Capítulo 1: Internado.

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En algún lugar de La Serena

Igual me da algo de pena, mis padres, la Isa, todos mis seres queridos deben estar pasándolo terrible, ya son 4 meses desde que no doy señales de vida, pero, solo puedo decirte, que si no hubieses llegado, quizá estaría muerto y esto se convertiría en un crimen perfecto para Koke, pero estás acá y no podemos parar hasta verlo a él y su cómplice novia pagando por todo lo que han hecho, se que ahora no es el momento, pero mi ausencia les hará caer, yo lo sé –Ignacio se acostó.

4 meses no pasan desapercibidos, 4 meses desde la última aparición en público de Ignacio Vitalli. Toda la conurbación estaba empapelada y avisada, no había rincón en aquel lugar que no supiera sobre la desaparición del joven: anuncios en radio, televisión, diarios, redes sociales, pero nadie lograba hallar al muchacho. La familia estaba de duelo, si bien, la desaparición no confirma muerte, cada hora y cada minuto que pasa es más difícil de encontrar a alguien con vida. Aquellos padres y hermana no se rendían, llegarían hasta el último recurso existente para dar con la vida de Ignacio.

Marzo, comienzo nuevo año académico

El nuevo año arrancó y con ello el colegio volvió a abrir sus puertas, los estudiantes comenzaban a entrar a las aulas como de costumbre y de lejos podrían notarse varios rostros nuevos. Isadora Vitalli hacía su entrada de diferente manera, yo no trasmitía ese divismo y superioridad que tanto la caracterizaban, esta vez, estaba solo vestida con su uniforme normal, sin una gota de maquillaje, con su pelo tomado y cabizbaja, llena de pena y rabia, pues, para ella era difícil el comenzar sin su hermano, sin su aliado, su amigo, su inseparable compañero de vida. Fuera del vestíbulo, se encontraba un anuncio gigante con la foto de él: "Colegio de mierda, si hiciera un mínimo esfuerzo y de verdad investigara sabría que esto comenzó acá" pensó y siguió su camino hacia su sala. Iba caminando y notó que el colegio contaba con una gran ampliación: tenía 2 edificios completamente nuevos construidos al final de la cancha, eran inmensos, los 2 iguales, parecía que todo el colegio podría caer ahí, pensó quizá en salas nuevas, o el aumento de cupos por generación debido a la sobre demanda que siempre existía ahí, de todas formas, eran muy grandes, quedarían salas vacías, pero, en fin, no quiso pensar más en ello, hasta que de pronto, alguien le tomó por la espalda, ella volteó y se encontró con paz, quien venía junto a Ángel:

-Lo siento, de verdad, yo, lo siento tanto –dijo Paz lanzando un llanto descontrolado mientras abrazaba a la muchacha. Isadora, asombrada, respondió aquel abrazo, pues, nunca pensó que alguien con quien tuviera tanto roce y malos momentos, podría llegar a ese nivel de sensibilidad.

-De verdad, gracias por estar tanto con mi familia en este tiempo, eras muy importante para él y...

-Lo soy, lo sigo siendo, él está vivo, yo lo sé, yo se que está luchando en algún lado, no es de las personas que se rinde tan fácilmente, siempre dio pelea, siempre lucha por todo, se que él está bien dentro de todo, Isa, yo lo sé – decía la muchacha mientras tomaba a Vitalli de los brazos.

-Él sabe cuidarse, estoy seguro que está luchando donde esté, nos tienes a nosotros, lo sabes, por favor, cuenta con nuestra ayuda, nosotros también tenemos nuestras sospechas, al igual que tu, estamos contigo, siempre lo estaremos –dijo Ángel uniéndose a la conversación.

-Chicos, gracias, de verdad, sé que tengo su apoyo, y de verdad ayuda, necesito las evidencias necesarias para que Aline caiga, y quien sabe, quizá nos llevemos una sorpresa también –mencionó Isadora, agradecida por las palabras de ambos chicos.

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