tristeza

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Y allí vemos al castaño, encogido entre las mantas, llorando mientras veía su celular.

– Señor Meliodaaaaas ¿Por- snif por qué fue así de estúpido como para dejarse matar? – apagó su celular y lo dejo en la mesa de luz.

De repente, entro un albino al cuarto, preguntándose porque lloraba.

– Oye, gatito, ¿Por qué lloras? – Se acercó mientras le veía confundido.

– ¿Que te importa? ¡Y no me llames así! –Le miro enojado con aún lágrimas en sus ojos, luego se acordó de la muerte de aquel personaje y abrazo al albino. – S-Solo lo hago porque estoy mal.

Y allí vio a un tierno chico, Tsundere que lloraba muy fácilmente cuando si su personajes de anime favoritos morían.

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