Stellae.

Guerra.

"Simplemente ocurrio,la guerra de precipitó ante mi,me dejé llevar por el poder de mi propia habilidad,lo disfruté inmensamente,el estatus de ser un comandante destacado,mis estrategias eran exitosas ,jamás quite vidas directamente,de manera contraria ,indirectamente creo que he asesinado más de lo que cualquiera quisiera aspirar por si mismo,mi alma esta manchada,pero no importa,¿no?,no lo hice con mis manos,ni menos me importa tener el perdón de las victimas de mis acciones,asi es la guerra,solo pasó y ya,los intereses politicos fueron más fuertes que ellos."

Eso pensé hasta que llegó a los cuarteles un nuevo recluta,Eider Blanc,era un chico de cabello negro y mechon blanco al frente,seguramente era un lunar que tenia esa falta de pigmentación,eso era llamativo,pero más aún era su personalidad,era bastante callado y cauteloso cuando llego,lo notaba por sus expresiones al hablar y moverse,siempre estructurado,pero,al llegar un día a consultarme algo,cambió toda su gesticulación,sus movimientos se soltaban e incluso su sonrisa podia observarse,todo empezó asi...

-Comandante,¿desea algo para comer?

Dijo,el pequeño chico mientras levantaba la tela que simulaba la puerta de la campaña del comandante Alain,el proclamado por sus tacticas que incluso se decian ser favorecidas por los dioses Kin y Selene,dioses respectivos de los cuerpos celestes del sol y luna,al ser tan trascendentes para la historia del reino este,el cual cada vez era mas grande por ello.Tal existecia humana estaba tras la cortina,apacible mientras tomaba té y solo hizo el gesto para que se acercara.

-Eider...¿no?,cuentame... ¿de donde vienes?

-Vengo de el reino central,de la capital del país.

-...ya veo,he estado por ahí

Sorbio el té un poco,y siguio hablando Alain.

-de todas maneras,no me gusta la capital...lleno de gente todo el tiempo,digo,he ido para reuniones con mis superiores,pero lo odio...es asqueroso,¿no?

Dijo Alain con una sonrisa mezquina.

"Observé con cuidado su reacción,no fue negativa,su cara no demostró disgusto,incluso si hablé mal de donde vivia,ya sea que estuviese ocultando sus ganas de responder muy bien o tuviera el mismo disgusto por donde supuestamente residia,mis suposiciones eran correctas el-"

- Yo tambien odio la capital,comandante.

El joven simplemente se sentó al lado de su superior y lo observó un poco.

-Mantengamoslo en secreto,no vayas diciendo eso a tus compañeros...seras reprendido si lo haces,ya sabes lo nacionalistas que son acá...

-Entonces, ¿por qué usted lo dice tan libremente?

-...Porque quiero...tengo ciertas libertades aquí,¿entiendes?

-Supongo.

Mientras los dos hablaban afuera había una "pequeña" celebración por la ultima batalla que ganaron,a ninguno de los dos le interesaba ir allá,Alain por su lado,no le atraia la idea de compartir con simples peones para él,simpatizar solo haría más debil su trabajo,solo dejaba que le hablara Eider por que estaba un poco preocupado por sus acciones tan cautelosas y buen desempeño,debia tener cuidado con los posibles infiltrados,era conciente de que lo odiaban y su cabeza podría ser beneficiosa para muchos,había sido una guerra de más de 30 años por territorios,pero gran parte de la explosión de actividad belica,era debido a el cambio de mando y comandantes,entre ellos,él.

De apoco los dos fueron conversando y llevando tragos a la tienda,riendo y haciendo comentarios cada vez más relajados,lo que era planeado como precaución para descubrir algo termino siendo el inicio de su camaderia .