Hiruzen se encontraba preparando sus cosas para marcharse a descansar, ya era pasado media noche y mañana debía estar atento para la llegada de Naruto, había mandado a limpiar el departamento para que estuviera habitable, hubiera querido darle algo mejor pero por el momento no podía, estaba la casa de sus padres pero sería muy extraño que un huérfano viviera en la casa del cuarto más el que fue visto como el zorro demonio, pero trataría de mejorar la situación mediante fuera pasando el tiempo, miró por última vez por su ventanal para observar las caras de sus antecesores -"ya estoy demasiado viejo para este trabajo"- pero todo se vió interrumpido ya que desde la entrada de la aldea se lanzó un kunai con una bengala, señal de que se habían infiltrado en la aldea, rápidamente su escolta anbu apareció junto a el para esperar ordenes -"busquen al infiltrado y tráiganlo ante mi"- estos asintieron y desaparecieron -"construcción de porquería"- se escuchó un reclamo desde afuera de su oficina como pasos se acercaban, y así como sucedió con su amigo hace 8 años atrás, la perilla de la puerta fue rota -"puerta de mierda"- para seguidamente ser pateada -"no puede ser"- murmuró al ver al que alguna vez fue un niño pequeño y desnutrido que ahora no era todo lo contrario, mirada segura, masa muscular un poco superior a la nueva generación, llevaba puesta una polera blanca sin mangas, pantalones a media canilla y en vez de sandalias, llevaba sandalias diferentes a las que utilizaban normalmente los shinobis, estas eran de verano, pero se suponía que iban a llegar mañana al rededor del medio día -"oye anciano tus anbus son muy lentos, ellos llegarán mañana, en cuanto a las puertas rotas de la entrada creo que tienes termitas"- comentó naruto bajando su mochila como su pergamino que hizo crujir el suelo, llamando la atención del Sarutobi -"Hola muchacho, la verdad es que yo te esperaba hasta"- naruto se pasó el dedo meñique por su oreja como buscando alguna basura -"vaya es igual que sin respeto como Drako"- pensó con una gota en la cabeza -"si, si lo que sea, tiene algún alojamiento para mi?"- Hiruzen asintió, buscó la llave del departamento y se la lanzó, Naruto tomó el llavero y su cara cambió de relajado a serio, colocó las llaves en la palma de su mano y apretó su puño aplicando chakra de fuego derritiendolas en el proceso -"no volveré a ese basurero, no importa si no tiene algo mejor, iré a un hotel y mañana buscaré algo por mi cuenta"- dejó caer el metal al suelo, recogió sus cosas y comenzó a salir, pero se vió detenido por la escolta del Hokage -"vaya recibimiento, esta aldea no cambia, espero que esta no sea la fiesta de bienvenida que tenías preparada para mi anciano Sarutobi"- Hiruzen sintió la hostilidad del pelirrubio, definitivamente había aprendido demasiado bien de su amigo -"tranquilo Naruto aquí nadie es tu enemigo"- naruto escupió al suelo -"pura mierda, la mitad de esta aldea me odia por lo que represento y la otra mitad me odia porque el resto me odia, en lo que a mi respecta esta aldea no representa nada para mi, si me separaste de mi familia para sonreirle a todo el mundo como estúpido creo que te equivocaste de persona, ahora si su séquito de bailarines me lo permite, quisiera ir en busca de un lugar decente para dormir antes que toda la aldea sepa que estoy de vuelta"- Hiruzen miró seriamente a Naruto, no esperaba un cambio tan radical -"mañana debes venir para que te asignemos a tu equipo genin"- Naruto se comenzó a marchar levantando la mano restándole importancia a lo dicho por el Hokage -"quiere que lo sigamos?"- preguntó comadreja ubicándose al lado del Hokage"- Hiruzen suspiró -"déjenlo, ya vino aquí y ya sea por voluntad propia o no, no se moverá hasta que se lo ordenen"- el anbu asintió y desapareció junto a su equipo, Hiruzen observó el suelo donde estaba el metal derretido de las llaves, al parecer las cosas serían diferentes para el Uzumaki en esta vuelta, ya no había a quien golpear para desahogar a los aldeanos y quien lo hiciera terminaría más que dañado -"qué le enseñaste Drako"- suspiró, no ganaría nada esperando una respuesta y debía resignarse a esperar -"fue esta una buena decisión?"- preguntó mirando al cuarto Hokage.
Naruto caminaba por la aldea buscando un hotel donde dormir, ya mañana podría comprar una casa, la diferencia de un dueño de una tienda de armas con el herrero, es que el dueño de la tienda vende en masa y las armas son producidas en masa, en cuanto al herrero, ningún trabajo es parecido al anterior y todos los trabajos son a pedidos y personalizados para el gusto del cliente por lo cual el precio es mucho más alto y gracias a las enseñanzas de su abuelo y su madre pudo hacer varios trabajos que le dejaron buenas ganancias, eso y las misiones que hacía para los clientes de su abuelo, asesinato, robo, secuestro y así varias cosas más, nadie lo sabía pero su abuelo era el dueño del volcán y varias hectáreas alrededor de este, ser Herrero era algo de familia y de tanto hacer armas uno también aprende una que otra cosa, como por ejemplo llevar los jutsu Katon a alcanzar los 1000°C, llamas que podrían pulverizar a una persona, pero el hierro exigía estas temperaturas para poder trabajar, a la distancia vió un hotel, miró el cielo y suspiró, debía tener paciencia y quien sabe, convencía a su abuelo de instalarse en konoha aunque era poco probable, lo mejor era descansar y esperar lo mejor.
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El herrero
FanfictionHiruzen preocupado por la seguridad de Naruto, le pide de favor a un amigo que lo lleve con el y que lo entrene para el futuro, pero este no solo le enseñará las artes shinobis, ahora que esta de regreso en la aldea nada será igual que antes.