La gran pregunta -¿quiénes somos?- divaga mi mente entrando en esa habitación de colores apagados esculpidos por toda la pared, arrastrándose intrépidamente hasta los ojos de aquel psicólogo que llevaba horas esperando mi llegada.
-Antes de saber quién es el resto, se empieza por saber quién eres tú- Me interrumpe señalando donde me debía sentar -A ver Joseph... hoy es 17 de septiembre ¿no? dime ¿has recordado algo? - Preguntaba mirándome fijamente a los ojos.
-Que es 17 de septiembre- Respondo con voz irónica.
-Ja, ja, ja, tan cómico como siempre. Joseph ¿Sabes por qué estas acá? - Entabla la pregunta mientras se acomoda en su silla de terciopelo morado.
- ¿Por que mi cabeza no funciona y estoy recluido aquí por mis alucinaciones y sueños? - Hablo mientras veo el movimiento desacelerado de las manecillas en el reloj de su pared.-Exactamente Joseph. ¿Me podrías relatar alguno de estos sueños o alucionaciones?... Recuerda que hacemos esto para ayudarte - concluye haciendo énfasis en lo último sin hacer contacto visual.
-Bueno... Hasta ahora, no paro de soñar con algo- cedo a sus preguntas tratando de evitar el silencio incomodo del lugar y culminar una mas de tantas secciones en esta semana.
-Bien, empecemos por ese- Dice el Psicólogo fijándose en el reloj sobre la puerta de madera.
Tragando algo de saliva empecé a narrar la pesadilla que me invadió aquella noche.
–Me encontraba sentado en... creo que era mi casa, era de día o eso parecía, la luz del sol penetraba por las ventanas descubiertas de la sala; me levante y.. el cielo estaba tan azul, pero, era un azul que nunca había visto, sentía que latía solo para mí; Hacía calor, mucho la verdad... pero pasaba una linda y cálida brisa por esa ventana, así que procedí a salí, aunque me costaba mucho caminar. Recorrí a pequeños pasos descalzo hasta la puerta de la entrada, poniendo mi mano en la manilla, abriéndola con fuerza de extremo a extremo. Sentí el aire entrar y besar mi rostro, sin pensarlo dos veces salí de la casa bajando por las escaleras carmesí del patio. -
-¿Carmesí?- Interrumpe el psicólogo pero no le quise prestar atención a su pregunta y continúe.
-Aunque no se veían, podía oír las olas, podía oír como la marea arrasaba con sus vidas. Desde ahí no entendia que pasaba- Cojo un vaso con agua tomándome una breve pausa de los latidos acelerados de mi corazón.
- ¿A qué te refieres con eso? ¿Qué sucedió? - Se inclina el psicólogo tomando el otro vaso.
-De la nada... De la nada el cielo se apagó, los sonidos se disiparon, y podía presenciar como una neblina de tonos carmesi se precipitaba sobre mi-.
- otra vez ¿carmesí? - Trato de interrumpir el psicólogo, pero mi tono de voz subía lentamente.-Cuando esta llego a mí, ya no podía respirar, no podía moverme, no podía ver. Me ardía todo, mi piel, sentía que se me derretía hasta la lengua. Me di la vuelta tratando de volver a casa, tratando de escapar, pero... todo estaba en llamas, el fuego se extendía por todos lados. Pude ver como lo que amé tanto se esfumaba en segundos, no paraba de pedir ayuda, de tratar de salvar todo. De pronto un sonido tan profundo me hizo caer al suelo, eran gritos, eran sollozos. Pude verla... era una niña, sus dedos, su pelo, se caían al mismo ritmo que las llamas subían. Ella no paraba de gritar mi nombre, no paraba de decirme que huyera- Lagrimas empiezan a caer por mis mejillas haciéndome caer al piso frió de aquella habitación mientras los acelerados latidos de mi pecho empiezan a doler horriblemente.
- ¿Huir? ¡¿Huir de quien Joseph?! – Exclamo el psicólogo levantándose de su asiento.
- ¡DE USTEDES! – Trate de arrastrarme hasta la salida, pero mi cuerpo me impedía moverme, no lograba sentir mis piernas, mi corazón dolía como si me hubieran apuñalado y lo escuche a él moviéndose hasta la puerta.
-Bueno Joseph, la cita de hoy la dejaremos hasta acá. Nos veremos mañana, y por favor, no creas todo lo que veas en tus sueños, a veces estos nos pueden engañar-
Abre la puerta mientras señala el reloj de la pared, el cual estaba a 5 segundos de marcar las 00:00. En ese corto tiempo mientras perdía la conciencia, llego a mi mente la pregunta... ¿Eso es un cronometro?
El reloj llega a 0 y vuelve a empezar.
"Todos mis recuerdos se quedaran aquí"
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Casi Recuerdo
Mystery / ThrillerReporte Policial De La República De Carelia 2 de enero En la carretera 86k-3 cerca de las 2300 horas, se encontró un auto en llamas al lado de la quebrada del Rio Kem. Se estima que este coche sufrió un choque contra otro vehículo no identificado...