Tres meses pasaron desde que Krist y Singto habían iniciado su relación, las cosas eran casi perfectas y sin duda eran una pareja envidiada por muchos pues su amor era tan puro y limpio que no se había dañado ni un poco, no había mancha o dolor en aquella hermosa relación, todo parecía perfecto pero la perfección es algo que en este mundo no existe
-Si pudiera vivir muchos años desearía viajar por el mundo, tomar fotos y presumir que fui a muchos lugares, cuando me gradúe quiero ir a un templo budista y pedir por nosotros, quiero que estemos juntos mucho tiempo- Krist y Singto observaban las estrellas recostados en el césped del gran jardín en casa de Krist, era una noche hermosa y perfecta, demasiado perfecta para ser real
-Es tarde, ve a dormir, tu tía se puede molestar si se da cuenta que aun no has ido a dormir aparte tengo que volver a casa- Algo era claro en esa relación y era que Singto no era ni un poco romántico aun así sabia cuidar de Krist y de alguna forma era la razón por la que Krist no había renunciado a aquel amor; siguiendo las órdenes de su novio decidió entrar a la gran casa y siendo guiado por Singto llego hasta la habitación donde previamente entró a su cama siendo cubierto por el mayor dejando solo su cara al descubierto
-Te ves Lindo cuando estas así- Si, el señor Prachaya no era romántico pero solía decir cosas lindas sin darse cuenta lo que causaba que Krist sonriera como un niño chiquito
-Tienes un lindo rostro- reafirmo Singto mientras con sus pulgares recorría cada centímetro del dulce rostro sonrojado hasta llegar a aquellos labios rosados que le habían enamorado desde la primera vez que los beso, lentamente fue dejando caer su cuerpo sin ejercer presión hasta chocar sus labios con los del mas joven, poco a poco aquel beso que empezó solo como un roce de labios empezó a subir de nivel, Krist saco sus brazos para rodear el cuello del mayor y Singto recorría sobre las sabanas el cuerpo del mas joven, sus lenguas habían empezado una batalla por ver quien dominaba y el sonido de sus labios uniéndose pronto empezó a resonar en toda la habitación, el aire de repente empezó a faltar así que Singto abandono los labios ajenos para ir directo al cuello del menor, lamiendo y chupando este con fuerza dejando grandes marcas que claramente se iban a notar y causando que el mas joven gimiera lento por la sensación que empezaba a sentir pero entonces Singto solo se detuvo, recostó su cabeza en el pecho del menor por unos segundos y volvió a cubrir a Krist por completo
-Iré a casa ahora... Ya es tarde- Otra vez, una vez mas Singto solo se había detenido, no era la primera vez que llegaban a este nivel y no era la primera vez que el menor era dejado de aquella forma tan cruel y dolorosa
-P'Sing... Por favor... No te vayas...- la voz de Krist se quería quebrar y Singto lo sabia
-Nos vemos mañana- Sin decir mas Singto solo salio de aquella habitación dejando a un joven solitario que poco a poco soltaba sus lágrimas, Krist lo sabia, él sabia el porque Singto no haría nada con él, sabia que era por su enfermedad, sabia que Singto creía que si se esforzaba demasiado entonces podría terminar en el hospital y se sentía tan culpable de estar enfermo, sin darse cuenta estaba llorando solo en aquella habitación mientras maldecía su enfermedad, mientras rogaba por un milagro que le salvase la vida, mientras añoraba que su amado dejara de sentir miedo por amarle, se abrazo a su cuerpo y lloro como un niño chiquito hasta el amanecer y cuando por fin dejo de llorar se dio cuenta que la mañana había llegado y que en definitiva no descanso ni un poco, tomo un largo baño y con pocas ganas se fue a la universidad, su rostro parecía el de un alma en pena y Gun lo noto
-Krist... Que paso anoche? Estas pálido y tienes marcas en el cuello- Aquello ultimo lo dijo con un tono coqueto que Krist ignoro
-Nada... Al igual que siempre... No paso nada- Krist volvió su vista a su libro y Gun no dijo nada mas pues sabia claramente lo que pasaba y de alguna forma entendía las dos partes. Las clases pasaron extremadamente lento pero por fin la hora de comer había llegado así que sin perder tiempo los dos amigos llegaron a la cafetería, Gun pidió por él y por Krist quien parecía tener poco apetito, pronto Singto, Tay y Off se unieron a ellos pero claramente los tres mayores notaron lo débil que Krist lucia
-Tomaste el desayuno?- Preguntó Singto preocupado por el rostro pálido de su novio y este solo asintió mientras jugaba con su comida
-En verdad lo hiciste? Estas pálido, quieres ir al medico?- Singto lucia preocupado y era entendible para muchas personas menos para Krist en ese momento quien con fuerza golpeo la mesa atrayendo la vista de otras personas en el lugar
-Estoy bien si? Al menos por hoy no me voy a morir...- Aquellas palabras salieron llenas de rabia y de dolor causando que las personas alrededor miraran con asombro al chico silencioso
-Sabes... Que sentido tiene esto? Si tenías tanto miedo de amarme porque me pediste que fuera tu novio? Quiero vivir cada maldito día de mi vida como si fuera el ultimo y disfrutar de la vida, del sexo, del amor pero tu me quitas eso, quiero no desayunar por un día, quiero ir a acampar, quiero ver las estrellas hasta tarde, quiero que mi novio me mire sin miedo, quiero que me toque sin miedo a lastimarme, solo... Quiero ser normal, al menos ante tus ojos quiero ser normal...- las lágrimas de Krist habían empezado a rodar y antes de hacer un escándalo mayor, tomo sus cosas y se fue dejando a todos estupefactos por aquellas palabras, Singto por su parte bajo la mirada tratando de no salir corriendo tras su novio y es que la verdad Singto nunca había amado a nadie y amar a Krist se había vuelvo su bendición y también su maldición, ese día no se vio mas con su novio y en la noche luego del trabajo decidió ir a buscarle encontrado una escena que le rompió el corazón
Krist ese día prefirió volver a casa, se encerró en su habitación y lloro hasta que sintió que su cuerpo empezaba a sentirse débil, de repente su pecho empezó a doler, cada vez con mas fuerza, tomo su teléfono pero no logró llamar, estaba totalmente solo, su tía llevaba tres días de viaje y la enfermera no había llegado, el dolor empezó a ser cada vez mas fuerte y su corazón se detuvo por un segundo para luego empezar a palpitar con mucha fuerza, los latidos eran cada vez mas rápidos y el dolor era insoportable entonces empezó a perder la conciencia y sintió que era su fin hasta que a lo lejos logro escuchar la voz de Singto pero en ese momento no sabia que era real y que era falso
Hola chicos ^^ primero que nada quiero agradecer a las personas que se toman la molestia de leer este fanfic , la verdad me hace muy feliz ver que a otras personas les gusta lo que publico, les informo que solo quedan dos capítulos de este fanfic así que esperen con ansias el final, quiero darles un buen final así que tal vez me tarde un poquito en subir el capítulo 8 pero el 7 lo estaré subiendo mañana o el Lunes, por otra parte espero hayan tenido un día muy feliz en éste san valentin independientemente de si fue con pareja o solitos, los quiero mucho y nos leemos después 😘😘😘😘 💕💕
ESTÁS LEYENDO
CORAZÓN DE CRISTAL
Hayran KurguKrist Perawat nació con una enfermedad cardíaca que le ha impedido disfrutar tranquilamente de su vida, termino estudiando en su casa y no tuvo muchos amigos, a sus 19 años es un chico solitario y poco sociable, los médicos suelen recordarle que en...