Volvamos a Jugar (Lynncoln) 2da Temporada

Capítulo 27: Lynn y Lincoln sentados bajo un árbol...

Mientras Lincoln y Lucy hablaban mirando por la ventana, las demás hermanas aparecen abriendo la puerta de la habitación fuertemente, más no enojadas, excepto una de ellas.

Lola: ¡Tú!

Lincoln: ¿Ah?

Lola: ¿¡Que le hiciste a Lynn!?

Lori: Cálmate Lola. Lincoln, por primera vez en nuestras vidas, escucharemos a lo que tengas que decir, y por favor, queremos la verdad sobre Lynn ¿sabes qué pasó?

Lincoln: Esta bien... esperen ¿por qué pareciera que Leni estuvo llorando?

Luna: Ella trató de hablar con Lynn, pero le gritó agresivamente, sabes que es sensible.

Lincoln: Todo es mi culpa, lo lamento Leni.

Leni: No importa si puedes arreglarlo.

Lincoln: Lo haré.

Se dirige al patio, pero no sin antes ser detenido por la mayor.

Lori: Momento, tienes que decirnos que pasó.

Lincoln: (Será mejor decir las cosas a medias) Lynn... siempre quería estar conmigo, quería tener un poco de espacio, pero estaba muy apegada a mi...

Luan: Como la mantequilla al...

Todas exclaman con un "¡Luan!" para hacerla callar.

Luan: Ay bueno, lo siento.

Lincoln: Entonces le dije que, si podía ser como la Lynn de antes, ya saben, la independiente, la fuerte...

Lana: ¿La que te golpeaba y se burlaba de ti?

Lola: Y no solo de ti, sino de todas nosotras.

Lincoln: Sí... ella misma dijo que no le gustaría cambiar a como era antes.

Lori: Entonces para que se alejara de ti le dijiste eso.

Lincoln: ¡Te equivocas Lori! No quería que se alejara... solo... me preocupaba que algo como esto sucediera más adelante.

Lisa: Pues al parecer adelantaste lo que sucedería de todas maneras, el problema es que si no lo arreglas en unos minutos se volverá irremediable.

Luna: Y tendremos otra Lucy en la familia.

Lucy: Al menos a mí me gusta lo que hago, ella lo hará por sufrimiento.

Luna: Tienes razón.

Lincoln: Ahora en vez de seguir hablando... quizás deba ir con ella.

Todavía bajo el árbol sin haber movido ni una parte de su cuerpo, solo una fuerte agitación en su respirar se podía notar. El albino se le acerca para preguntar.

Lincoln: ¿Puedo sentarme aquí?

Sin responder la castaña aprieta más el puño, el joven a pesar de haberlo notado se siente de todas maneras.

Lincoln: Lynn, te contaré algo.

Sigue sin responder, pero pone atención a lo que se le hablaría.

Lincoln: Yo... dejé a Ronnie Ann para estar contigo.

Lynn: ...Mentira...

Lincoln: Es verdad, te mentí para que no te culparas. Esa noche en donde jugamos los dos solos, ella iba a venir a Royal Woods, me invitó a estar juntos como antes, pero le dije que tenía otros planes, por tanto... terminó conmigo...

La castaña se aprieta los puños, sintiéndose mal.

Lincoln: No quiero que te sientas culpable, fue decisión mía, quise estar contigo, al igual que ahora. Pero me preocupo por ti Lynn, eres muy dependiente, tengo miedo de que nos separen, por eso fui directo en preguntarte sobre la Lynn que conocí, lo decía por lo independiente que eras, no necesitabas a nadie... Solo era eso Lynn, quiero estar contigo, no quiero dejarte, pero necesitamos tiempo para nosotros, tienes que entender... por favor, no sé qué haría si me faltaras. Perdón por lo que dije antes... así que... ¿que dices?

El joven la mira, pero ella seguía con su cara oculta entre sus rodillas.

Lincoln: Eso pensé...

El peliblanco se levanta, pero al hacerlo, Lynn le da la mano aun sentada, al voltear a verla, ve su cara, empapada en lágrimas, se veía demasiado tierna.

Lynn: No te vayas...

Lincoln: No lo haré.

Él se vuelve a sentar. Lynn, aun con las rodillas en el pecho, ya no ocultaba su cara entre sus rodillas, si no que deja sus ojos a la vista, observando el césped.

Lynn: Déjame contarte algo.

Lincoln: Te escucho.

Lynn: Papá y mamá ya tenían a cuatro niñas, ya querían a un niño. Así que cuando nací debo imaginar que se decepcionaron, o al menos eso dijo Lori cuando peleamos una vez...

Lincoln: ¿Lori dijo eso? Incluso para ella, eso es pasarse de la línea.

Lynn: Papá me puso su nombre, y quiso hacerme a su imagen deportiva.

Lincoln: ¿Papá? ¿deportivo? Si a penas toca un cencerro, ni siquiera hace grandes caminatas.

Lynn: Sí, pero de joven, era como tú.

Lincoln: ¿Un bueno para nada?

Lynn: No, no, no quise decir eso. Quise decir que era un tipo normal, que hacia deporte de vez en cuando, era bueno, pero no demasiado.

Lincoln: A mí me dan calambres tres veces en un solo tiempo.

Lynn: Te he visto jugar, si eres bueno.

Lincoln: Gracias por pensar eso, continua.

Lynn: Bien, entonces nuestros padres me daban balones para jugar, me regalaban ropa deportiva, entre otras cosas; una cosa que no entiendo mucho, es porque no hicieron esto contigo, tal vez si esperaban una niña como decía Luan. Y como me criaron así, pensé que no podía haber nada más divertido que eso. Pero soy una niña, algunas veces me hubiera gustado ser como las demás, en vez de una... marimacha, solo a veces; Aun así, nunca creí que me lastimaría tanto dar tiempo a los sentimientos... tener amigas, un novio... ahora que la persona que mas confiaba en este mundo me haya dicho algo que para mí sea tan hiriente...

Lincoln: Lynn, lo lamento, no sé en qué...

Lynn: No... es mi culpa, Lucy tenía razón, me estaba apegando mucho, demasiado.

Lincoln: Es culpa mía por no elegir las palabras correctas. Lynn yo... yo te amo.

Al escuchar eso, su corazón empezó a latir cada vez más rápido. Tanto que no pudo soportar aguantar.

Lynn: Lo siento, lo siento tanto...

Lincoln: Tranquila, ya pasó.

Dice mientras él la abraza.

Lynn: No por eso Lincoln...

Lincoln: Entonces ¿Por qué lo dices?

Lynn: Por esto.

En un rápido movimiento pone su mano en la mejilla del albino, este se da vuelta sorprendido para luego ser besado por Lynn.

Las hermanas, que miraban por la ventana, en la casa quedan petrificadas a un acto que jamás en sus vidas pudieron o quisieron haber presenciado.

Lucy: Ay no... no pudiste soportarlo ¿cierto Lynn?