Supongo que para la mayoría de las personas en estos años han de pensar que la edad solo es un número, pero la triste realidad es que no es así. Hace unos cuantos años tuve mi primer romance con una mujer un año mayor que yo. Ambos éramos adolescentes que nos estábamos adentrando dentro del mundo del amor; y si, al principio todo era rosas y arcoiris, hasta que el cuento de hadas acabo, habiamos terminado luego de 7 meses porque ella había comenzado a engañarme con otra persona. Ese primer romance también se convirtió inevitablemente en mi primer sufrimiento por amor, que me dejó en un estado de melancolía y tristeza por unos meses.
Al pasar el tiempo pensé en volver a tener pareja, por lo que comencé a salir con una mujer, la cual era 8 años mayor que yo. Pasaron 2 meses, era feliz al pasar tiempo con ella y se notaba que tenía mucho experiencia en cuánto relaciones, se comportaba más maduro y sería que yo, me encantaba; aunque lamentablemente también tenia sus contras. Por más que demostraba mucho afecto, ella había adoptado una forma de ser en base a sus experiencias, una forma basada en que, si por algo llevábamos a terminar, ella ni siquiera de molestaría en andar triste por nuestra rompimiento ni tres días. Esa forma que había adoptado era algo totalmente diferente a lo que pensaba en ese entonces, aún tomando el amor y la relaciones como si todo fuera de algodón de azúcar.
El punto es que la edad si importa en una relación; importa el punto de vista de cada integrante de la relación y los métodos que usan para solucionar peleas o discusiones, al igual que importa tener en cuenta la diferencia de intereses y experiencias que existen entre ambos.
