El padre de Wonpil vivía justo al lado del lago. La tienda de cañas estaba al lado de la casa, conectada mediante un garaje. Estaba entre el granero, la casa y servía de taller. Sólo trabajaban unas pocas personas que habían estado allí durante años. Normalmente estaban él, su padre, su amigo Jae y la novia de Jae, Jimin, que se conocieron en el primer año de universidad. Había un puñado más de empleados a tiempo parcial que eran buenos amigos de su padre.
La casa, en la que Wonpil pasaba muchos días, aunque tuviera su propio apartamento, estaba diseñada y construida por su padre hacía cuatro años. Por fuera, parecía una cabaña de madera de tamaño considerable. Era un poco demasiado grande para sólo ellos dos, pero el interior era muy acogedor, y muchos de sus amigos iban con frecuencia o pasaban la noche. La cantidad de madera compensaba la cantidad de muebles modernos que su padre había escogido para la cocina, y tenía un diseño abierto, así que el vestíbulo estaba conectado con el comedor, la cocina y la sala de estar. En la segunda planta había tres dormitorios y una oficina. Había un sótano que transformaron en una sala de juegos.
Wonpil entró por la puerta principal y dejó las llaves y su teléfono en la encimera de la cocina, cerca de un bol con frutas variadas y un montón de cartas. Diez segundos después, una fuerza sobrehumana le dio un golpe en uno de sus costados y con un placaje lo envió al sofá.
—¡Eeey! —gritó Jae, abrazándolo con tanta fuerza que Wonpil pensó que lo iba a ahogar—. ¿Quién es? ¿Está buena?
—¿Eh? —dijo estúpidamente, apartando la cara de su amigo—. ¿Puedes quitarte de encima?
—Pfft. Qué susceptible. ¿No ha ido bien? —Sacudió las cejas mientras se apartaba—. ¡Tu padre me ha dicho que has pasado lo noche por ahí! ¿Por qué no me cuentas los detalleeeees?
—¿Puedes parar de gritar durante unos tres segundos? ¿Desde cuándo te interesa tanto mi vida sexual?
—Eh, ¿desde que has vuelto a tener una?
Wonpil se sentó, apoyó los codos en las rodillas y se frotó la frente—. ¿Cómo está la tienda? Papá no está enfadado porque esta mañana no viniera, ¿verdad?
—¿Me tomas el pelo? ¿Crees que le importa? Estaba feliz al enterarse de que habías salido con alguien, considerando que no has salido desde que estuviste con...
—¡Jae! Para de hablar de eso, maldita sea. Ya lo he superado. —se apartó de su amigo para sentarse en el brazo del sofá.
—Eso parece —Jae sonrió—. Así que, entonces, ¿qué? ¿Va en serio? Si estás siendo tan reservado es que estás muy enamorado de ella, ¿eh?
—Sólo he estado fuera una noche. No he tenido tiempo para contarte nada.
—Por favor, no me digas que han pasado toda la noche dándose abracitos y todas esas mariconadas.
—Eeh... —Wonpil suspiró y se cubrió la cara—. No digas "mariconadas". ¡Es grosero, idiota!
—¿Qué? — Jae se movió para sentarse frente a él, inspeccionándolo cuidadosamente—. Me estás asustando. ¿Te ha pegado algo? ¿Ladillas? ¿Herpes? ¿Se ha roto el condón? ¿Va a haber un mini Wonpil correteando por aquí en nueve meses? Oh, eso sería espeluznante...
—¡Puedes callarte de una vez! —gritó Wonpil, agarrando uno de los cojines y tirándoselo a la cara.
Jae lo tomo y lo tiró al suelo—. ¡Está bien, está bien! Adelante. No le cuentes a tu mejor amigo qué ha pasado. Está bien.
—Por lo menos puedo decirte algo —dijo Wonpil, mirándolo—. Sería un milagro si fueran a salir mini Wonpils.
—Eso está bien, ¿no? Eres demasiado joven. Sin mencionar que el mundo no está preparado para un mini-tú. Agh. ¿Puedes imaginarte eso?
ESTÁS LEYENDO
Por un Café //DoPil// (re-subiendo)
Fiksi PenggemarUn gesto amable de Wonpil hace que se gane un nuevo amigo. Uno increíblemente ingenioso y encantador. (resubiendo fic de mi antigua cuenta)