NI EN MIS SUEÑOS MÁS LOCOS

A SOLAS TU Y YO

Jade West

-no debiste bañar a André en café- reprocho la pelirroja mientras comía su pastel de fresas –solo estaba asegurándose de que Tori estaba molesta

-ya basta Cat, además como debía reaccionar si el idiota de Harris la tenía así de cerca- de solo acordarme quería arrancarle el cuello, Vega era mía y al parecer el inepto aún no se había enterado –hoy ensayaremos en casa de Tori ¿verdad?

-si, a las 7:00 p.m. Robbie me dijo que acordarían llevar botanas para quedarnos a ver una película- excelente iría a casa de Vega y me aseguraría de dejarle muy claro a Harris que ella era mía –vendrás ¿vedad?

-por supuesto, Cat esto será interesante- dije acariciando su cabeza

-¡guau!- dijo haciendo como un perro mientras sacaba la lengua

-muy bien, ya que terminaste vamos con los demás

Llegamos hasta la habitación de Sikowitz y encontramos a Beck mirando la televisión y a Robbie quien se había quedado dormido en una silla apoyado en el regazo de Sikowitz. Pero un minuto aún no hay señales de Vega y el inútil de Harris tampoco está ¿estarán juntos?

-holis a todos

-hola pequeña como te va- saludo Beck –hola Jade

-hola- dije malhumorada donde carajos esta Vega

-si busca a Tori- hablo Beck sin dejar de mirar el televisor –se fue con André a la lavandería, por cortesía tuya claro- dijo esto último con una sonrisa

-estúpido Harris

-sé que te caigo mal, pero bájale a tu odio

-hola Jade- saludo Vega entrando a la habitación con André

-¿dónde estabas?, si vuelves a irte de esa manera te encadenare- ladre

-e... es que yo...

-¿Por qué Tori tendría que darte explicaciones Jade?- pregunto el inútil de Harris

-porque quiero que me las de, ¿algún problema? - lo amenace con mis tijeras

-no para nada

-¡bien, ahora respondan tortolitos ¿Dónde estaban?!

-Jade no somos tortolitos, además solo fuimos a lavar la camiseta de André- hablo Vega un poco enojada –la camiseta que ¡TU! Ensuciaste

-como sea- dije rodando los ojos, mierda me moría por besar a Tori, verla con André hacia que la sangre me hirviera –ven conmigo, necesito decirte algo

-¿Qué cosa?- no le respondí, pero no era necesario, empecé a caminar por los pasillos y ella simplemente me siguió

Llegamos a un cuarto pequeño, y para mi buena suerte tenía una pequeña pero acogedora cama. Mantuve la puerta abierta para que entrara y aunque dudo al principio solo basto dedicarle una sonrisa para que ingresara.

Ni bien la puerta se cerró le tome en brazos y la bese, esto se me estaba haciendo costumbre, pero nadie podría culparme, cualquiera que tuviera la fortuna de besar a Vega sabría que es casi imposible dejar de besarla. Sus labios tan atrevidos, tan deliciosos al gusto, cálidos y húmedos me llevaban al mil por hora. La forma en la que mi cuerpo se volvía uno con el suyo, el afán que tenían mis manos por recorrer su cuerpo, las ganas inaguantables de hacerla mía.

-¿Tori, estas ahí?

-¡MIERDA!- estúpido Harris date por vencido ella es mía –guarda silencio- le susurre al oído y coloque mi mano sobre su boca para evitar que gritara