Out Of The Woods (Kaylor)

Los Ataques No Paran.

Hola otra vez :D bueno pues aquí estoy de nuevo con una historia nueva que vengo escribiendo poco a poco, de hecho aun no quería postearla hasta terminarla pero hoy es un día especial por que es el cumple de mi amorts xD así que por eso, en fin espero que les guste y la disfruten como yo al escribirla :D espero sus opiniones.

Se paseaba por la oficina de un lado a otro, sus zapatos de tacón eran amortiguados por la alfombra, su mente era un remolino, jamás debió aceptar nada de lo estipulado en ese bendito contrato, ahora tenía miles de problemas gracias a ello. Suspiró y se detuvo frente a la ventana justo cuando la puerta se abrió dando paso a su mejor amiga que le sonrió.

— ¿Cómo va todo? – Preguntó.
— Bueno, afuera tienes a miles de enardecidos queriendo tu cabeza.
— ¡Ya lo sé Gigi! La pregunta es ¿Seguridad puede con ellos?
— Por favor, tienes como doce/quince guardias contra tal vez unas seiscientas personas.
— ¿Llamaron a la policía? – Preguntó temerosa.
— No tienes por qué temer Taylor, tú no hiciste nada ¿o sí?
— Sí – Expresó firme.
— ¡¿Qué?! – Preguntó sorprendida.
— En el momento que firmé el acta de matrimonio con Jake – Suspiró – No debí, Gigi.
— Oh cariño, pero no sabíamos que esto iba a suceder, además ni si quiera se sabe quién diablos provoco todo.
— Ya lo sé, pero tampoco podemos pretender que no soy la dueña de esto ahora.
— Bueno, tienes a gente investigando que pasó y quien fue, así que relájate un poco.
— Gigi, quieren mi cabeza para hacerle sabrá Dios que cosas, y hay gente allá fuera con antorchas, picos y palos queriendo entrar a la fuerza para llevarse mi cuerpo, y tú me pides que me relaje – Lloriqueó.
— Bueno, soy tu mejor amiga, y sé lo que ocupas y requieres, así como yo deseo tu bienestar.

Gigi se acercó a la ventana y apunto hacía algún lugar, la chica se giró para ver qué era lo que ella señalaba, se topó con que venían al menos siete patrullas y la chica respiró aliviada al ver que se detenían para descender al menos tres agentes de cada patrulla para empezar con ayuda al cuerpo de seguridad a cargo de la empresa y algunos entraban al edificio para minutos después aparecer en su puerta.

— Será mejor que nos vayamos señorita Swift – Expresó un agente.
— ¿Irnos? ¿Acaso no ven la situación? No saldremos de aquí seguros – Expresó.
— Lo sé, pero esas son las ordenes, sacarla de aquí sana y salva, allá abajo tomará largo tiempo sacarlos de ahí – Sonrió.
— ¿Quién dio esas órdenes? – Gruñó.
— La jefa – Expresó otro.
— Quiero hablar con ella.
— No se va a poder.
— ¿Por qué? – Gruñó.
— Por qué no está aquí.
— ¡Genial! Da órdenes y ni si quiera se aparece.
— Por eso son jefes, Taylor – Rio Gigi.
— Ellos deberían ser quienes pongan el ejemplo ¿no lo crees? – Le observó enojada.
— ¿Quiere que ponga el ejemplo? – Curioseó de nuevo el guardia – Entonces asómese.

Taylor se acercó a la ventana y observó a un auto detenerse, de él descendió una mujer alta, de cabello rubio obscuro, usando unas gafas estilo aviador, llevaba su cabello recogido en una coleta, con chaqueta de cuero entre camel y mostaza con unos pantalones café y botines con un ligero tacón, traía al cuello colgada su placa mientras en la cadera traía su arma y se abría paso con un caminar seguro y con aire mandón, muchos se quitaban a su paso, la vio llegar a la puerta de su edificio cuando empezó hablar todos guardaron silencio, obviamente no podía escucharla estando en el último piso.

— Es hora de que salgamos señorita o la jefa nos regañará.
— Pero... – Mordió su labio.
— Por amor al cielo Tay, los chicos quieren hacer su trabajo y no se los haces fácil ¿Qué quieres ahora? ¿Qué venga el helicóptero para que te saque? – Gruñó su amiga.
— ¡Buena idea Gigi! ¿Podemos llamarlo?
— Sería demasiado llamativo y de por sí ya no te quitas de encima varios apodos.
— Bien, bien.