Jupiter

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Jupiter 6
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Tony observo el gafete sin poder creer lo que veía. Asombrado le dio vueltas entre sus manos intentando encontrar algún detalle que lo delatara como una falsificación, algo que le dijera que era solo una forma de rechazarlo...

-Es... ¿es real?-

Le pregunto con la incredulidad aún plasmada en su mirada chocolate y Steve le regalo una mirada avergonzada al tiempo que asentía.

-ok, es real-

Suspiro dejando el gafete sobre la mesa, consternado le dio un trago a su café que ahora le parecía bastante amargo.

-Quieres... ¿quieres salir a caminar? Probablemente eso me ayude a digerir esto más rápido...-

-Pero no tienes que digerirlo... no tienes que hacer nada al respecto, no lo espero-

Tony esta vez se rio entre divertido y ofendido por Steve.

-si, si tengo que... he estado esperando toda mi maldita vida para poder conocerte... así que si, si tengo que digerir que mi destinado está esperando el cachorro de quien sabe quien -

No había planeado que sus palabras salieran con ese tono tan duro, ni tampoco Steve había dimensionado el efecto que tendrían la voz molesta del alfa sobre su cuerpo.

Avergonzado sus mejillas se sonrojaron y fue como si de pronto un ramalazo de calor le recorriera de pies a cabeza.

Tony suspiro reclinándose contra su asiento mientras observaba a Steve quien se removía inquieto.

-lo siento... solo... salgamos a caminar, ¿si?-

Esta vez su tono fue más amable.

-Esta lloviendo afuera, si me mojo probablemente me enfermare y necesito cuidarme...-

Tony lo medito un par de segundos antes de levantarse y caminar hacia la barra donde cruzo un par de palabras con la dueña del local antes de volver con Steve a la mesa.  En silencio se sentó de nuevo en su lugar y mientras jugueteaba de nuevo con el gafete la mujer se apresuró a despachar a los clientes que quedaban y luego finalmente colgó el cartel de cerrado en la puerta.

-asegúrese de cerrar cuando se vaya... y por favor, deje la llave en el buzón-

Steve la miro sin entender pero antes de que pudiese preguntar ella simplemente dejó una llave sobre la mesa y después salió del local.

Una vez solos Tony se levantó de nuevo para comenzar a caminar cual gato enjaulado, una vuelta por el local, dos... tres...

-¿Por que?... ¿Por que te inscribiste a este programa?-

Steve suspiro dándole un sorbo al té que ahora reposaba frío en la blanca taza de cerámica.

-Porque soy un omega pobre, de bajo rango y con una deficiencia hormonal que me hace prácticamente invisible ante cualquiera...-

Tony se detuvo en seco para darle una mirada algo sorprendida, eso era sinceridad y no tonterías.

-Vaya... esperaba alguna historia más rebuscada pero gracias por la honestidad... -

-Escucha, esto no tiene porque ser un problema para ti... simplemente puedes hacer como que nunca me viste y ya está... estoy seguro que tienes una maravillosa vida con la cual continuar.-

-si, claro que tengo una vida maravillosa... porque OBVIAMENTE soy un alfa y todos los alfas tenemos una vida increíble-

Su tono era sarcástico y Steve solo pudo rodar los ojos y bufar antes de tomar de nuevo su cuchara y llevarse un bocado a los labios.