¡Sorpresa, soy tu hija!

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Eli.

Vale, debo actuar normal, así olvidarán este incidente y seguiremos con esta hermosa tarde.

Sí...Eso no paso.

--¡BAN! --Gritaba mientras lloraba como una dramática-- ¡Ahora no podre comunicarme! ¡Esto no debía pasar así! ¡Nooooo! --Seguía gritando como una loca con mi roto celular en la mano mientras los demás me miraban con una mezcla de rareza y pesar--

--Oye, tranquila, todo en esta vida tiene solución, esto se puede arreglar. --Meliodas me abrazo aprovechándose de la situación mientras hacia un fallido intento por consolarme--

Decidí dejar de hacer drama y me separe el rubio intenso para después ir hacia Ban.

--Ya podemos irnos. --Avise recobrando la compostura pero esta vez sin dignidad y él me miro como si tuviera dos cabezas--

--Que bipolar.

Fuimos a un par de atracciones más aunque la mayor parte del tiempo estuve distraída pensando en mi tía, en que no tardaría en encontrar la forma de comunicarse conmigo otra vez, no quería irme de aquí, no quería que se enterara nadie.

Casi a las siete de la noche cada uno se fue yendo a su casa, Ban y Elaine se despidieron con un beso y una cara pervertida (mía, obviamente), Diane y King tomaron un taxi, Merlin y Escanor se fueron por direcciones diferentes al igual que Gowther, pero hay algo que me causa cierta molestia...

--¡Hola Elizabeth! Al parecer iremos juntos, que suerte que vivimos por la misma calle. --Ahí está, pero déjenme corregir, que mala suerte que vivimos en la misma calle--

--Sí... Súper genial. --Hable con voz aburrida empezando a caminar a la par de Ban, al parecer él tampoco estaba muy de acuerdo con que Meliodas venga con nosotros, pinche celoso--

Durante la mitad del camino Meliodas me intento sacar una plática, pero era ignorado, hasta que me aburrí y decidí hacerle caso.

--¿Color favorito? --Ahora, mientras Ban caminaba al frente, jugábamos a las 20 preguntas, tal vez él no es taaan aburrido como pensé--

--Rosa pastel y azul oscuro, ¿Los tuyos?

--Verde y Amarillo.

--Mi turno, ¿comida favorita?

--Pie de manzana, me encanta comerlo y hacerlo.

--Oh, ¿Sabes cocinar? --Pregunte curiosa, Ban de volteo asustado, que tipo más raro--

--¡Claro! Es más, podría hacerte una comida especial si tú quisieras. --Ofreció amable con esa típica sonrisa y sus manos en su nuca como si estuviera recostado en...¿Nada? --

--¡No, no, no! ¡De ninguna manera! --Exclamó Ban sin dejarme responder ni una sílaba-- Apenas descubrí que tengo una hermana y ¿tú ya la quieres matar?

--Ay, ni que me fuera a envenenar, exagerado.

--Es capaz Elizabeth, es capaz.

Meliodas solo se encogió de hombros haciéndose el inocente, caminamos y seguimos haciéndonos preguntas otro rato hasta que llegamos a la casa de Ban.

--Oye... --Hizo una pausa y se golpeo la frente con su mano-- Iba a pedir tu número, pero recordé el incidente con tu celular.

¡Fuck! Había olvidado por completo mi destrozado celular, estoy incomunicada y justo este Rubio me empezaba a caer bien.

--Cierto... Lo siento.

--No hay problema, cuando tengas un nuevo celular me pasarás tu número. --¿Me vio cara de millonaria la qué? ¿¡De dónde carajos sacaré dinero para pagar un nuevo celular!?--