"El pasado olvidado hará que aquel dolor se solucione y lo salve de la muerte".
Tanjirou es un Omega que se acaba de mudar a la ciudad de Tokio y por alguna razón comienza a sufrir incontables dolores que suelen tener la mayoría de Omegas al obtener...
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—Capítulo dos -
Tanjirou es un chico tímido, una persona con pocos amigos, un adolescente sin imaginación o como quieran llamarle, él no tiene mucho problema en cómo lo considere la gente, le da igual, pero simplemente no entiende lo que le está sucediendo, él no es una persona de un corazón noble como sus padres, pero tampoco alguien malvado, es normal, pero...
¿Qué mierda le pasa a su cuerpo?
Hace días que se mudó a Tokio y con ello su rutina ha cambiado demasiado, ahora asiste a una escuela con varios chicos de olores diferentes y extraños pero de alguna manera se las arreglo para adaptarse, sin embargo, una persona logró hacer que cambiará algo más que una rutina, comenzó a ser más sociable, de vez en cuando arregla sus cabellos e intentaba resaltar entre sus compañeros, ya sea participando demasiado en las clases o ser buen compañero.
¿Ahora le importa la opinión de las personas? Ni él mismo sabe lo que sucede.
Tomó asiento como es costumbre y esperó impaciente, mira de vez en cuando a sus compañeros de aula para después depositar su atención en la puerta, los minutos pasan lento mientras con los nervios en todo su cuerpo espera.
Cuando escuchó la voz que sorprendentemente logró volverse un factor fundamental en su vida, sonrió y acomodo un poco su uniforme.
Al verlo enfrente y reluciente no evitó sonreír, el maestro por breves momentos lo observó, siente sus penetrantes ojos en su pequeño ser aunque sólo tuvo su atención por segundos, un tiempo corto pero relevante.
El profesor de iris ámbar no tardo en hacer su trabajo de docente, en esos instantes de nuevo su interés por la materia de historia incremento, ignoró todo a su alrededor para concentrarse en el mayor.
—Recuerden, el mundo realmente sólo está dentro de un "Bug" hasta que la próxima evolución nos domine o un hecho cambie de nuevo el rumbo de la historia, la humanidad se mantendrá igual - terminó de comentar comenzando a recoger sus pertenencias no sin antes mirar de reojo al único alumno que roba cada uno de sus suspiros.
Borró de la pizarra aquellos dibujos extraños pues trata de hacer su clase dinámica, no quiere que sus alumnos odien la historia; una materia tan curiosa y simple pues parece que el mundo evolucionará cada vez con el caos y a veces con soluciones, aunque algunas no son muy sensatas para el ser humano.
Estando apunto de salir de aquel salón volvió a suspirar pues los recuerdos le carcomen, sin más terminó huyendo.
—¿Estará bien?- el alumno de cabellos rubios comentó pues no es común que su profesor tuviera esos extraños sonidos, sonidos de tristeza y terror con algo de melancolía, Zenitsu esperó alguna opinión del pelirrojo.
—No lo se - respondió simple, después de ya no observar al hombre llevó ambas manos a su cuello, de nuevo un ardor se propagó en este y con un gruñido ahogado tuvo que aguantar aquel infernal cosquilleo.
