Capítulo 2 MI VERDADERA HISTORIA

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En este capítulo hablaremos de la verdadera historia de Grefg y con
esto me refiero a esos detalles que nunca me he atrevido del todo a
contar en mis vídeos y directos. Hay muchas cosas que ya he dicho
en el canal y conocéis sobre mí, pero te sorprendería saber la
cantidad de anécdotas que en ocasiones me he guardado por miedo
a «¿Qué pensará la gente?». Como antes he dicho, este libro lo
considero mi vídeo más especial y personal plasmado sobre el papel,
así que no se me ocurre un momento mejor para terminar de contaros
todo. Comencemos por el principio…
       
             ¿Qué es un youtuber?

Un youtuber, básicamente, es una persona que sube vídeos a
YouTube, plataforma que el 99 por ciento de seres humanos que
estáis leyendo esto conoceréis. Sí, es una perogrullada, pero a veces
hay que empezar definiendo lo elemental. Por ejemplo,
«perogrullada». Significa «algo evidente». Tranquilo, hace cinco
segundos yo tampoco sabía lo que significaba, pero quiero parecer un
pro escribiendo. Algunos lectores de este libro entrarán a diario en la
plataforma, otros lo harán de vez en cuando. Cada uno buscará lo
que le guste. Por ejemplo, partidas de todo tipo de juegos o tutoriales
de cocina. Alguno habrá acabado viendo vídeos de gatitos supermonos. No hay que avergonzarse, a todos nos ha pasado...
Dicho esto, te voy a ser sincero: si la única condición para ser
youtuber es la de subir vídeos a YouTube, hasta mi perro podría
llegar a serlo. Así que me voy a tomar la libertad de llamar youtuber a
la persona (no al perro) que puede considerar que su trabajo consiste
en subir vídeos a la plataforma. La persona que, digamos, obtiene un
salario que le da para vivir. Si alguien no está de acuerdo con esta
definición que me acabo de sacar completamente de la manga, lo
siento entre mucho y bastante. Pero este es mi libro y yo soy un alma
libre. Se pueden dejar comentarios más abajo, en... Ah, espera, que
es un libro y no se pueden poner comentarios ni dar dislikes... Me
está empezando a gustar esto.
Antes de seguir, recuerda que muchos de los consejos que voy a
dar en este capítulo y los siguientes se pueden aplicar a cualquier
campo de Internet, ya seas youtuber, influencer, instagramer o
«miscojoner». Ya he dicho que al principio la idea era dirigirme a un
público al que solo le interesaran cosas de las redes sociales, pero
ahora mi intención es que le guste hasta a mi abuelo Pascual. Le
hablo a veces de YouTube, me mira raro y me dice que ponga su
novela favorita en la tele.
Ahora en serio. La primera pregunta que me hacen casi siempre es
«¿Cómo se empieza en esto de Youtube?». Yo puedo hablar de mi
experiencia, no en nombre de todos los youtubers del mundo, aunque
imagino que la mayoría seguimos caminos parecidos. Yo comencé
viendo jugar a otra gente. Me gustaba mucho jugar a videojuegos,
pero también disfrutaba mirando las partidas de otros, porque
aprendía, me entretenían y se creaba una burbuja entre el youtuber y
yo, que estaba viendo el vídeo. En fin, disfrutaba como un niño
pequeño, que de hecho es lo que era, viendo vídeos de mis youtubers
favoritos. Mucha gente mayor alucina porque nos guste ver jugar a
otros. Te dicen: «¿Para qué, si puedes jugar tú?». Comprendo que en
un primer momento puede sorprender, pero pensémoslo de otra
forma: te puede gustar jugar al fútbol, pero también te mola ver
partidos en la tele o en el estadio, ¿no? Ver jugar a otros que son los
mejores. Pues esto es igual. Y no solo por ver a los mejores. Hay días
en que te pones a ver cómo juega alguien malísimo, pero que es
divertido, y te ríes. Madre mía, cuántas horas habré pasado viendo vídeos…
Mis primeros «modelos» fueron gente como Willyrex o sTaXx.
Comenzamos fuerte. Miraba sus vídeos una y otra vez, fijándome no
solo en cómo jugaban, sino en cómo presentaban su trabajo.
Aprendía un montón. Parece que fue ayer cuando llegaba del instituto
y lo primero que hacía era abrir mi portátil para ver el último vídeo de
Willy. Mi madre me insistía en que la comida se iba a quedar fría,
pero hasta que no terminaba su partida, yo no comía. Esto tampoco
ha cambiado mucho con el tiempo. Es raro imaginar ahora a Grefg en
esa época, ¿verdad? Pues sí. Para mí el primero. Resulta que un día
estás viéndolos y de repente piensas: «Joder, estos tíos están en su
casa, haciendo lo que les gusta, lo que les divierte, y encima están
ganando una pasta. ¿Y si...?». Ya está, cuando se te mete esta idea
en la cabeza, ya has dado el primer paso para convertirte en
youtuber. «¿Por qué no lo intento?». Es una buena pregunta que
conviene tomarse en serio. Muchos de mis ídolos de entonces son
ahora compañeros de trabajo. Con algunos me llevo bien, con otros...
Bueno, Internet es un mundo muy grande, hay sitio para todos.
En aquella época yo jugaba bastante bien al Call of Duty. Y cada
día aprendía un poco más. Entonces vino cierta persona muy
importante en mi vida. Es mi primo Alfonso. Primo, pero casi un
hermano para mí. Bueno, el caso es que llega y me dice:
—Tío, ¿no estaría guapo dedicarse a esto, en plan profesional?
—No sé —le respondo yo, lleno de entusiasmo.
—¡Ábrete un canal! —casi me ordena, viendo mi actitud así, como
perezosa.
—¿Con esta voz de pito? —le respondo, con mi vocecilla
adolescente que empezaba a cambiar.
Como Alfonso es un tío de recursos y me conoce bien, hizo una
cosa: abrió él el canal en mi nombre. Y así empezó todo. Ah, pero
una cosa: yo soy a veces algo desorganizado y me cuesta arrancar.
Pero tampoco empezaba de cero. Como el gusanillo de YouTube
llevaba tiempo picándome, había guardado algunas partidas, las
mejores que tenía por aquel entonces. De esta manera, cuando me
preparaba para empezar, ya contaba con algo de material. Todo esto
sería hacia 2012, tenía yo quince años. En concreto el canal se abrió
el 30 de enero de ese año, aunque hasta el verano no hice nada en serio, estaba concentrado en mis estudios. Qué buena época…
Ya he contado que la conexión a Internet era en aquella época un
pelín lenta, más bien era una jodida mierda, y además pensaba que
solo iba a dedicarme al tema de YouTube en mis ratos libres,
después de estudiar y esas cosas. Pero por fin llegó el gran
momento, el momento de grabar MI PRIMER VÍDEO.
Recuerdo que bajé al sótano de casa, donde nadie me pudiera
escuchar, quité algunas telarañas (es broma, no había telarañas, que
la casa de mis padres está siempre limpísima), puse mi portátil
encima de una mesa de ping-pong que tenemos, abrí una partida
especial y me preparé para comentarla. Te lo digo en serio: lo
recuerdo como uno de los momentos de mi vida en que más nervioso
me he puesto. Aunque fuera mi primer vídeo, tenía una voz de pito
que no podía ni con ella. Había una probabilidad del 99,99 por ciento
de que fuera una chapuza de vídeo. Para mí era un momento
realmente importante. Sin ser en aquel momento nada, sentía que era
el inicio de algo muy grande.
Terminé de grabar, los nervios habían ido bajando a medida que
comentaba la partida. Entonces me quedé unos segundos mirando
fijamente a la pantalla, recogí mis cosas y subí para el salón de casa.
Mi madre estaba terminando de preparar la cena y me preguntó:
«David, ¿dónde estabas?». Yo le contesté que estaba en el sótano
haciendo unos abdominales. ¿Qué cojones iba a estar haciendo
abdominales? No se me ocurrió nada mejor que decirle. Sí, acababa
de comentar mi primer vídeo, pero por el momento era algo que solo
quedaría entre mi primo y yo. No quería que mis padres ni mi
hermana se enteraran.
Mi primer vídeo se puede encontrar todavía en mi canal. Busca, si
quieres, «El primer vídeo de mi canal» —TheGrefg—. Tuvo diez
reproducciones en los primeros tiempos, creo que todas eran mías y
de mi primo. Hoy tiene 800.000 más o menos. Lo he dejado porque
creo que es un buen ejemplo para mostrar mi evolución. ¡Si hasta me
tiembla la voz! Reconozco que me da vergüenza verlo, pero también
siento un gran orgullo al ver cómo he pasado de ese David que
comentó su primera partida en el sótano de su casa y más nervioso
que un perro en China, al personaje que soy ahora mismo, el que
está escribiendo este libro.

Los Secretos De YouTubeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora