La Heroína Perdida (SDS#4)

Octavio

El foro de Nueva Roma era un lugar precioso

El interior del edificio del senado era como el vestíbulo de la biblioteca de un instituto de secundaria. Un semicírculo de graderías encaradas a una tarima con un podio y dos sillas

En una de esas dos sillas estaba yo, sentada tranquilamente, frente a mi habia senadores y centuriones y en las gradas superiores habia muchos espectadores, tanto semidioses como veteranos que venian a verme a mi y a Kal-El

Hace bastabte tiempo que no estaba en una silla de respaldo alto escuchando problemas ajenos, intentando solucionarlos de manera de que todos estan contentos. Ademas de que ayer Thalia se fue hacia el campamento de las cazadoras ya que no tenian Teniente (Y escoger a Pheobe de Teniente era escoger una muerte asegurada) y me siento horriblemente sola si no estoy con mi amada esposa. Me mente corria a 100 por hora, pensando y analizando cada problema, juzgando a aquellos que obraron mal y viendo quien era el verdadero inocente, ser sobrina del dios de la verdad y nieta del dios de la justicia tenía sus ventajas

- Castigo para el hijo de Mercurio- dictamos Kal-El y yo al mismo tiempo, pensando lo mismo sobre aquel caso- Elian Master, robaste armas de oro imperial al campamento Júpiter y te vieron, hay un testigo- la hija de Ceres se encogio un poco ante la mirada molesta del grandulon hijo de Mercurio

- ¡¡ELLA MIENTE!!- Grito enfurecido moviendose e intentando salir de los grilletes de oro imperial que traia- ¡¡Diles Octavio, dile que la chica miente!!

- Como legado del dios de la verdad, puedo asegurar que Elian Master dice la verdad y Jessica Thorne miente- La pequeña pelirroja se encogio y nos miro asustada pensando que le creeriamos al Augur

Me lavante de la silla, mi capa morada ondeo cuando me levante, mi armadura era dorada y brillaba al caminar, me acerque hacia la probre Jessica y tome su mano, sintiendo lo que ella siente por medio de la habilidad de detección de mentiras que herede de Apolo y que jamás me di cuebta que tenía. Servia mucho en casos así. Sentí temor, angustia y por sobretodo, miedo a que no le crean pero no siento maldad ni mentira, dice la verdad pero piensa que no le creeremos por ser hija de Ceres. Me voltee y camine hasta el grandulon que tenia una sonrisa engreida plasmada en su cara, al tocar su mejilla senti arrogancia, maldad, codicia y por sobretodo la facilidad de mentir, me endereze y puse mi mejor cara de Poker

Levante mi brazo y lo golpee justo en la nariz, empezo a salir sangre y el tipo escupió, me miro asombrado y con ira que fue rapidamente aplacada cuando un rayo de luz del sol se materializó en mi mano y lo apunte al cuello

- Mientes- dije tranquilamente- No pudes engañar a alguien que pude leer tus emociones- El abrio los ojos y sintio miedo por primera vez- Apolo es el dios de la verdad y yo soy su sobrina, siento la mentira apenas la escucho asi que ¡¡POR ROBAR AL CAMPAMENTO Y MENTIR ANTE EL SENADO SE TE CONDENARA PENA MÁXIMA!!!- Grite, todos los senadores se sorprendieron pero los guardias se acercaron inmediatamente y lo tomaron de los brazos- Saquenlo de mi vista- ambos chicos asintieron y se fueron- Y tu Augur- Octavio me miro asustado- Vuelve a mentir y me asegurare que estes encadenado en la misma roca que Prometeo con un águila picandote los intestinos que volveran a crecer una y otra vez para toda la eternidad- El asintio repetidas veces pero podia ver la ira surgir en sus ojos

Me volvi a sentar en la silla, todos los que se sentaban en las gradas superiores me miraban con respeto y admiración y podia sentir que era verdadero, ellos me veian como un ejemplo a seguir. Los centuriones y senadores era otro caso, algunos, como los de la Quinta cohorte me veian como su líder pero los de la primera y segunda me odiaban a morir, creo que fue porque le saque en cara quienes eran los mejores sin dejar dudas. Mi vista se traslado a los senadorea antiguos, veteranos que descidian sobre lo que pasaba en Nueva Roma, mi vista se poso en cada uno de ellos, arrogantes y machistas, eso fue lo primero que note solamente viendo sus rostros llenos de ego, ellos jamás me vieron en el campo de batalla y no saben confiar en mi