Capítulo 5

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Me subí a mi moto y me fuí al centro de Madrid, al sturbacks donde trabajaba Lucas los fines de semana.

Al entrar vi a Jaime sentado con una chica en una mesa, se estaban besando por lo que fuí a pedir un frapuchino porque yo no pintaba nada con ellos y no sé porqué pero sentí como si mil espadas me atravesaran cuando la chica que le acompaña se dió la vuelta: era Sofía, la chica que me hacía la vida imposible y que siempre había estado detrás de Jaime (por lo que la odiaba aún más).

Me hubiera caído si no hubiera aparecido Lucas detrás de mi para sostenerme, encuanto me recuperé un poco cogí a Lucas de la mano y salí del local no sin antes sentir la mirada de Jaime en mi espalda.

-¿Que pasa, por qué te has puesto así?- enserio agradecía que acabara de terminar su turno porque no aguantaría volver a entrar- ni que hubieras visto un fantasma

-No ha sido nada, siento haberte asustado, ¿Nos vamos?- le supliqué

-Cla...Claro- dijo todavía un poco aturdido por mi reacción, ni yo la entendía, estaba saliendo con Lucas y se suponía que no me tenía que molestar sobre que labios estaban los de Jaime porque todo hay que admitirlo, era un mujeriego y no me pertenecía.

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-¿Ya has olvidado tu enfado por algo que no me quieres contar?

-Si, gracias al día que me has dado lo he olvidado todo- dije con un sonrisa

Sabía que no podía decirle: Pues mira no, mientras estábamos teniendo una cita muy planeada (por tu parte) y práticamente perfecta estaba pensando en que mi mejor amigo que casualmente me gusta desde que eramos pequeños se estaba besando con una chica que por cierto me odia. Así que preferí mentirle.

-¿Quieres hacer algo más?

-Creo que no, mi madre se preocupará si no llego pronto a casa- dije con una falsa sonrisa porque aunque mi madre me dejaba llegar tarde a casa necesitaba pensar en lo que ví en el starbucks y su compañía no ayudaba precisamente.

-Si quieres te puedo dejar en coche, me pilla cerca- sabía que no, el vive en la otra punta de Madrid por lo que preferí ir sola y así me despejaba los lios que tenía en la cabeza

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Cuando vi mi moto empezé a caminar más rápido porque la había dejado en la puerta del starbucks y no sabía si Jaime y Sofía o como yo la llamaba la barbie de puticlub seguían dentro por lo que cuando pasé por delante miré y seguían dentro aunque ahora no los veía con claridad por las lágrimas que luchaban por salir de mis ojos.

-¡Clau!- oí gritar a Jaime detrás de mí por lo que intenté ir más rápido- ¡Claudia Gonzalez García!

-DÉJAME EN PAZ- le grité y me puse a correr

-Detente niña linda- por un momento me quedé paralizada, eran las mismas palabras que hiieron que me enamorara de él

Me paré por un momento lo que hizo que me pudiera alcanzar.

-¿Que coño te pasa?¿Por qué estás llorando?¿Lucas te hizo algo?- esto último lo pronunció con los puños y la mandíbula apretada

-No, es que el chico al que amo se estaba besando con la chica que me odia- mierda sabía que no podía hablar con él, fue un gran error

-¿Pero el chico al que amas lo sabe?- mierda, ahí me había pillado aunque creo que no sabe a que me estaba refiriendo a él

-No....

-Pues díselo- vale, no iba a decírselo porque tenía novio y aunque solo llevaba un mes con él le quería

-Puede que en otro momento

-Pues cuando te decidas me lo dices- me dió un beso en los labios y me susurró-Porque él si que lo tiene claro

-Cre...Creo que me tengo que ir- ahora estaba más confundida aún que antes y necesitaba meditar lo que había pasado y sobre todo buscar una solución y rápido por lo que me fui a mi casa y corrí a mi habitacion de donde no bajé hasta la cena.

-¿Que tal el día?- preguntó mi madre, ella era alta, delgada y según fotos suyas de joven era como una modelo así que no entiendo por qué se casó con mi padre, que aunque no era feo tampoco era guapísimo, era incluso más bajo que mi madre. Cuando le pregunté a mi madre qué vio a mi padre para casarse con él me dijo. Por su corazón de oro.

-Bien- dijimos mi hermano y yo a coro. Aunque en ambos casos era mentira porque se había peleado con uno de sus muchos líos y yo por todos los lios que tenia en la cabeza.

-Me voy a la cama- dijo mi hermano que como yo estaba intentardo no hablar con mis padres de lo ocurrido durante el día y eso solo era posible huyendo.

-Y yo, creo que algo me ha sentado mal

Cuando me acosté no podía pensar en otra cosa que no fuera mi conversación con Jaime y me intentaba convencer de que quería a mi novio y que no podía acabar mi relacción de casi un mes (de hecho cumplíamos el mes mañana) por un chico del que estaba enamorada desde hace 11 años y que me había confesado su amor, eso si, después de besar a mi enemiga.

Así que pensé que enfadarme era la mejor solución porque tenía motivos.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora