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Hans

—Se fue con su hermana a Arendelle—me contó Yelana algo fastidiada conmigo—O mejor dicho, la dejaste ir

Quería creer que era mentira, que no era cierto, que era un sueño, pero la voz de Yelana me sacó de mis pensamientos—¿Por qué te demoraste tanto en buscarla?

¿Por qué me demoré tanto en buscarla? Empecé a recordar.El primer día, caminé pensando hasta que me di cuenta lo equivocado que estaba.Yo creía que alejándome no la iba a lastimar, pero creo que esta distancia nos dañó más a ambos.Pero no podía ir a buscarla así como si nada hubiera pasado.Quería que fuera especial,que sepa que realmente lo sentía por haberme comportado tan cobardemente.

Decidí prepararle una sorpresa, le pedí a Yelana que por favor fabricara un anillo mientras yo buscaba una gema qué ponerle.Fui hasta la playa y estuve horas llamando a Nokk.El caballo no quería ni verme y cuando al fin salió, me mojó de pies a cabeza con agua.

Le pedí por favor que me ayude a buscar una gema porque sabía que el caballo entendía cuando le hablabas porque había visto a Elsa hablarle a veces.Pero él seguía sin hacerme caso, después de un rato de hablar con su espalda él se zambulló en el agua.Tuve que dormir en la playa por esperarlo.

Llegué a pensar que me había ignorado y se había ido hasta que otra vez sentí agua caer sobre todo mi cuerpo.

Miré como Nokk relinchaba en forma de burla.Luego se acercó a mí y dejó caer de su hocico un pequeño zafiro.Era hermoso y del tamaño perfecto para el anillo que quería darle.Llegué hasta donde estaba Yelana, pero me dijo que todavía no estaba listo.Igualmente, le entregué la piedra y fui inmediatamente a decorar el lugar donde la iba a llevar.Y cuando regresé me encontré con Yelana diciéndome que Elsa ya no estaba.

—Sabes que ella no necesitaba nada de esto, solo quería escucharte decir que querías estar con ella

—Soy un idiota—musité

—Sí que lo eres—convino Yelana—pero el anillo quedó muy hermoso

Ella me entregó la joya y efectivamente estaba perfecto. 

—¿Y ahora?—le pregunté y ella me miró con impaciencia

—¿Tú que crees?

—¿Espero a qué regrese?—pregunté pero sonó más como decir ¿Está bien si hago esto?

Ella me fulminó con la mirada.

—¡Anda a buscarla!No dejes que pase más tiempo

—Si, tienes razón

Agarré mis cosas y antes de marcharme, Nokk apareció a mi costado.Y se inclinó para que lo monte.

—Oh, gracias amigo, sabía que no me odiabas—le dije mientras lo acariciaba

Entonces me volvió a mojar y esta vez Yelana estalló en risas junto con el caballo.

—Debemos de dejar de hacer eso—le dije al caballo y me monté en él. Me despedí de Yelana y le agradecí por todo.También le dije que iba a volver e iba a tratar de no ser tan tonto.

—Eso lo dudo—me dijo—te deseo lo mejor

Elsa

—Por favor—me dijo Anna

—No—contesté por quinta vez

—No seas así—me dijo haciéndome un puchero.Odiaba que siempre terminaba por acceder a lo que pedía.

Suspiré derrotada. —Está bien—dije

—Eres la mejor—me dijo sacando los vestidos de novia del armario

Anna quería que me probara los vestidos para ver mejor cómo se verían de lejos.Me había dicho de todo para convencerme.Sus palabras todavía zumbaban en mi cabeza:Que temenos la misma figura, que iba a ser divertido probarme todos los vestidos, que yo era más delicada y no lo rompería,que así sera más fácil la elección, etc, etc.

Había convertido el jardín trasero del palacio en un probador.Y el señor que ajustaba los vestidos estaba sentado al costado de Anna.

Después de probarme como seis vestidos, Anna dijo que ese era el que le gustaba.

—Al fin—suspiré

El señor también suspiró.

—Y te queda lindo, es como si tú te fueras a casar—me dijo emocionada

El vestido era hermoso, tenía encaje en la parte de arriba y escote de corazón.Y la falda de tul que seguía después del corpiño entallado caía elegantemente.

—Yo no quiero saber nada más del amor—respondí finalmente

Todavía me dolía pensar en Hans.

—Está bien—contestó ella—me voy a llevar estos vestidos y tú no te muevas por favor para que Arturo termine de acomodar el vestido.

Así se llamaba el señor.

—Un gusto, Arturo—le dije y él bajó la cabeza en forma de saludo.

—Muchas gracias a los dos—gritó antes de entrar al castillo.

Me causaba gracia ver a Anna cargando tantos vestidos que apenas se le podía ver y  por un momento temí que se fuera a caer,pero por suerte no pasó.

—El vestido está perfecto, solo falta ajustar en la cintura—me dijo Arturo poniendo unos alfileres para ceñir la tela a mi cintura.En una de esas el alfiler tocó mi piel

—Auch—murmuré

—Lo siento—se disculpó

—Está bien, no es nada

El sonrió nerviosamente.

Luego pasó la cinta de costura por el largo del vestido.Y esta se le resbaló de las manos y cayó al suelo.El apoyó una rodilla al suelo para recogerla y cuando la levantó escuché la voz de Hans desde atrás.

—No, Elsa,no te cases con él porque yo te amo—dijo

El corazón se me aceleró al escuchar otra vez su voz.Yo me tapé la cara al ver lo avergonzado y confundido que estaba Arturo.

¿Y si volvemos a empezar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora