Capítulo cuatro

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Lean la nota del final.

Habíamos llegado a un bar, bastante conocido en la ciudad, decían que pasaban la mejor musica y que la pista era enorme.

Luego de hacer una larga fila, entramos y nos dirigimos a la barra, pedimos dos vasos de tequila.

Un rato más tarde no estábamos para nada sobrias, así que nos dirigimos a la pista, en un momento Amber desapareció con un chico y me dejo sola bailando.

-Hola linda.- susurraron en mi oído

-Hola.- solté una risita tonta

-¿Bailas conmigo?

Asenti con la cabeza y nos dirigimos al medio de la pista, sus ojos verdes me hipnotizaron eran profundos, me encantaba el color que tenían era entre un verde y un miel.

Besos en el cuello me sacaron de mi transe, el placer que sentía y los vasos de tequila no me dejaban pensar con claridad.

Los besos empezaron a subir por mi cuello hasta llegar a la comisura de mis labios, dejo un pequeño beso allí y unió nuestros labios en un beso apasionado, su lengua parecía tener una guerra con la mía, sus manos estaban aferradas a mi cintura y las mías rodeaban su cuello.

Se separo y bajo directo a dar besos en mi cuello hizo un recorrido desde mi cuello a mi clavícula y subió desde la clavícula hasta el lóbulo de mi oreja donde le dio un pequeño mordisco haciéndome soltar un pequeño gemido.

Había empezado a sonar Elastic Heart de Sia y nuestros cuerpos se movían al ritmo de la canción, su boca seguía en mi cuello dejando pequeños besos.

-Vamos a un lugar mas tranquilo -susurró en mi oído, al decir eso mis sentidos se activaron.

-¿Que?

-Que vayamos a un lugar mas tranquilo -repitió.

-No sabes ni mi nombre y quieres tener sexo conmigo.

-¿Cual es tu nombre preciosa?

-Ese no es el punto, no voy a tener sexo contigo no soy ninguna puta.

-Nunca dije que lo fueras -se defendió.

-Mira si tienes una enfermedad, seguro que si.

-Tengo los estudios en el auto, te los muestro.

-Ni en un millón de año tengo sexo contigo.

-Eres una virgen amargada -dijo- pero lo mismo estas buena así que cualquier cosa me llamas.

Saco un papel de su bolsillo y me lo entrego. En el decía su número de teléfono y arriba Evan, su nombre supongo. Obvio que no lo iba a llamar pero lo mismo guarde el numero.

Busque a Amber con la mirada y ella se encontraba sentada en la barra tomando un trago azul, me acerque a ella y juntas pedimos mas tragos.

***
Resaca, maldigo el día en que se creó, mi cabeza explotaba, mi cuerpo dolía y en mi cuello había un gran chupón.

Mi móvil sonaba pero estaba arriba de mi escritorio y no tenia fuerzas para levantarme.

Era la cuarta vez que sonaba y podía ser algo urgente. Me levante como pude y atendí la llamada.

-¿Quien?

-Hola clara.

-¿Quien habla?

-La madre Teresa, dueña del orfanato donde estuviste.

-Ah si claro, paso algo?

-Necesitaría que vengas ahí algo que no sabes.

-En una hora estoy allí.

Deje mi teléfono y fui directo al baño.

***

Estaba en la puerta del orfanato, quería entrar pero a la vez no habían pasado doce años aproximadamente y tenia miedo de descubrir algo que pueda derrumbarme, volver a lo que era antes no estaba en mis planes.

Junte fuerzas y salí del auto.

Al entrar me di cuenta que todo estaba igual, las paredes rosa pálido con todas esas fotografías que siempre estuvieron, pero también estaba la fotografía del año en el que me adoptaron, siempre entre Paula y Yuli, Paula era mi mejor amiga en ese entonces, vaya saber que fue de ella.

Recorrí cada espacio del lugar, las habitaciones, el patio, el comedor todo estaba tan igual a como lo recordaba.

Un sollozo a mis espaldas me saco de mis pensamientos, me di la vuelta y ahí estaba, la madre Teresa, su cara con un poco mas de arrugas pero siempre con esa sonrisa y brillo en los ojos que la convertían en un ángel.

-Mi pequeña niña -dijo antes de envolverme entre sus brazos.

-Hola -salude tímidamente.

-Que grande estas -dijo y soltó otro sollozo.

-La he extrañado.

-Y yo a ti, extrañe peinar tu cabello -dijo acariciándolo- entre tu y yo nadie tenia un cabello tan lindo como el tuyo.

Solté una pequeña risa y la volví a abarazar.

-Pequeña, ahí tanto que quiero contarte, vamos a mi oficina.

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Buenas noches, acá en Argentina son las 2 de la madrugada, linda hora para actualizar.
¿Algun ángel de Argentina?

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Nos gustaría que ahora votaran y comentarán, ya sean comentarios feos o lindos, de apoyo o de no apoyo jajaja.
Perdón por los errores, si es que hay no lo se.
Evan en multimedia. Sexy.
Dejo de molestar.
Besos y abrazos xoxo.

Anni y Cata fuera, paz

Todos tenemos un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora