así o te pego.– Jungkook hizo berrinche y Jimin suspiró resignado, seguía sin creer que el fuera

Ambos chicos salieron riendo y abrazados del departamento de Jungkook, tomados de la mano, subieron al auto de Jungkook y el chico no dejaba de teclear, sonreía y se sonrojaba y aunque Jimin intentaba ver qué pasaba el chico le tapaba la pantalla ¿Un amante? No... No podía ser, llevaban un año y medio de noviazgo, no podía engañarlo, no, no y más no.
No tardaron demasiado en llegar a donde sería la boda civil de Jaehyun y Yerim, pero Jimin seguía con la espinita de que era lo que estaba pasando con Jungkook pero sus sospechas crecieron cuando saludaron a la parejita, Yerim se colgó del cuello de Jungkook y se dieron un piquito en los labios, mientras que Jaehyun simulaba no verlos ¿Que estaba pasando?

—Jimin... Hola.– Yerim saludo y Jimin quería matarla

—Bebé ¿Trajiste lo que te pedí?– Jimin ladeo la cabeza

—No me pediste nada...– Jimin intentó hacer memoria pero Jungkook soltó una risita

—Le hablaba a Yeri, Jimin.– El pelirrosa quería salir de ahí, ya recordaba por qué lo odió la primera vez que lo vio

—Está en mi bolso, lo tiene mi tía.– Jungkook puso los ojos en blanco

—Y tú a fuerzas quieres que hable con mi madrastra.– Yerim asintió

Cuando te encontré >KookMin<  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora