Caminaba como si sus pies apenas tocaran el suelo, su vestido blanco que fluía bailando suavemente con la brisa, su voz una música melodiosa que llena el claro iluminado por el sol, arrullando tiernamente mientras convocaba a un ciervo herido hacia ella y la conducía al resplandeciente río para satisfacer su sed.
El bosque es su reino y ella era su reina. Aquí no tiene rival, cada animal era suyo y ella era su amable guardián.
Se puso de pie y cruzó el río hasta la rodilla, subiendo delicadamente su falda por encima de sus piernas para recuperar su cesta llena de frutas de la otra orilla y comenzó a reírse cuando tres pájaros comenzaron a girar alrededor de ella, cantando ruidosamente, como si cantaran.
Ella era muy diferente a sus hermanas que tienden a girar en grupos. Puede encontrar satisfacción en estar consigo misma durante días y, sin embargo, aún puede acomodarse cómodamente dentro del grupo cuando la situación lo requiera.
Graciosamente buscó sus sandalias y siguió la dirección del río que conocía tan bien. Cada movimiento, aunque realizado inconscientemente, parecía estar dirigido a atraer y distraer a cualquiera que pasara.
Era una visión para la vista, ya que el sol caía sobre ella, creando un halo sobre su cabello color oscuro, su cesta de frutas en la curva de un codo y un puñado de flores silvestres en su otra mano. Una ninfa por definición viva que cualquier mortal podría poner en palabras.
De repente se detuvo en seco cuando finalmente lo notó a la sombra de su árbol favorito. Vio un destello de sorpresa atravesar sus llamativos ojos verdes, y luego una luz pasó por su rostro, y apareció una dulce y acogedora sonrisa en sus labios.
"¡Klaus!" ella saludó, arrojó las flores al suelo y luego echó los brazos alrededor de su cuello. Ella se apartó solo para darle una larga mirada y como si hipnotizara, le permitió llevarlo a un beso profundo y anhelante.
"¿Qué te tomó tanto tiempo?" ella preguntó.
De repente, el recuerdo de su última pelea comenzó a volver a su mente. Sin duda fue uno de sus peores. Ella estaba en su peor temperamento y él estaba siendo obstinado y terco. Ambos se fueron furiosos y no han hablado por un tiempo después de eso, mucho tiempo.
La idea de tener que darle la noticia a ella, al instante trajo un gran peso sobre sus hombros.
Frunció el ceño y preguntó: "¿Qué pasa?"
"Hayley", llamó, su voz como si viniera de los recovecos más profundos de su persona, "Me voy a casar".
Dio un paso atrás, su canasta cayó de su brazo, en su rostro había una muestra de incredulidad, pero en sus ojos comenzó a encender un fuego de furia incontenible. Ella comenzó a alejarse, pero él fue más rápido y la agarró por el brazo, "¡Hayley!" el Repitió.
Al gritar su nombre, se dio la vuelta, apartó con éxito el brazo de él y con un grito, lo abofeteó en la cara.
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Holding On To Hell
FanfictionSolo otro cuento de Hades y Persefone, pero con un klaroline twist.