¡Sorpresa, soy tu hija!

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Ban.

Mi padre le fué infiel a mi madre, él que decía amarla a pesar de todo y tiene una hija de la que no me dijo nada ahora ella está fuera de la casa en un lugar que no conoce y todos la están buscando, menos yo.

-Ban, ella no tiene la culpa de lo que pasó, es solo una niña que quería averiguar quién era su padre, no creo que se haya sentido muy bien al ver como empezaste a gritar. -Me dijo mi madre en tono de reproche-.

-¿Cómo quería que reaccionara? ¿Querías que diera saltos de felicidad después de enterarme que ese señor te fue infiel? -Pregunte sarcástico-.

-Pues no, pero no debiste gritar así, ella se debe sentir terrible, ella no quería esto.

-¿Entonces qué? ¿Quería tener una familia feliz? Pues aquí ya lo éramos, pero llegó ella. -Le dije enojado y ví como mi madre fruncia el ceño-.

-Mira Ban, su madre murió hace un mes y ella quería encontrar respuestas sobre su padre, estoy segura que lo que menos quería era arruinar una familia, cosa que solo tu te estas empeñando en hacer. -Se dió la vuelta y empece a caminar hacía la puerta pero antes de salir me miró-.

-Tú siempre dijiste que querías una hermana menor para cuidarla, pues ahora la tienes y estas haciendo todo menos cuidarla. -Salió y cerró la puerta dejándome solo-.

Me quedé un rato pensando, es verdad que la niña no tenía la culpa, se ve que es buena persona, pero eso no quita que mi padre nunca me haya contado de ella, creo que saldré un rato a caminar, igual Elizabeth debe saber el camino.

Caminaba por un parque cercano cuando ví a una niña sentada en la sombra de un árbol, oh mierda, es ella, ¿Qué está haciendo aún aquí? Me acerque a ella dándome cuenta de que estaba dormida y que tenía restos de lágrimas en sus mejillas.

-Oye, despierta, este no es lugar para dormir. -La sacudí y ella se despertó viendo a su alrededor -.

-¿Ban? ¿Qué haces aquí? -Preguntó tallando sus ojos mientras me miraba -.

-Todos te están buscando, pero yo solo quería caminar, hasta que una mocosa se interpuso en mi camino. -Cuando dije eso ella bajo la mirada, esperen... ¿La cague más? -.

-Lamento interrumpir tu caminata, me iré enseguida. -Se paro y me miro. - Lamento todo lo que pasó, no quería esto, solo quería saber que había pasado con mi padre, pero veo que fue un error, lo siento, me iré y no volverás a saber de mi. -Me dijo antes de dar media vuelta y empezar a caminar, ¿a dónde va? ¿Conoce la ciudad? ¿Tiene donde quedarse? ¿Y si se pierde? -.

-¡Espera! -Ella se detuvo y volteo a verme confundida. - La señora con la que viniste, mi padre, Loriana y mi madre te están buscando como locos, fue muy irresponsable de tu parte escapar así. -Ví como ella volvía a bajar la mirada sintiéndose mal-.

-Lo siento, no quería causar más problemas, pero no pensé que causaría un problema mayor al escapar así. - Dijo arrepentida. - Iré con ellos y luego no me volverán a ver, lo prometo, lamento que te hayas enojado así.

-Solo ve a la casa, ahora. -Le ordené desviando la mirada -.

Después ella de fue, ¿sabía el camino? Espero que no se pierda, aunque no debería importarme.

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Eli.

Fuí hacia la casa de Ban, recordaba donde estaba ya que el carro estaba cerca así que por eso me ubique.

Al llegar todos estaban en la sala con cara de preocupados, toque el timbre y me abrió mi tía quien se lanzó a abrazarme.

-¡No vuelvas a hacer eso nunca más! ¿En qué pensabas? Nos preocupaste mucho a todos. - Me regaño mientras revisaba que estuviera bien-.

-Ya, ya, estoy aquí sana y salva, lamento haber salido así, no pensé mucho en ese momento. - Me disculpe-.

-¡Estaba a punto de llamar a la policía! -Gritó el señor Baltra y yo lo mire sorprendida.- ¿Cómo se te ocurre hacer eso? ¡Te pudo haber pasado algo!

-Pero no pasó. Lo interrumpi. -Estoy aquí, estoy bien y eso es lo que importa -.

-Ya dejen de gritar, creo que hasta los vecinos escucharon. -Dijo Ban parado al lado de la puerta, ¿y este cuando llegó? ¡No mames! ¡Es un ninja! -.

-Está bien, dejando todo eso de lado, hable con un amigo mío que nos hará el favor de hacernos la prueba de ADN, sería mañana a las dos de la tarde, ¿tienen donde quedarse? -Dijo el señor Baltra tomando asiento en el sillón mientras Ban cerraba la puerta y se iba a la cocina -.

-S...

-¡No! -Me interrumpió mi tía. -Es que, Eli se quedaba conmigo pero mi esposo y yo tenemos un viaje de última hora y desafortunadamente no podemos llevar a esta preciosa niña, lamento causar tantas molestias pero, ¿Podría Eli quedarse aquí por un tiempo? -Ay Dios Santo ¿qué tenía el tinto que esta mujer se tomó? La mire con cara confundida y ella me guiño un ojo-.

-Por nosotros no hay problema, ella puede quedarse el tiempo que sea necesario. -Me sonrió la señora Kyouko y Baltra la miro extrañado pero luego de una mirada de su esposa cambio su mirada y me miro con una sonrisa -.

-¡Claro que se puede quedar! Además si resuelta ser mi hija sería una gran oportunidad para conocernos mejor.

-¡Genial! Traere sus cosas más tarde.

-Tía, hablemos un momento. -La jale hasta un pasillo de la casa. -¿Qué carajos te pasa? ¡No tienes ningún viaje! -Le susurre para que no escucharan-.

-Quiero que estés más tiempo con tu padre, nunca lo habías conocido, debes pasar tiempo de calidad con él.-Susurró de igual manera -.

-Ni siquiera esta confirmado que sea mi padre.

-Lo es, confía en mi. -No más tinto para esta mujer, ya hasta se cree adivina, así no podemos-.

-Tía, si esto sale mal, será solo por TÚ culpa. -Recalque el "tú".- Aceptaré solo porque también espero que sea mi padre e ignorare el hecho de que eres la peor tía dejando a su sobrina quedarse con un desconocido-.

-No es un desconocido, ya se presentó y todo. -Me di un facepalm y ella se río. -No te pasará nada linda, estare pendiente de ti, lo prometo, te llamaré constantemente y si algo sale mal te vendré a buscar.

Dicho esto volvió a la sala y después la seguí yo, ella se fue por mis cosas junto con Loriana y me quedé con Baltra, Kyouko y Ban, espero no des tan incómodo como parece, aunque lo que más me preocupa es Ban, sé que ya no le caigo bien, pero no quiero que se sienta incómodo o mal conmigo aquí, mejor evitare molestarlo, así ahorramos los problemas.

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El señor Baltra me llevó hacia el que sería mi cuarto y me dejó acomodandome.

-Rompiste tu promesa. -Me dijo en un tono frío Ban que estaba al lado de la puerta-.

-No fue mi intención, todo fue obra de mi tía, pero no te preocupes, no te molestare y ni te darás cuenta de que estoy aquí. -Le dije volteando a verlo-.

-Ya me di cuenta, pero igual ignorare tu presencia, adiós. -Se fue por el pasillo hacia el que supuse sería su cuarto y cerro la puerta de un portazo, que carácter, esto será complicado.