Yo fui un buen estudiante, aunque no lo parezca

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Casi todo el mundo intenta seguir un camino en la vida. Lo habitual
es: estudiar, formarte bien y luego buscar un trabajo que tenga que
ver con lo que has estudiado. Esto lo consiguen algunos, pero no
todos. Hay un montón de gente que no se puede dedicar a lo que le
gusta y se tiene que buscar la vida. En Internet es parecido, y yo
empecé también por esa línea. Era buen estudiante, un tío centrado.
Intentaba hacerlo lo mejor posible. No solo eso, sino que a veces me
planteaba retos (ya he dicho que soy competitivo, ¿no?). En cuarto de
la ESO (o en tercero, ya no me acuerdo bien) me propuse sacar todo
matrículas de honor. Y lo conseguí, en la última evaluación. Era mi
reto personal y en ese momento no tenía otra cosa en la cabeza...
Sin embargo, al llegar al bachillerato la cosa cambió. Sobre todo en
el segundo curso, que es muy exigente. Yo había tirado por la rama
de ciencias aunque no tenía claro qué iba a ser «de mayor».
¿Ingeniero quizá? No lo sé, de verdad. Hay gente que desde
pequeñita ya sabe que en cuanto cumpla veinte años va a ser
astronauta, capitán de barco o superhéroe y que va a tener un chalet
en lo alto de un árbol. Yo no. Es que no tenía ni idea. Pero sí sabía
que algo iba mal.
A ver, me explico: en ese periodo del bachillerato yo ya estaba
metido en el mundillo de Internet y YouTube. Y me estaba molando.
Ahora bien, era imposible seguir el curso y subir vídeos, manteniendo mi canal como yo quería, todo a la vez. Solo había una forma de
conseguirlo, siendo un jodido robot, organizándome y aprovechando
el tiempo... Pero esto nunca se me ha dado del todo bien. También
podría haber dejado de dormir para tener tiempo, pero no me pareció
un buen plan. El caso es que las notas se empezaron a resentir. Y a
ver cómo le explicaba yo a mis padres lo que me rondaba la cabeza.
No recuerdo cuántos suscriptores tenía en ese momento, pero
ganaba algo de dinero y veía futuro. Entonces dije a mis padres que
quería dejar de estudiar. Que tenía ante mí una oportunidad, «un tren
que solo pasa una vez». Cosas así. Muy convincentes todas. Ellos,
con mucha paciencia, pensando que su hijo se había vuelto loco, me
decían que siguiera los estudios, que eran importantes. Yo asentía y
les contestaba: «Tenéis razón». Y al día siguiente no iba a clase.
Como he dicho antes, mis padres siempre me han apoyado, pero
cuando les hablas de dejar los estudios para hacer vídeos en
YouTube un poco sí que se preocupan. También es verdad que
cuando ya ganas algo de dinero esa confianza en ti sube. Más
adelante hablaremos en profundidad sobre esto. En fin, llegados a
este punto, lo que estoy deseando es terminar de escribir este libro...
para dárselo a mi profa de lengua y literatura, que le encantaban mis
redacciones y siempre me acuerdo de ella.

Los Secretos De YouTubeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora