― ¡Muchas gracias! ― Sonreí amablemente mientras salía de la cafetería de regreso a mi consultorio, balanceé la bolsa que contenía las cajas de jugo suavemente al caminar animadamente por los pasillos.
Mi agenda estaba terminada el día de hoy, y contaba con un poco de tiempo libre para revisar mis correos electrónicos, y organizar unos documentos. Podría salir temprano como no lo hacía desde hace mucho, pero no es que me entusiasme mucho la idea... Pasar tiempo sola en casa era bastante aburrido, por lo que tal vez me pase por urgencias un rato para ayudar si están muy abarrotados de trabajo.
Entré al hospital y me dirigí hacia las recepcionistas. ― Les he traído un regalito chicas. ― Ambas me miraron expectantes y cuando entregue una cajita de jugo a cada una me miraron avergonzadas. ― ¿No les gusta? ― Me decepcioné por un momento ante sus reacciones.
― ¡No, no! Doctora Sakura no es eso, ¿Por qué no nos pidió que fuéramos a la cafetería por usted? ― Samui me siguió observando bastante avergonzada mientras, mientras Ninako asentía de acuerdo con las palabras de su compañera.
― ¡Oh vamos chicas! ¿No puedo hacer un detalle por ustedes? ― Ambas se sonrojaron y recibieron el jugo. ― Después de todo, mi agenda está vacía y quería salir un rato de mi consultorio. ― Les sonreí y ambas se calmaron un poco.
― Muchas gracias Doctora Sakura. ― Ninako me miró agradecida por lo que resté importancia al asunto moviendo mi mano, pero ambas seguían examinándome. ― Últimamente se encuentra muy tranquila y de buen humor, ¡Me alegra mucho! ― Ambas asentían y me miraban sonriendo honestamente, por lo que me sorprendí mucho por esas palabras y sentí el calor en mi rostro.
― ¿En serio? ― Volvieron a asentir. ― Vale no lo había notado, que lindas son. Espero disfruten el jugo, ¡Nos vemos! ― Me giré antes de que notaran que me había sonrojado y me despedí con la mano mientras caminaba rápidamente hacía mi consultorio.
Apenas cerré la puerta, dejé salir un gran suspiro.
No me imaginaba que la gente notaría mi cambio de actitud repentinamente, siempre he sido bastante alegre pero un poco seria con el personal del hospital, aún más con los que no dejaban de cuchichear a mis espaldas como si yo no me diera cuenta y supiera de qué estaban hablando...
Afortunadamente mi cambio de actitud al restarle importancia había reducido los parloteos también, habían transcurrido dos meses desde la aparición repentina de Sasuke y el inicio de mi determinación, por lo que el hecho de que mencionaran directamente el cambio en mí me había avergonzado bastante, aunque después de todo es algo bastante agradable.
Me senté frente al escritorio y cuando terminé mis tareas pendientes decidí que si pasaría por urgencias un rato.
― Chicas voy para urgencias, cualquier anomalía me buscan allá, gracias. ― Ambas levantaron la cabeza al oír mi voz y asintieron por lo que me dirigí tranquilamente a la normalmente caótica sala de urgencias.
Conforme iba acercándome el bullicio se hizo presente, las enfermeras avanzaban rápidamente a través de los pasillos y la sala de espera estaba llena de gente con rostros fastidiados debido a la larga espera, me sentí bien porque sería de gran ayuda.
― Sakura, ¿Qué haces aquí? ― Reconocí esa voz enseguida y me giré para encarar a Ino que se veía notablemente agotada, pero aún muy activa.
― Vine a ayudar, no tengo más citas hoy por lo que quise pasar y ayudar si están muy ocupados. ― El rostro de Ino se emocionó y me agarró la muñeca para guiarme a través del desorden de personas.
― Llegas en el momento justo, no sabes lo mucho que te lo agradeceremos. ― Caminamos hacía la sala de observación. ― Espera aquí, te encargaré unos pacientes. ―
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LO QUE PASÓ DESPUÉS... (SasuSaku)
RomanceSakura siempre lo ha esperado con todo su amor, pero él no piensa quedarse en la aldea apesar de todo, destrozada ella tiene que despedirse de Sasuke en las puertas de la aldea pues él inicia un viaje para expiar sus pecados y ella no puede acompaña...