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Los días y semanas pasaron, las cosas parecían ir bien, Krist no había vuelto a enfermar y Singto no se había vuelto a alejar sin embargo tampoco se había acercado mas, Singto decidió que solo sería un amigo mas, tenia miedo, miedo de que una mañana al despertar Krist desapareciera, miedo a amarle, miedo depender de aquel ser de luz que se apagaba con cada suspiro, para muchos podría ser cobardía o tal vez egoísmo pero Singto no quería terminar lastimado

-Hoy en la noche entonces iremos al cumpleaños de Tay, me emociona, sus fiestas siempre son tan grandes- Gun en verdad hablaba mucho y Krist de alguna forma se había acostumbrado, también estaba emocionado, nunca había ido a una fiesta y esta vez sentía mucha emoción por conocer algo nuevo.

Las clases terminaron pronto, Krist y Singto no se vieron ese día pero en la noche se verían, Krist arreglo perfectamente su ropa y se miro al espejo repitiéndose mil veces que era muy guapo, pronto el timbre sonó y como si fuera flash corrió hacia la puerta para abrir esta y finalmente encontrarse con Singto quien venia por él, Krist estaba seguro que se veía muy guapo pero sintió una horrible timidez al ver a Singto pues cada prenda en su cuerpo le hacía ver como un ángel

- Debemos irnos, ya esperan por nosotros- Singto hablo al notar que Krist no reaccionaba claramente

-Ah?... Ah si- Krist estaba en una especie de trance pero pronto volvió a la realidad, Singto subio a la moto y ofreció el casco a Krist quien observo aquel transporte un poco emocionado

- Se que nunca has subido, conduciré despacio- Singto sonrió transmitiendo confianza en su amigo y este simplemente asintió subiendo atras del mayor y sosteniendo con vergüenza los lados de la camisa del mayor pero entonces Singto tomo las manos del menor e hizo que este le abrazara para luego irse juntos, sin duda Krist estaba feliz, sentía el aire recorrer su cuerpo y la ciudad se veía hermosa, era una hermosa noche que Krist quería guardar en su corazón, en cuestión de minutos estuvieron frente a la gran casa llena de ruido, los dos nuevos invitados llegaron y se acercaron a la mesa donde estaban sus otros amigos, pronto la mesa estaba llena de ruido, alcohol y jugo natural para el menor enfermo del corazón, la noche estaba increíble, bailaron y se divirtieron como nunca

- Cuando piensas decirle a Krist de tus sentimientos?- Ahora en la mesa solo estaban tres personas, Off, Singto y Tay quien ya estaba mas su borracho y dormido sobre la mesa entonces Singto y Off podían hablar tranquilamente

- No sé si sea bueno decirle, es que piensa, se que le gusto por lo que dice Gun pero... Que pasa si enferma luego de que le diga, y si me vuelvo dependiente de él y luego lo pierdo? Que pasara si un día recibo una llamada en la que me digan que él se ha ido? Como puedo vivir con esto? Tengo miedo- Singto era un completo mar de dudas y confusiones pero para eso estaba su mas grande amigo, para apoyarle incondicionalmente

- Cuando conocí a Gun recuerdo que estaba en un rincón del instituto llorando abrazado a su cuerpo y dañado en mil pedazos, su cuerpo estaba lleno de golpes y temía que alguien le tocara, también tuve miedo, me cuestione si quería estar cerca de una persona llena de una vida triste y miserable pero... Al ver sus ojos, aquella mirada triste suplicando por un poco de amor yo... Simplemente caí ante él, siempre hay dudas Singto, siempre tendrás miedo pero... Que pasa si nunca lo intentas? Si un día él ya no esta y tu nunca tuviste el valor? Dime, en que momento crees que vas a sufrir mas?- Las palabras de Off eran tan honestas y sinceras que era casi imposible para Singto no pensar en ellas

-Papii llevemos a Tay a dormir, esta fatal...- Hablo Gun acercándose junto a Krist a la mesa donde estaban los tres mayores, Off asintió levemente ante las palabras de su novio y sin perder el tiempo ayudo a levantar a Tay para llevarlo hasta su habitación y dejando a Krist y Singto solos en aquella mesa

- Te diviertes?- Pregunto el mayor y Krist solo asintió con una gran sonrisa en su rostro, de pronto una canción suave sonó y Singto invito al mas joven a bailar, ellos solo se abrazaron y bailaron al ritmo de la música, poco a poco se apartaron de la multitud quedando en aquella zona oscura donde solo estaban los dos, Singto arrinconó s Krist entre la pared y su cuerpo, al parecer el efecto del alcohol estaba apareciendo aunque Singto sabia claramente lo que hacía, Krist por su parte sentía su rostro mas que rojo, observaba al mayor y sentía que su corazón empezaba a palpitar con fuerza

- No se que pasara después de esto, tengo tanto miedo pero Off tiene razón... No voy a perderte sin intentar luchar, yo... Te haré feliz, no soy la mejor persona de este mundo y posiblemente te haga daño en algún momento pero... Te amo Krist- Krist no termino de reaccionar a aquellas palabras cuando sintió que sus labios eran atacados por la persona frente a él, su corazón quería salir de su pecho, sus ojos se abrieron como platos y no pudo reaccionar por un momento pues sin duda estaba muy sorprendido por lo que estaba pasando, pronto su cuerpo dejo de estar tenso, sus ojos se cerraron y sus manos apretaron con fuerza la camisa del contrario para finalmente y de forma torpe corresponder a aquel beso que inició muy lento, solo roces de labios y que poco a poco subió de nivel, convirtiendo un suave beso en una guerra de lenguas por ver quien iba a dominar, finalmente cuando los dos estuvieron completamente llenos del otro se separaron y observaron sonriendo como dos pre adolescentes enamorados siendo esto solo el inicio del final, un final que se veía venir pero que no se esperaba terminara así...

CORAZÓN DE CRISTAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora