Capitulo dos

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Hoy se cumplían once años, once años de pura mierda no solamente por el abandono de mis dos familias sino porque cada año el dolor crecía y el odio que le tenía a la vida también.

Quien teniendo seis años sufre tanto, y ahora con 17 sigue sufriendo.

Mi tía la única persona que no me abandono ni siquiera un momento fue mi respaldo en los peores momento, es tuvo ahí cuando las pesadillas me atacaban, cuando no encontraba salida y pensaba que morir era mejor, pero acá estoy, en el cementerio, recordando los pocos buenos momentos que tuve con mis padres adoptivos. Los quise mas que a mi propia vida, ellos me eligieron y me dieron algo que ni mis padres biológicos me dieron, amor.

-Cariño, ¿estás bien?- dijo mi tía sacándome de mis pensamientos.

-Si si tía, ¿vamos?- mentí, quien estando en un cementerio viendo la lapida de sus padres está bien, nadie.

-Claro vamos- dijo y empezó a caminar a dirección donde estaba el auto.

Mi tía se subió al asiento del piloto y yo al de copiloto, el camino a casa no era ni muy largo ni muy corto duraba unos 15 minutos.

-¿Clara me estas escuchando?- dijo mi tía.

-Perdón, ¿qué decías?.

-Estaba pensando este año ir para tu cumple años a un viaje por Latinoamérica, puedes invitar a Amber- dijo con felicidad.

-Sabes que no me gusta abusar de tu dinero.

-Ni lo digas- me interrumpió- eres mi sobrina, eres mi responsabilidad puedo gastar todo el dinero que quiero en ti entiendes?

-Si claro, lo siento- dije y apoye la cabeza en la ventana.

-Lo siento tanto cariño, no tendría que haber hablándote así- se lamento mi tía.

-Está bien tía, cuéntame por donde sería el viaje- insistí.

-Oh si, empezaría por Brasil, las playas de Brasil, luego Uruguay podríamos ir Argentina, Chile capas, no olvidemos Venezuela- siguió hablando mi tía pero deje de escucharla.

Hace muy poco tiempo empecé una investigación sobre mi familia biológica, lo único que conseguí fue el nombre el de mi madre y es Emilia, el orfanato nunca supo nada de mi familia pero el registro de mi acta de nacimiento costaba caro y si quería saber más lo necesitaba, no quería pedirle plata a nadie pero le tendría que pedir a mi tía.

-Tía, perdón que te interrumpa pero hay algo que quiero pedirte- dije.

-Dime cariño que necesitas- dijo con una sonrisa que tranquilizaba- Clara dime- insistió.

-Necesitó dinero para obtener información de mis padres biológicos.- susurré tan bajo que dude que me allá escuchado.

Mire a mi tía y ella se encontraba con la boca entre abierta y sus ojos como plato observándome.

-Tía fíjate por dónde vas.- le grite, ya que se estaba yendo de carril.

Parpadeo repetidamente y fijo su vista a la carretera, su seño estaba fruncido, signo de que estaba molesta.

El camino siguió en silencio, mi tía tenía su mirada fija en la carretera y yo miraba por la ventana.

-Clara- me llamo- ¿Qué hice mal?

-No hiciste nada mal tía, sos una de las mejores personas que conozco pero necesito saber de dónde vengo- confesé.

-Está bien cariño- suspiro- todo sea por tu felicidad.

-Gracias tía, nunca dudes de mi amor hacia ti.

Llegamos a casa y Amber estaba sentada en el porche.

-Clara Jonas para qué mierda tienes un celular sino lo contestas- dijo enojada Amber

-Amber la boca por favor- la reprendió mi tía.

-Lo siento tía- se disculpo.

Eramos como hermanas, luego de llegar a la ciudad con tan solo 6 años ella apreció en mi vida y mi tía es su tía.

-Pasen que esta frio, no las quiero enfermas.

-Cuida tu jodida boca Amber- dije enojada.

-Hablo la señorita perfecta, te escuchas dijiste jodida- contraataco.

-Estaba en el cementerio no te iba atender.

-Lo sé, lo sé pero estaba preocupada mierda en esa ruta siempre pasa algo no entiendo porque no toman la otra.

-No lo sé, hable con mi tía sobe mis padres- le comente.

-¿Y qué te dijo?

-Que me ayudara.

-Clara estas cerca de encontrar tu pasado y como soy tu mejor amiga tengo el derecho a decirte que no te quiero ver lastimada, así que apenas veas algo raro quiero que entierres el pasado en la misma tumba que tus padres- dijo seria

-¿Y si ellos no me querían?- pregunte con un nudo en la garganta.

-Ellos se perdieron a la gran mujer que eres ahora y eso no vas a dejar que te derrumbe eres fuerte más de lo que crees nada te va derrumbar porque yo siempre te voy ayudar a levantarte- dijo abrazándome.

Amber era una gran chica, era una de las mejores personas con mi tía siempre me ayudaron, me consolaron y me apoyaron en cada decisión que tomaba, en ella podía confiar hoy y siempre.

-Basta de depresión-grito haciéndome dar un repingo- Nos vamos de fiestas, busca un vestido y unos zapatos del resto me encargo yo.

Dicho eso se retiro de la habitación dejándome boquiabierta lo menos que tenía ganas de hacer era salir de fiesta, pero con Amber no se puede discutir.

Necesitaba olvidar todo y volver armar toda mi vida de nuevo.

Y lo necesitaba ahora.

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Capítulo editado.

Cata y Anni fuera, paz

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