Una semana antes.
São Paulo, Brasil.
Willie desataba su corbata mientras se dirigía al despacho de su padre en una pequeña residencia de São Paulo, Brasil.
Habían cerrado uno de los negocios más importantes que por meses Albert y George luchaban por concretar.
La estrategia del joven heredero había dado resultado. Tanto que su padre se había orgullecido de su hijo.
— De tal palo tal astilla. — dijo George. — La forma de convencer a los portugueses lo habían impresionado a tal grado, que el mismo George lo comparó con las estrategias de su abuelo William._ Ya está listo para tomar los negocios por su cuenta joven Willie. _ dijo George.
_ Yo estoy viejo, cansado y su padre... — dijo George observando a Albert...
— Su padre necesita unas vacaciones. — Sonriendo concluyó.
Con una leve sonrisa y orgulloso de su hijo, Albert asintió.
Pero todo esto era parte del plan de Bella.
Aunque el mismo George se había dado cuenta que la señora Ardlay pasaba demasiado tiempo sola. Sentía simpatía por ella.
A la vez, comprendía a Albert, él mejor que nadie lo había visto llorar por alejarse de su familia. La carga que William tenía bajo sus hombros era demasiado pesada. Más sin embargo luchó por su familia, por su clan.En ese momento Willie recordó las palabras de George decidió entrar al despacho con paso firme y hablar con su padre de la preocupación por él y su Máthair.
_ Papá... ¿podemos hablar? _ preguntaba el heredero mientras tocaba la puerta del despacho.
_ ¡Adelante hijo... pasa por favor!... _ respondió el rubio.
El joven de ojos verdes como los de su madre se sentó en la silla frente al escritorio quedando frente a frente con su padre.
Albert tenía en sus manos el cuadro con la fotografía de su esposa y él de el día su boda.
_ ¡Willie has hecho un excelente trabajo hijo... Ni yo mismo hubiera sido capaz de salir con esa estrategia! ¿Como se te ocurrió?
_ Albert quería continuar alagando a su hijo cuando de pronto Willie lo detuvo.
_ Agradezco tus halagos papá. Pero estoy aquí para hablar de Nai. — Albert colocó el cuadro nuevamente en el escritorio y en tono preocupado pregunto:
_ ¿Qué sucede con tu madre? ¿Está enferma? ¿Hay algo que me han ocultado?
_ Albert lo cuestionó en segundos preocupado por su esposa.
_ No Papá, no es enfermedad. Es... es soledad. _ dijo Willie en tono suave, delicado y con su rostro observando sus manos.
Albert juntó sus manos recargando los codos de sus brazos en el escritorio de madera, escuchando con atención lo que su amado hijo estaba a punto de decir.
_ Bella y yo estamos preocupados por Máthair. Quizás no te has dado cuenta porque ella lo sabe ocultar bien.
Hasta yo he estado engañado. — dijo el joven poniéndose de pie.
— Hace unos días mi hermana habló seriamente conmigo acerca de la situación.
Papá perdona que te lo diga... Pero la has descuidado mucho. Máthair siempre que sales de viaje se entristece, se pasa largas horas trabajando.
Aún el doctor Martin está de acuerdo con nosotros.
_ ¿Doctor Martin? ¿Qué tiene que ver el director de la universidad en esto? _ preguntó Albert arqueando una ceja. «¿Cómo era posible que todos sabían lo que sucede con su esposa y él no? » — Se preguntó._ ¡Cómo es posible que el director sabe más que yo lo que sucede con mi esposa!.. _ confundido se puso de pie. Caminando hacia la ventana, suspirando profundamente y con su corazón lleno de dolor. Después de unos segundos de silencio. Se acercó a su hijo.
_ ¡Tienes razón!... He dedicado mucho tiempo al trabajo... a hacer dinero, que la he descuidado demasiado. Creí que ella estaba bien quedándose sola . Pero cómo siempre, nunca dice nada. Debí darme cuenta.
Tú madre es una mujer extraordinaria... la mejor de todas.
_ Unas lágrimas salieron del rostro de Albert frente a su hijo. Arrepentido por no dedicar el tiempo que su esposa en silencio pedía a gritos.
Candy había sido tan comprensiva, excelente madre, esposa, amiga, compañera, confidente.
Tanto que nunca se quejó de quedar sola en la villa con sus hijos cuando eran niños. Tan solo con la compañía de la anciana Elroy._ Papá no llores.... Nai esta con vida... No hay nada que no puedas hacer para recuperar el tiempo. — decía Willie animando y consolando a su padre.
— ¡Su celebración de las bodas de plata son este año!... Se que querías llevártela de viaje a dónde pasaron su luna de miel como me lo mencionaste hace unos días.
¡Pero! ¿No te parece una excelente idea adelantarlo?
¡San Valentine es en una semana! Y que mejor fecha para sorprenderla. — La mirada de Albert brilló al escuchar la idea de su hijo.
— Bella tiene todo preparado para ustedes dos.
_ ¿Sofía? ¿¡Desde cuando vienen cocinando este plan par de cupidos!? _ sonriendo el rubio se dio cuenta que entre sus hijos habían preparado una conspiración.
— No preguntes más y lee esto... — Willie entregó una carta a Albert.
Él rubio cuando comenzó a leerla le cambió el rostro en segundos a un rojo carmesí hasta las orejas.
— ¡Santo cielo! ¿Pero de dónde ha sacado tanta imaginación?...
— A mi ni me mires Papá, se parecerá a ti pero tiene la mentalidad de Máthair. — Respondió el chico.
Todo estaba listo, Albert tan solo tendría que seguir el plan.
Lo demás dependería de él, seducir a su mujer y enamorarla nuevamente.Continuará.
(Máthair en gaélico significa mamá)
Gracias por sus comentarios chicas bellas.
Dios les bendiga.
Sakura.
Happy Valentine.
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Sedúceme
RomanceSedúceme. Imagen de MsPuddle ( agradecimiento especial por su hermoso trabajo) Si has leído La decisión de mi vida comprenderás la trama de esta corta historia. Con motivo de celebración del día del amor y la amistad, mejor conocido mundialmente co...