Mi pequeño hermano y yo entramos a aquel sitio estaba repleto de gente, para ser más específica adolecentes, parecía que nos devoraban con la mirada, nos acercamos a la caja y pedimos nuestra comida, caminamos hasta una mesa que estaba libre y esperamos, la comida no tardó mucho en llegar y estaba realmente deliciosa 1... 2... 3... las papas se habían acabado, y el responsable de eso estaba frente a mí.
- ¡Hey! -alegue- ni si quiera me dejaste una
-¿Uh? -dirigio su mirada hasta a mi mientras le daba un gran bocado a su hamburguesa, imite su acción tomando la mía y dándole un bocado más grande, comenzando una pelea entre cual bocado era más grande-
-¡Mi dedo! -chilló alex al morder al recién nombrado, contuve mi risa al ver lo que acababa de hacer ya que, estaba muy llena como para reír-
- ¿Volvemos al parque? -me levanté de mi asiento al igual que alex, quién asintió con la cabeza, caminamos un poco y ya nos encontrábamos sentados en el césped con nuestros estómagos felices-
-okay, sin duda me siento mejor -solto de la nada alex sobando su panza-
- imagínate yo, me siento de maravilla -comence a reír y miré hacia otro lado, era un día caluroso y la agradable brisa que recorrió mi espalda fue de maravilla para aquel momento-
-Papá dijo que volvería en unas horas, o días, uno nunca sabe -suspiro- quería que el me enseñara a jugar baseball... pero "tal vez en otra ocasión"...
- No te sientas triste, disfruta del momento, quizá llegué hoy y te enseñé a jugar baseball, o quizá yo pueda intentarlo. -me acerqué e intenté consolarlo, en gran parte era verdad que nuestro padre nunca estaba en casa, yo tenía a los perdedores, y alex... bueno, el tiene a... ¿El aire?-
-meh, pasó de eso, tampoco sabes jugar -hizo una mueca rechazando mi oferta, y dejando caer una pequeña lágrima que rápidamente se limpió-
- Aprenderemos juntos, será como... ¿Algo divertido, no? ¿No eras eso lo que querías? -pregunté-
-Si pero... las chicas, a ellas no les gusta hacer eso... -Respondió- a ellas les preocupan otras cosas ¿Su cutis tal vez? Oh espera "¿Me veo Bonita hoy? Muac muac" -imitó alex-
- No todas las chicas son así alex, ¿Que te hace pensarlo? Además, algunas somos cool, y nos gusta divertirnos, al igual que a los chicos -reí golpeando su codo-
-Jessica salón 8 (Popular en la escuela), a veces pienso que está loca... pero no tanto como tú, todas las chicas son bonitas, no deberían preocuparse tanto de su apariencia ¿Cuando te regalan algo que te importa más _____? ¿El envoltorio u lo que hay dentro? -explico mientras llevaba sus manos a la cabeza-
- sinceramente tienes razón, que bueno que pienses así -lo abrace-
-¡AH! -me aparté repentinamente- mi estómago, ¡creo que va a explotar o algo!
- Tranquilo alex, ya pasará, recuéstate y verás como pasa - obedeció recostándose en el césped y presionando sus manos contra su estómago-
-Creo que... exploté. -soltó una gran risa luego de lanzar un gas-
- ¡Ewww! ¡Estás más tóxico que Chernóbil! -me levanté del suelo y sacudí mi ropa- Vamos a la farmacia antes de que sea tarde.
-No, no tomaré remedios asquerosos -enseño su lengua apuntandola con su dedo-
- Tal vez no sean tan malos como crees, además la caminata servirá de que bajes esa comida -Ayude a alex a levantarse extendiéndo mi mano en su dirección y el la tomó con gusto, caminamos un par de cuadras hasta llegar a la farmacia y entramos, el vendedor nos recomendó un té de hierbas y eso compramos-
-¿Cuánto dinero nos sobró? -preguntó alex de camino a casa-
- No lo sé, tu lo tenías la última vez ¿Dónde lo dejaste? -pregunté preocupada y abriendo los ojos como plato mientras que alex rebuscaba en sus bolsillos -
-no está.... ¡EL DINERO NO ESTÁ! AHH -comenzó a desesperarse mientras seguía buscando-
- ¡Ya no seremos millonarios! Papá nos matará, ¡Vamos alex debemos buscarlo! Tal vez te lo dejaste en la farmacia... -Comenzamos a correr hacia ella, íbamos tan rápido que juraría que en ese momento volabamos-
Al entrar a la farmacia la campanita se hizo presente, en el mostrador había un chico de baja estatura, tenía un cierto parecido con eddie pero... nah.
Revisamos cada estantería y nada.- ¿¡De qué te ríes Alex!? volteé donde el chico al sentir sus risitas, estábamos en un pasillo de la farmacia alejado del mostrador por lo que nuestra búsqueda intensiva era menos silenciosa-
-Tienes el dinero en tus pantalones... ¡Hicimos todo esto por nada! -soltó una gran risa y salimos de allí por segunda vez, fuera de la farmacia se encontraban unos grandes vidrios y revisé si efectivamente tenía mi dinero allí, pero mi atención no solo se fue hacia el dinero, sino que mi actitud cambió cuando vi a Eddie en el mostrador con gretta, el pequeño se volvió hacia mi con una gran sonrisa y camino hasta la salida, corriendo rápidamente de allí evite que el me viera aunque en estás alturas no podía asegurarlo-
- Vámonos a casa Alex. -lo tomé del brazo y emprendimos rumbo hacia nuestro actual hogar-
( . . . )
Claro, lo suponía eddie nunca me quiso y supongo que tendré que olvidarlo, todo lo que quería era amor, pero tal vez Derry no es el lugar para encontrarlo.
Estaba en el sofá de mi casa matando el tiempo como alex solía hacerlo, ambos observamos el reloj esperando a que papá llegará ¿Donde estaría?.
El teléfono comenzó a sonar y castaño fue corriendo a contestar.
-Es papá -musito alex, tenía la esperanza de que fuera Eddie y me acomode en el sofá, tomé una bocanada de aire y tuve el valor de hablar-
- ¿Sí? ¿qué quiere? -pregunté desilusionada al saber que no era el-
-Necesita quedarse en su trabajo unos días, quiere que me cuides y no me dejes solo -respondió con tristeza y haciendo una mueca-
- Bien, dile que se cuide -dicho eso alex obedeció y colgó, subió a su habitación y cerró la puerta de un golpe-
Aunque me dolía ver a Alex así no podía hacer nada, me quedé unos momentos observando el teléfono para ver si Eddie me llamaba o algo.
Los minutos se hacían eternos.
"Deja de observar el teléfono, el no va a llamarte"
Era el único pensamiento que tenía en ese estúpido momento.
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𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐥𝐨𝐯𝐞 [Eddie kaspbrak y tú]
Romance-Ahora que eres nuestra amiga, bienvenida al club de los perdedores¡! -¿Por qué les dicen así? -dijiste mirando al chico- -Cada uno tiene un defecto...