11. "¿Por qué estás llorando?"

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"Benny, es perdonable la blasfemia contra el Padre?"me preguntó un cristiano nuevo recientemente."Sí", contesté."¿Qué de la blasfemia contra el Hijo?""Esa puede ser perdonada también", dije yo."Entonces, ¿puedes decirme por qué la blasfemiacontra el Espíritu Santo no puede ser perdonada?"


LIBERTAD DEL TEMOR


Para muchas personas el tema es inquietante. Pero elEspíritu me ha dado libertad del temor de cometer "elpecado imperdonable". El me abrió el entendimiento con talrevelación que ya no me preocupa el asunto."El estaba llorando silenciosamente"En el invierno de 1974 Dios abrió mis ojos a una tremendaverdad concerniente a la naturaleza del Espíritu Santo y porqué el Padre y el Hijo dieron la "última" advertencia aaquellos que blasfemaran al Espíritu.
Yo estaba en oración cuando de repente supe que elEspíritu de Dios estaba en mi cuarto, y sentí que El estaballorando. Yo sé que esto suena raro, y tengo que confesarque no lo entiendo completamente. Pero sí recuerdo que yoestaba de rodillas cuando sentí Su presencia y percibí queEl estaba llorando silenciosamente.Tú dices, "Bueno, cómo sabías que era el Espíritu?"Para mí, cuestionar la realidad de ese momento sería comocuestionar mi salvación; tan real como ésta fue esa experiencia.Yo no puedo explicarla o comprenderla, pero sé quesucedió.La experiencia fue tan real, que efectivamente volvími rostro hacia la izquierda y dije: "Espíritu del Señor, porqué estás llorando?"No hubo respuesta. Y en ese momento las lágrimascomenzaron a rodar por mis mejillas. Con mis ojoshumedecidos, le pregunté otra vez: "Espíritu del Señor,¿por qué estás llorando?"Entonces todo mi ser comenzó a llorar. Ya no eransolo lágrimas; la realidad de lo que sentí era tan grande quecomencé a gemir. El sentimiento venía de muy dentro. Eracomo si yo estuviera quebrantado de corazón -como unapersona que acaba de perder un hijo o una hija.El gemir profundo no cesaba. Yo estaba llorando enla noche y no pude dormir. Y continuó, no por horas sinopor días. Esto no fue planeado y en verdad, yo no podíaentender por qué las lágrimas eran tan incontrolables. Laexperiencia duró por más de tres semanas.La carga se hizo cada vez más pesada. Yo sentíacomo si alguien hubiera tomado una carga de mil libras, lahubiera ligado apretadamente a mi espalda, puesto llave alas ligaduras, y me hubiera dejado solo para que luchara. Detodos modos, sentía como que yo estaba sobrecargado conuna carga pesada y opresiva de dolor. Esa es la únicamanera de describirla -una carga de dolor.Paseándome por la habitaciónMe sentía como el salmista cuando escribió:Me he consumido a fuerza de gemir; Todas lasnoches inundo de llanto mi lecho, Riego micama con mis lágrimas.(Salmo 6:6)Allí estaba yo, afligido sin saber por qué, paseándome porla habitación buscando una razón.Alcé mi vista y dije: "Señor, ¿por qué?" Yo oré queme librara de este peso inexplicable sobre mis hombros. Enese momento el Dios omnipotente transformó esa carga dedolor en una carga por las almas perdidas que jamás habíaconocido antes.Lo que comenzó por preguntarle al Espíritu Santo,"¿Por qué estás llorando?" terminó con una carga quetransformó mi vida; una carga por los perdidos que nuncame ha dejado -ni una vez- hasta este día.Yo salí de aquella experiencia (aunque todavía no laentiendo completamente) convencido de que el EspírituSanto se aflige por el mundo. Estoy completamentepersuadido de que con lágrimas El busca siervos que llevenel amor de Dios. Yo creo que el Espíritu del corazón delPadre se está quebrantando por las necesidades de lahumanidad. Quizás en aquellas semanas El me permitiótener sólo un vislumbre de Su agonía por los perdidos.No había duda de lo que sería el futuro de BennyHinn. Yo sabía que tenía que predicar el mensaje del Padre,del Hijo, y del Espíritu Santo. Y no he dejado de hacerlodesde entonces.El Espíritu es tan especial que cuando El encuentrauna persona que El pueda usar, le permite sentir el palpitarde Su corazón. Cuando tú hayas sentido el dolor que elEspíritu Santo siente, ese sentir se adhiere a tu conciencia ynunca te deja. No solamente ves las necesidades de lahumanidad; tú sientes aquellas necesidades desesperadascomo nunca antes.
Pero yo creo que había otra razón para que Dios mepermitiera pasar por aquella lección. Aquello abrió mis ojosal porqué el Espíritu Santo es un miembro de la Trinidad y,sin embargo, es diferente del Padre y del Hijo. Y me hizoposible juntar las piezas del rompecabezas llamado "elpecado imperdonable".Insulto y calumnia¿Qué dice la Escritura exactamente?Jesús, hablando a los fariseos, dijo: "El que no esconmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge,desparrama. Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemiaserá perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra elEspíritu no les será perdonada" (Mateo 12:30-31). Luego,haciéndolo aun más claro, dijo: "A cualquiera que dijerealguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado;pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le seráperdonado, ni en este siglo ni en el venidero" (v. 32).¿Que abarca la palabra blasfemia? La palabra tienediferentes significados que incluyen:Hablar mal deBurlarse (o escarnecer)Injuriar, denigrar, criticar, o hablar irrespetuosamente deDifamar -herir con palabrasCalumniar -o acusar falsamenteInsultarAlgunos pueden preguntar: "¿Cómo uno difama alEspíritu Santo?" o ¿Cómo lo "insultas"? Es un acto voluntario.El libro de Hebreos habla directamente sobre elasunto:Porque si pecáremos voluntariamente después dehaber recibido el conocimiento de la verdad, ya no quedamás sacrificio por los pecados, sino una horrendaexpectación de juicio, y de hervor de fuego que ha dedevorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés,por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.¿Cuánto mayor castigo pensáis que mereceráel que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda lasangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciereafrenta al Espíritu de gracia? (Hebreos 10:26-29).A esas palabras sigue este serio recordatorio: "Puesconocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré elpago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a supueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!"(w. 30-31).Qué diferencia¿Por qué no hay perdón para la blasfemia contra el EspírituSanto? A través de las páginas de este libro he compartidocontigo de la Escritura que hay una particularidad -unadiferencia- en el Espíritu Santo. El no es más alto ni másbajo que el Padre o el Hijo, pero tenemos que llegar aconocer Sus características.El Dios todopoderoso, el Padre, es el gran Dios delcielo y tiene que ser adorado, alabado, glorificado, magnificado,y ensalzado. Jesús, Su Hijo, es el Señor de la gloria,a quien aun los ángeles temen mirar. Sin embargo, amigomío, yo entiendo que el Espíritu Santo tiene la capacidad desentir las emociones humanas -aun dolor, aflicción yangustia- con una intensidad que El solo conoce.Tú dices: "¿Quieres decir que el Espíritu Santo puedesentir un dolor de corazón en una manera diferente que elPadre y el Hijo?" La Escritura no dice: "No contristéis alPadre o al Hijo". Siempre es: "No contristéis al Espíritu".¿Por qué? Yo creo que es porque El es tocado en unamanera profunda e intensa que en algo difiere de lo queexperimentan los otros miembros de la Deidad.El solo hecho de que Jesús dijera que "alguna palabracontra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero el quehable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado" indicaque el Espíritu Santo puede llegar a herirse.¿Por qué del Padre se dijo que "hicieron enojar susanto espíritu?" En otras palabras, el Espíritu de Dios fueafligido o atormentado. Y la Escritura dice que "por lo cualse les volvió enemigo y él mismo peleó contra ellos" (Isaías63:10). ¿Por qué el Espíritu parece ser tan protegido?Quizás sea porque Dios el Padre sabe cuan tierno elEspíritu es. Es casi como si Dios el Padre dijera: "Si tú lotocas, jamás te perdonaré".¿Por qué el Espíritu Santo está tan protegido porCristo que Jesús decía: "Mi sangre limpiará todos lospecados menos ese?" El aun dijo: "Pero cualquiera queblasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón,sino que es reo de juicio eterno" (Marcos 3:29). ¿Por qué?Repito, porque el Espíritu Santo es diferente y Su corazónpuede ser tan fácilmente lastimado.Pero, ¿puedo darte una palabra de consuelo? Antesde Jesús hablar de blasfemia, El hizo una declaración muyimportante que debes de leer una vez más. El dijo: "El queno es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge,desparrama" (Mateo 12:30).Si tú estás trabajando para Cristo, no caes dentro dela categoría de Su advertencia. Cuando el Señor habló sobreel tópico de la blasfemia, hizo absolutamente claro queestaba amonestando a personas que no estaban trabajandocon El.Pregúntate, "¿Estoy con El?" Si la respuesta es sí,entonces pregúntate: "¿Estoy recogiendo almas para El?" Sila respuesta todavía es sí, puedes decir: "Entonces nuncablasfemaré al Espíritu"."¿Estás preocupado?"Una adolescente vino a mí convencida de que ella habíablasfemado contra el Espíritu Santo."¿Estás preocupada?" le pregunté."Sí", dijo ella con una mirada turbada."Jovencita", le dije, "el solo hecho de que estéspreocupada quiere decir que tú no blasfemaste contra elEspíritu".Tú ves, la blasfemia es un acto de la voluntad que noacarrea preocupación.La blasfemia es maldecir a Jesús y decir: "¡No meimporta lo que El hizo!" Es decir: "¿A quién le importa loprecioso que la sangre es? La blasfemia es despreciar lo queDios hizo y hacerlo voluntariamente.Tú dices: "Bueno, Benny, ¿cómo yo sé que nuncacometeré ese pecado?" Tu no cometerás ese pecadomientras no desees cometerlo.Mira atentamente lo que Cristo dijo. El dijo quecualquiera que "hable" contra el Espíritu no será perdonado.Esa palabra es vital para el mensaje de Cristo. Hablar indicaun acto deliberado.' Es más que un pensamiento ocioso. Elcuerpo entero de uno llega a envolverse en el acto de deciruna palabra.Si el espíritu es blasfemado, El es insultado poraquellos que han hecho la decisión de blasfemar. Es un actode la voluntad, una decisión que uno tiene que ejecutar.¿Dónde está Satanás en todo esto? De mi trato con lagente como ministro, yo sé como el diablo viene a la gentey trata de llenar sus mentes con pensamientos malos acercadel Espíritu Santo. ¿Esperarías tu nada menos de él? Quizáste ha pasado a ti.¿Han entrado alguna vez pensamientos "impropios" atu mente que deseas que nunca hubieran venido? ¿Quienlanzó hacia ti ese mal pensamiento? Por supuesto que fueSatanás. Pero, ¿dijiste tú ese pensamiento en voz alta? ¡No!La razón de que guardaras silencio es que no fue unpensamiento tuyo.Es la persona que habla en coritra del Espíritu Santola que ha hecho la decisión de blasfemar. Es el que dice:"¡Yo voy a blasfemar, y no me importa lo que Dios piense!"Saúl blasfemó al Espíritu cuando rechazo la palabrade Dios. Demás, uno de los compañeros de Pablo, blasfemócuando le dio la espalda al evangelio y volvió a la lasciviade la carne. Pablo escribió: "Demás me ha desamparado,amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica" (2 Timoteo4:10).No le permitas que te dejeTú dices: "Nos has estado diciendo que no podemos150 151blasfemar. ¿Y qué de Saúl y Demás?" Mi punto es que túno puedes blasfemar mientras decidas vivir para Jesús ypermanecer con esa decisión.El camino a la eternidad está cubierto de personasque empezaron con Cristo y terminaron con Satanás. Haylos que pasan al frente y le dan la mano al predicador comosi eso les diera una clase de póliza de seguro que lesgarantiza una mansión en el cielo. Pero sus corazones noacompañaron a sus acciones. Pronto encuentras a esosmismos enamorados de la lascivia, el dinero o el brillo delmundo. Y dicen: "Dios, yo me voy".Puede que te preguntes: "¿Cómo sé que el EspírituSanto está todavía conmigo? ¿Y cómo sabré si El se haalejado y cuándo lo ha hecho?"Es una táctica de Satanás, atacarte y llenar tu mentecon estas palabras, "¡El Espíritu Santo te dejó. Se fue parasiempre. Nunca lo volverás a tener!"Pero no aceptes eso. Te diré cómo puedes saber si elEspíritu todavía está contigo. Esto ha sido una gran ayudapara mí y creo que lo será también para ti. Primero, laEscritura nos dice que el Espíritu Santo mora en cadacreyente como consejero y fuente de paz. Segundo, ¿estástú consciente de la presencia de Jesús en tu vida? Entoncesel Espíritu Santo no se ha ido. ¿Todavía oyes al Espíritu deDios decir: "¡Ora!" El no se ha ido. ¿ A veces te sientesculpable por no leer la Palabra?" El no se ha ido; enefecto, El te está trayendo convicción de pecado. ¿Alencontrarte con alguien has sentido la urgencia de hablarleacerca de Jesús? El todavía está allí.Jesús no estaba hablando palabras contradictoriascuando dijo que el Espíritu estará contigo para siempre. Elestaba hablando del hecho de que la función del Espíritu espermanente -aun eterna. Tú ves, si lo blasfemas, elEspíritu se va. Pero si lo contristas, El no te deja. El sequedará, aun cuando tú lo hieras. Yo creo que los cristianoscontristan el Espíritu cada día. Yo, por lo menos, soyculpable de ello.Contristar al Espíritu Santo es el pecado de la iglesia.Es por eso que Pablo le dijo a la iglesia: "No contristéis elEspíritu Santo". El no estaba dirigiendo esas palabras a losinconversos.
¿Qué si yo cayere?Puedes preguntar: "¿Cómo lo contristamos?" Tú locontristas cuando no perdonas. Lo contristas cuando dicesalgo feo o malo. Pero tu oración diaria debe ser: "BenditoEspíritu de Dios, por favor ayúdame hoy a no contristarte".¿Y qué si cayeres? El está más que dispuesto paraoírte decir: "Por favor, perdóname". Y El te perdonará y telimpiará setenta veces siete.El Espíritu Santo es tan sensible que aun la másligera herida le causará dolor. Y mientras más tiempo lohayas conocido, más entenderás Sus sentimientos. Cuántasveces, con lágrimas, yo digo: "Espíritu Santo, siento muchohaberte causado angustia. Pero, por favor, por favor,quédate a mi lado".En ocasiones le he dicho: "Tu me puedes castigar,¡pero no me sueltes!" Porque a quien el Señor castiga, esporque le ama. Es como decir, "Yo te amo".Yo creo que si una persona permanece en una actitudde indisposición a perdonar, el Espíritu del Señor permitiráque atormentadores entren en él. Es por eso que Cristo ledijo a Pedro cuando el discípulo preguntó: "Señor, ¿cuántasveces perdonaré a mi hermano que peque contra mí?¿Hasta siete?" (Mateo 18:21).El Señor le contestó, "No te digo hasta siete, sino aunhasta setenta veces siete" (v. 22). Entonces el le dio laparábola del siervo no perdonador, que termina con laadvertencia, "¿No debías tú también tener misericordia detu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces suseñor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagasetodo lo que le debía" (vv. 33-34). Cristo concluyó laparábola diciendo: "Así también mi Padre celestial hará convosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a suhermano sus ofensas" (v. 35).¿Quiere decir ésto que el Espíritu Santo se ha alejadopermanentemente? No. Es sólo que Dios removerá Sumano de protección de aquellos que no perdonan.Una persona que totalmente ha blasfemado alEspíritu Santo llega a estar llena de los demonios deSatanás. Pero si tú preguntas: "Benny, ¿tú crees que undemonio puede poseer a un cristiano que está lleno delEspíritu Santo?" ¡Absolutamente no!Yo sí creo, sin embargo, que una persona que hahecho una confesión de fe en Cristo, pero no vive para elSeñor -que vive sin perdonar- puede ser influenciada pordemonios. Tales pueden ser hostigados y aun oprimidos porlos poderes de las tinieblas, pero no poseídos.Pedro, por ejemplo, dijo: "Señor, tú no vas a morir".Y Jesús le dijo, "Quítate de delante de mí, Satanás". Pedrono estaba poseído por Satanás. El sólo estaba influenciado.Hay una gran diferencia.Jesús dijo, mediante el Espíritu, "Nunca os dejaré nios desampararé" Y eso, mi amigo, son buenas noticias. Ycomo El permanece con nosotros, es más importante saberqué hará El por nosotros que lo que Satanás hará contranosotros.Tú no puedes hacerlo por ti mismoEstoy seguro de que es tu mayor deseo amar a Dios con tuespíritu, alma, y cuerpo. Pero no importa cuan fuerte sea tudeseo, es absolutamente imposible lograr tu meta por timismo. Es imperativo que digas: "Espíritu Santo, te pidoque me ayudes".Pablo le escribió a la iglesia en Roma: "La esperanzano avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramadoen nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fuedado" (Romanos 5:5).Ciertamente, deseamos amar a Cristo, pero eso esimposible a menos que el Espíritu nos dé amor sobrenatural.¿Y cómo lo recibes? Simplemente dices: "Espíritude Dios, yo me rindo a ti". Por ese solo hecho El inundarátu alma de amor por el Señor.Mientras más profundamente conozcas al EspírituSanto, más profundamente conocerás a Jesús. Es algoautomático. ¿Por qué? Porque cuando el Espíritu estápresente, Cristo es enaltecido. Jesús dijo: "¡El meglorificará!" El Señor nunca es echado a un lado, sino másbien es traído mucho más cerca.Pablo escribió: "Ahora, pues, ninguna condenaciónhay para los que están en Cristo Jesús, los que no andanconforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Romanos¿Entiendes tú lo que verdaderamente significa andaren el Espíritu? Cuando El dice: "Ora", eso es lo que túhaces. Cuando El dice: "Testifica", eso es lo que tú haces.De repente, estás andando en el Espíritu.


EL GOZO DE LA LIBERTAD EN EL ESPÍRITU


Cuando se desobedece se siente condenación y luego culpa.Pero al obedecer Su llamado, conoces el gozo de la libertaden el Espíritu: "Porque la ley del Espíritu de vida en CristoJesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte"(Romanos 5:2). El dador de la ley en el Antiguo Pacto fueel Padre, pero el dador de la ley en el Nuevo Pacto es elEspíritu Santo. Jesús dio los mandamientos mediante elEspíritu (Hechos 1:2), igual que Dios una vez dio la leymediante Moisés.Siete revelaciones¡Qué gozo da disertar sobre las victorias descritas por Pabloen Romanos 8! En efecto Pablo comparte siete revelacionesespecíficas en los primeros dieciséis versículos de estacarta.Quizás en ninguna otra parte en la Escritura está laobra del Espíritu tan claramente definida.1. Hay poder sobre el pecado. La primera revelación diceque la ley del Espíritu de vida le da a uno libertad delpecado y de la muerte (vv. 1-2). Tú tendrás dominio sobreel pecado.2. El cumplirá la ley. "Porque lo que era imposible para laley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a suHijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la leyse cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a lacarne, sino conforme al Espíritu (w. 3-4).
Es el cumplimiento de la ley de Moisés lo que haproducido la libertad que ahora tenemos en el Espíritu.3. El te dará la mente de Dios. "Porque los que son de lacarne piensan en las cosas de la carne, pero los que son delEspíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de lacarne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.Por cuanto los designios de la carne son enemistad contraDios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampocopueden; y los que viven según la carne no pueden agradar aDios" (vv. 5-8).4. El te dará justicia. "Mas vosotros no vivís según lacarne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Diosmora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo enverdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vivea causa de la justicia" (vv. 9-10).5. El dará Vida a tu cuerpo. "Y si el Espíritu de aquel quelevantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el quelevantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará tambiénvuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora envosotros" (v. 11).Si sigues en los pasos del Espíritu Santo, andarás ensalud. Tendrás un cuerpo vivificado. Como dijo el profetaIsaías: "Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas"(Isaías 40:31). Mi amigo, tú no puedes renovar tus fuerzassin el Espíritu Santo porque El es el que vivifica el cuerpomortal.6. El traerá muerte al yo. "Así que, hermanos, deudoressomos, no a la carne, para que vivamos conforme a lacarne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas sipor el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios,éstos son hijos de Dios" (vv. 12-14).7. El te dará testimonio de tu salvación. "Pues no habéisrecibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez entemor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, porel cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo datestimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios"(vv. 15-16).En versículo tras versículo, Pablo te dice que es elEspíritu quien hace la obra del Padre y del Hijo. Y yo meemociono cada vez que leo estas gloriosas palabras:"Porque los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstosson hijos de Dios".No es la intención de Dios que te apartes de la sendaque El te ha trazado. El no te creó para verte caer. Es poreso que no debes llegar a estar indebidamente alarmado porla posibilidad de cometer el pecado imperdonable, lablasfemia contra el Espíritu Santo.Tu amor por Cristo sobrepasa de tal manera a lainfluencia de Satanás, que la batalla ha sido ya ganada. ElEspíritu Santo anhela que tú comiences una relación profundapersonal con El.Cuando mi alma clamaba con sollozos del corazónque parecían interminables, el Espíritu esperaba pacientemente.Su carga vino a ser mi carga, y esa experiencia medio una pasión por las almas que nunca ha disminuido ni seha apartado.El estaba esperando para darme poder, plenitud,justicia, una vida guiada por el Espíritu, y mucho más.Y ahora El está esperando por ti.

Buenos dias Espíritu Santo - Benny HinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora