Mi nombre es...

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Mi nombre es Emily, tengo 17 años y eh pasado muchos años confundiendo muchas cosas de la vida o bueno eso es lo que los psicologos me han informado. Pertenesco a un programa para adolescentes, donde chicos con una mentalidad muy peculiar asiste. Este circulo se llama "Aprende sin llorar", la verdad es que aún no comprendo por qué el nombre, muchos de los que pertenecen a esta actividad son personas que poco o nada saben sobre que es llorar, y los que si lo hacen es por algunos problemas personales. En fin esta de mas decir que son chicos con transtornos psicologicos y que necesitan apoyo profesional, pues llegando a una conclusión yo tambien soy parte de esa cifra, pero yo me siento bien, siento que no deberia seguir llendo a esas reuniones pero mi familia insiste en que conforme el grupo para no poner en riesgo sus vidas. Les aseguro que no eh matado a nadie y tampoco eh lastimado a seres vivos. Pero dicen que por lo mucho que eh pasado necesito este tipo de ayuda y lo entiendo, de todos modos me conformo con poder seguir viendo la luz del sol y que no me hayan internado, espero que pronto culmine y poder llevar la vida de antes...
Atte: Firma Emm.

-Bien la actividad a concluido- la señorita Esmeralda va pasando por los pupitres recogiendo la carta que nos mando a escribir para un desconocido. Dijo que podiamos redactar lo que quisieramos con tal de expresar nuestros pensamientos.

Llevamos una semana asistiendo y hasta ahora nadie ah querido decir palabra alguna, los unicos que han dado informacion sobre los que integran el grupo han sido los psicologos o los ayudantes, pero a más no se ha podido, y mi incluyo, no eh querido hablar porque estoy siendo obligada a asistir asi que no es algo que me interese.

Sali del aula déspues que nos dieran la orden de que ya podiamos volver a casa. Como era lo habitual, salí con los audífonos sobre mis oídos y cargando mi mochila con un solo brazo, mientras recorria los pasadisos y observaba todo memorizando los pasillos de la clínica.
Antes de alcanzar la salida, senti un leve toque sobre mi hombro y voltie lentamente, como siempre yo toda dramatica, era una chica más alta que yo, era la chica con muchos piercing, la verdad adore su estilo, le quedaba muy bien. Ella extendio su brazo entregandome un cuaderno, cuando vi cual era me senti nerviosa, lo recibi con rapidez y lo guarde con mucha prisa dentro de mi mochila, me pregunto desde que hora lo habrá tenido y si la curiosidad la invadio para revisar su contenido.
-Me llamo Helen y eres una chica ruda- dijo mostrandome una sonrisa ladeada.

La mire con confusión y sin saber como seguir esa conversación me presente -Mi nombre es Emily, un gusto Helen- nos dimos un apreton de manos y antes de que pueda decir algo más, ella se marcho. Me sentí rara e intrigada, pero no era para tanto, así que segui mi rumbo evitando recordar que aquella chica podria saber algo que no deberia al tener ese cuaderno en su posesión.

Nada es con llanto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora