Lo Había Olvidado (Enoch O'Connor)

Lo Siento...en serio

-Entonces... -dije acercándome a Enoch- ...tu y Olive...

-Iremos a caminar, si. -se apresuró a decir. Una sonrisa se formó en mi rostro.

-Vaya! El chico "Mirenme, hago titeres" tiene sentimientos....eso es bueno. -torció los ojos y yo reí.

-No soy tú ni...

-En el pasado! -me apresure a responder.

-....pasado o no...-continúo-...aún no sabes NADA de sentimientos...

-Uy! Y tu si? -paso a mi lado empujandome con su hombro.

-Y no ando por ahí diciendo "Mírame, hago titeres" -gritó cuando ya había avanzado unos metros.

Olive se veía en el espejo con preocupación.

-Creo que es muy corto...

-Creo que es hermoso!

-Creo que es una estupidez...-dije entrando al camarote con las chicas-...en serio vas a salir con...el?

-No vamos a salir! solo vamos a...caminar.

-Entonces para que te arreglas tanto?
...

-Liv! -gritó Emma.

-No! déjala, es cierto es una tontería.

-Si, es mas que eso, es una violación a las leyes de la lógica... -En ese momento pensé:
"Soy la reina de las imbéciles. Como se me ocurre tratar así a Olive? Es la persona más dulce y gentil que conozco..." -No quise hacerte sentir mal, lo sien...

No podía creerlo. Cuando salí de mi trance todo era un caos.

Me sentí como si hubiese visto a Victor morir de nuevo.
Olive estaba inconsciente en el suelo y todos los niños estaban asustados, sentía como si mis ojos estuviesen en llamas, y dolía. Unos brazos me sujetaron por los hombros y me sacaron de la habitación.

-Livia!? Que pasó!? -no veía bien, pero por la voz supuse que era Jacke.

-No veo nada...-me dolía tanto la cabeza y los ojos que caí de rodillas con las manos en el rostro.

-Cálmate, por favor, mírame!

Levante la vista con un mareo horrible y ganas de gritar.

Jacke dio un salto hacia atrás y varios segundos después guardó compostura.

Miré hacia la habitación y Emma estaba tan pálida como Olive. Un líquido me brotaba de la nariz, sangre.

Me levante dando traspiés y sin poder ver del todo bien aún. Los niños pequeños gritaron y corrieron a encerrarse en un camarote.

-"Un espejo" -pensé.

Entré a la habitación donde ya estaba Miss Peregrine y tomé un espejo.

-Debí decirlo, bebí avisarles... -se repetía Horace.

Me miré.

¿¡QUE DEMONIOS ME HABÍA PASADO?!

Eso, eso me pasó. Me transformé en un demonio.

Ni siquiera yo pude contemplarme.

Grité y lancé el espejo lo más lejos que pude.

Me convertí en mi peor pesadilla e, incluso, creo que en la de los demás...