Un Nuevo Comienzo© [Editando]

Capítulo 8.

Pov Abigail

Son las 8 de la mañana del 8 de julio que ironía, no? Salí a trotar un rato, estaba un poco impactada, habían pasado 3 días y no había respuesta, mi primer pensamiento fue suponer que no le había agradado la idea, pero hoy a las 7:30 am me llego un Mail de un tal Alphonse, creo que es la persona del escrito en la cafetería puesto a que yo no recibo nunca correos, solo de ofertas y correos de seguridad del mismo Google, si es triste pero es lo que hay cuando no eres tan sociable con la gente, con la que convivo diariamente y me muestro como soy es con Sara, casi no me gusta que me toqueteen a nivel de ser excesivo o que me hagan halagos, no soy romántica yo solo voy al grano y ya, pero últimamente con Alexander, no lo sé, creo que me estoy volviendo loca.

Llego a mi habitación y directamente me baño, 10 minutos después me encontraba sentada al frente de mi portátil, Alphonse... recuerdo cuando mi hermano me habló de un Alphonse o Alfonso? No lo recuerdo muy bier, era una amigo de él, si no estoy mal. Sin más importancia decido abrir el correo.

Buenos días Señorita Abigail, Julio 08 del 2019.

Me presento, soy Alphonse, señor del escrito en negro de la cafeteria, le respondo ya que es la única que me ha escrito por lo de la cafeteria y también por su habilidad de detalle y de análisis por un pequeño e ingenuo escrito, me impresiona que sea tan critica y apenas ni la conozco, le seria muy directo o brusco invitarla a un café el viernes a las 4 de la tarde?

Que tenga un excelente día Srta. Abigail.

No creí que fuera asi, vi la información de su Gmail y tiene 28 años, solo con eso me quitó un peso de encima, no quería que fuera un viejo verde, quisiera conocerlo un poco más, no quisiera salir con él y que en persona se entere de mala forma que soy menor de edad, aparte no se es muy pronto supongo, me dispuse a ir a mi clase de biología.

Estoy muy cansada, ayer en la noche me quedé pensando en la estupidez que había dicho Alexander, sinceramente algunas veces pienso porque no he faltado a clase por el cansancio, cojo un lápiz 8B, coloreo una parte de la hoja y luego la difumino, esto simplemente para tener la yema de los dedos llena de su pigmento, lo ubico en las ojeras sin que la profesora lo note, difumino con un dedo limpio, limpio la yema de pigmento y levantó la mano.

- Dígame Srta. Hill.- la miro con cara de enferma, un poco agitada porque no se si es muy notorio lo que hice.

- Profesora, me siento muy mal.- Sara que se encontraba al lado mio hace como si me tomara la temperatura.

- Profesora, Abigail está con fiebre, o eso siento.- me sonrojo ya que con la otra mano va tocando mi pierna acercándola a mi zona intima.

- Bueno señorita Hill, vaya a enfermería.- con la mano me invita a salir del salon.

No voy a ir a enfermería para que me den un té de manzanilla por estar caliente gracias a mi mejor amiga, somos cercanas, nos hemos besado y asi pero hasta este punto no habia llegado, algunas veces pienso que ella es bisexual, y yo creo que yo soy aqui la bisexual, pero bueno.

Llego a mi habitación, agarro mi portátil y me acurruco en mi cama, lo primero que veo es mi Gmail, el correo del chico y decido responderle.

Buenas tardes Sr Alphonse, Julio 08 del 2019

Espero que se encuentre bien Señor, sinceramente me siento un poco apenada y nerviosa al decirle que rechazó esa oferta, me gustaría enserio que me encantaría, pero me gusta mas la intriga, la curiosidad de saber quien es, la adrenalina de lo que puede llegar a pasar por un simple correo, hasta que punto llegaría esto sin sonar tan atrevida, soy muy creyente de las novelas juveniles y de las novelas clásicas, quisiera conocerlo primero por acá.

Feliz tarde.

Me quito un peso de encima respondiendo a su correo pasado una hora, quisiera una pizza, mi cama y yo viendo La Ley y el Orden: UVE, me levanto y salgo de el internado, como era de esperarse la secretaria me detuvo ya que no es hora de salidas, se supone que estoy en clase, tocan la campana justo a tiempo, entro a mi carro y pasando la cafetería que tanto me encanta encuentro una pizzería, pido una pizza vegetariana, papas francesas, pago y me voy al internado, en el camino casualmente veo el coche de Alexander parqueado en la cafetería, aparco «seria bueno hablar con el, ya que falte a su clase» pienso.

Entro y lo encuentro en la misma mesa en la que pasamos toda una tarde, está tan concentrado leyendo Orgullo y Prejuicio, acepto que es un buen libro y que te atrae totalmente si estas en un lugar cómodo y te gusta mucho la lectura, pedí un café frapuchino, decidida me senté al frente de él, me mira y sonríe.

- Por que no estuvo en mi clase Srta. Hill? ¿Se encuentra bien?- puso su rodilla en el medio de mis piernas, ese roce me sacó de mis pensamientos y bueno, no hablemos de como esta mi zona.

- Estoy bien, solo que me encuentro cansada, no he podido dormir bien, solo vine de paso, vi su coche en la entrada.- él tocó mi rodilla con su mano, la acarició.

- Espero que cuando te sientas asi o te sientas enferma, vengas a mi, haré que te sientas mejor sin que suene plenamente sexual, no te quito más tiempo.- nunca lo había escuchado decir algo fuera de lo sexual y educativo, me apoyo en la mesa ya que me da una fuerte punzada en la cabeza.

- ¿Qué tienes? ya te traigo agua.- él se va, agarro el celular de él lo desbloqueo, agrego mi numero, me escribo y lo eliminó por último lo dejo en la mesa.

- Toma.- me entrega el agua, la agarro.

- Gracias,- le doy un beso en la comisura del labio.- ya me voy.- doy un paso, el me agarra del antebrazo jalándome hacia el y me besa de una manera tan excitante que sin más le respondo de la misma manera, por falta de aire el me suelta, quisiera más, pero hoy no, es muy precoz comenzar algo tan pronto, solo nos hemos toqueteado, me apartó y sin más me voy.

Llego a mi habitación, maldita sea gruñó, no encuentro las llaves de la puerta decido ir hacia la oficina de la coordinadora, tiene cara de ogro la señora le comento lo que se refundió mi llave, me dice que le cobrará una llave más a mis papas por ser una descuidada, le digo a la señora que yo pagaré, después de media hora la señora cara de ogro me entrega mis nuevas llaves y entro, me pongo un camisón, cambio las sábanas y el cubrecama, cojo mi mantita blanca, traigo la pizza y un jugo natural, abro mi portátil y le doy play para la maratón de La ley y el orden.

- Que cansancio.- murmuró, poco a poco mis ojos se cierran y caigo totalmente profunda.