El fin de semana llegó, pensaba en utilizarlo para dormir, digo descansar, sentí que esta semana paso muy lento, necesitaba un momento para mi, un momento tranquilo y para eso no había nada mejor que una muy cómoda y calentita cama.
Soñé con un atardecer, el cielo se encontraba con tonos anaranjados y amarillos, el sol se ocultaba tras una montaña, dándole a la ciudad una apariencia de tranquilidad, todo era muy hermoso, a mi lado había otra persona no pude distinguir su rostro ya que los rayos de sol daban justo en su cara impidiendo identificar quien era, pero podía sentir que era un momento de felicidad.
Coloque mi cabeza en su hombro, y aquella persona me rodeo con sus brazos, percibí en su rostro una sonrisa luego pronuncio unas palabras que no logre entender
Inclino su rostro y se acercó, sus ojos se posaron en los mios y luego en mi boca, estábamos demasiado cerca a tan sólo milímetros.
—Alex — escuche pronunciar en un susurro, en ese instante me encontraba con mis labios entre abiertos y ansioso por sentir los suyos
—ALEXANDER, LEVANTARTE AHORA MISMO O VOY POR UN BALDE DE AGUA — un potente grito me despertó, me levante de prisa y con mi respiración agitada por el susto
— pero que diablos — solté por el repentino suceso, por la puerta entro mi madre con una sonrisa inocente, luego se asomo otro rostro con su típica sonrisa divertida muy característico de Daniel —¿Que están haciendo aquí? — pregunte molesto
— ves, te dije que con un grito seria suficiente para levantarlo — dijo mi mamá hacia Daniel, el cual no borraba su sonrisa — ¿sabes que hora es? — pregunto en tono molesto, observe el reloj que estaba en una mesa junto a la cama, pero antes de que respondiera volvió a hablar — son las once, esta ya no es hora para estar en la cama ahora sal de ahí y ve ha hacer algo productivo — declaro mi mamá para luego salir de la habitación — y si no lo haces regresare con un balde de agua — grito desde afuera
Lo pensé mas de dos veces antes de salir de la cama, sabia que mi madre era muy capas de cumplir con su palabra
— ¿y tu que haces aquí? — Pregunte a mi amigo
— vine a buscarte, estuve golpeando la puerta, gritando y no despertabas luego bino tu mamá y dio su potente grito — soltó una carcajada luego de pronunciar lo ultimo — hubieras visto tu cara, fue tan divertido — dijo entre risas
—callaté eso no fue para nada divertido — dije molesto, y como no dejaba de reírse le lance una almohada que no se molesto en esquivar y tampoco dejo de reírse — ¿y para que me buscadas?
—para ir a dar una vuelta por ahí — hablo luego de calmar su ataque de risas, movió su mano para señalar la calle — y tal vez pacemos por la heladería, tal vez — dijo lo ultimo con diversión
—no es un tal vez, es iremos por un helado — le corregí — estaré listo en quince minutos — avise para luego entrar rápidamente al baño
En el momento en que el agua toco mi piel, el recuerdo de aquel sueño llegó, me pregunte ¿quien era aquella persona? No pude ver su rostro pero su apariencia era la de un hombre de eso puedo estar seguro, fue tan raro, aun puedo recordad la extraña sensación de tranquilidad y ¿felicidad? que sentí.
Es tan frustrante no poder controlar mis pensamientos, al momento de serrar los ojos, el recuerdo de la noche en que Elían me beso regreso y mi mente rápidamente relaciono al chico del sueño con Elían.
Por el momento solo quería olvidarme de todo esto, dejar de pensar en todo el asunto de Elían aunque fuera solo por un momento y no había nada mejor para olvidar que salir con tu mejor amigo
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Disfrazados
Fiksi RemajaUna apuesta inocente , nada del otro mundo, una tonta fiesta de disfraces,un poco de alcohol, unos labios tentadores, sensaciones raras y un beso No suena tan mal excepto por el hecho de que la persona a la que besaste es de tu mismo sexo, y esta no...