Capítulo 6.

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Sara y yo nos miramos calladas, me encontraba sonrojada, ella está impactada al parecer por lo que le acabo de contar, solo escuchábamos lo que la profesora explica y lo que nuestras compañeras hablaban.

- Si le tienes tantas ganas porque no le estas comiendo la boca ahora?- era cierto lo que decía Sara, pero es profesor, debe estar en clase supongo, son muchos cursos aquí, imposible que esté en su oficina. Miro a mi mejor amiga, tiene un papel en la mano.

- Que tienes allí Sara?- ella me mira con cara de maldadosa, con que me va a salir ahora?

- Te leí la mente, déjame decirte que no está en clase, aquí tengo los horarios de los profesores, y sí, quizás esté en su oficina.- me pongo nerviosa al escuchar eso. - Anda ve, yo le digo a la profe que te sientes mal.- con esas palabras salgo corriendo a los baños.

Me arreglo tan pronto veo un espejo, retoco el pintalabios que se estaba corriendo, pienso en como seria la mejor manera para que sepa de una vez lo que quiero, como arte de magia llega una idea a mi cabeza y me quito mis panties, dejándome solo con la falda en la parte de abajo, termino con eso y salgo directo a la oficina de Clark.

Llego y me encuentro frente a su puerta, sería mala idea? que tal que nos pillen?, pero después de todo no he vivido nada de lo que he querido vivir en realidad, es la primera vez que veo a un verdadero dios griego que hasta es mutuo el deseo de coger, a la mierda. Iba a tocar pero de repente escuchó gemidos salir de la oficina de el. No se que pensar al respecto.

- Ah Clark, dios! dame mas! más duro!- esa voz se me hace conocida, escuchó los gruñidos de Clark, las nalgadas que le da a la chica, el movimiento de el escritorio, Uhg como me pone esto, me voy alejando de la oficina de Clark, camino por los pasillos de la escuela y recuerdo la bienvenida de Sofía esa voz, mi vecina, maldita perra, cuanto llevan juntos? supongo que desde antes de mi llegada o no? creo que es hasta obvio, dejó de caminar y me dirijo de nuevo a la oficina de Clark, me siento en el piso al lado de la puerta de su oficina, escribo y escribo, ellos siguen, y yo solo me dispongo a dibujar, dibujo una escena erótica, le agrego un poco de rojos, negros, pieles, hasta que escucho que quieren abrir la puerta, me paro rápidamente, escucho como alguien empuja al otro a la puerta, ugh besuqueos y luego sale Sofía, me hierve la sangre al verla, la empujo con el hombro y entró de una vez a la oficina cerrando rápidamente la puerta.

- Llevo hora y media perdida esperando a que usted terminara su escenita erotica con Sofía,- tiró mi maleta al sofá de la oficina, él me mira detenidamente, me voy acercando lentamente mientras que desabrocho los botones de mi camisa, el se recuesta en el espaldar de su silla, quedó frente a él con tres botones desabrochados alcanzando a que el mirara el conjunto de lencería negra que llevaba puesto, me senté en sus piernas mirándolo, estaba ya tan mojada por mi dibujo que el hasta sintió mis fluidos en su miembro, le cogí la mano y la dirigí a mi entrada, el se dio cuenta de cómo estaba.

- Quiero que sientas bien esto,- moví mis caderas en su mano.- Por que sera la primera y última vez que me toques, no quiero coger con un hombre- le agarre el miembro ya erecto.- que tiene a más de dos amantes, no te quiero para un amorío, romance o relacion, te quiero para que me folles todos los días, que seas solo mio, pero ya se me quitaron las ganas.- me paré y empecé a dirigirme a la puerta, antes el me agarro del brazo y me empujo al escritorio, mis nalgas quedaron a disposición de el, me pego su miembro a mis nalgas, una y otra nalgada dura, mis gemidos salieron, estaba totalmente sonrojada.

- Eres mía y sé que no puedes resistirte a lo que hago para provocarte, no cuentes cuentos que no vas a cumplir Abigail.- otra nalgada, siento que se aleja, lo miró y se está agachando, siento su respiración en mis piernas, besa mi muslo, luego un chupón, chupones en las piernas, en mis nalgas, las manos marcadas de él en mis nalgas, me voltea, mas chupones en el abdomen, senos, cuello y pelvis.

Golpean la puerta, gracias Dios o espíritu presente, no quiero quedar más marcada de lo que ya estoy, vuelven a tocar, me arreglo, agarro mi maleta el abre la puerta como si nada hubiera pasado.

- Gracias profesor Clark, aquí le dejo mi trabajo.- el agarra mi supuesto trabajo, lo mira detalladamente y lo guarda en un cajón.

POV Alexander.

Esta señorita me deja su dibujo, es muy hábil para los colores, solo quisiera que vea mis cuadros, que se imagine esas escenas, dejo de pensar en eso y atiendo a la Profesora Peterson.

- Qué pasó con esa chica Alex? Te tardaste mucho en abrir, no me digas que...- no la dejó terminar, le pongo un dedo en los labios para callarla.

- No me jodas, no me hagas escenas de celos por que antes de que esto pasara te lo aclare, no somos ni seremos nada, solo follaremos y ya, nada más.- ella me ve con los ojos cristalinos. - No me juzgues, te ilusionaste sola, te lo dije, no quiero nada mas contigo, pero veo que pensaste cosas que no iban a suceder. - me dirijo a la puerta y ella voltea.

- Ya te puedes ir.- le hago señas para que se vaya, no es mi culpa, aun así que bien que haya pasado esto, ya no la aguantaba. Decidí ir a mi habitación a corregir los trabajos que me faltaban, estaba tan cansado que inconscientemente me dormí.

Estaba en el altar, todo estaba yendo muy bien como ella quería que se viera, la veía venir hacia mi, se ve tan hermosa, estaba muy orgulloso de haberle propuesto matrimonio, era la mejor desicion de mi vida, ella tenía un bello vestido de boda blanco con mucho encaje, el vestido y la piel de ella eran tan delicados que la hacían ver mas que hermosa, se veía espectacular, en sus manos llevaba un ramo de rosas rojas parecida al primer ramo que le envié a su apartamento comenzando nuestra relación, su cabello negro estaba recogido, junto con una fina tela transparente tapándole la cara, se veían sus labios rojos y su mirada que tanto me encantaba, sus ojos oscuros me veían con amor y ternura, como nunca antes.

- Hable ahora o calle para siempre.- dijo el padre y la persona que menos pensé, empezó a caminar, pasó de estar detrás mio a estar al frente del cura, al lado de nosotros.

- Yo... Yo me opongo.- Herman, quien era para ese momento mi mejor amigo me traiciono de esa forma, nunca lo pensé de parte de él, ni de ella, ella siempre lo miraba como un amigo mas, pero ya veo que no me fije bien en los pequeños detalles.

- Ella, El bebé... El bebé debe crecer con los verdaderos padres Alexander.

Un Nuevo Comienzo© [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora