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Singto llego a la gran casa y toco el timbre pero nadie abrió, por un momento pensó que no había nadie así que llamo a Krist pero este no contesto y era entendible, Krist estaba molesto, ya resignado decidió irse pero al girar se encontró con la enfermera de Krist quien iba llegando al lugar

- Oh, Singto, que haces aquí afuera?- la mayor hablo sorprendida pues era extraño que el novio de Krist estuviera parado bajo la luz de la luna sin ser acompañado por su novio

-Quería ver a Krist pero al parecer no hay nadie en casa...- Hablo el Joven decepcionado pero entonces la mayor le vio confundida

-Krist no ha salido de casa... Hable con él hace un rato y me dijo que no quería estar solo, que viniera a casa...- Entonces con aquellas simples palabras el miedo entre las dos personas fuera de la casa empezó a crecer, la enfermera tenia la ventaja de tener llaves de la gran mansión así que sin perder el tiempo abrió la puerta y Singto corrió directo a la habitación de su novio

-Krist...- Grito el nombre de su amado al verle tirado en el piso inconsciente

-Krist... Despierta...- El mas joven empezó a temer por su novio, pronto la ambulancia llegó y Krist fue trasladado al hospital, Singto espero paciente, hablo un poco con el médico y luego fue en busca de su amado quien ya se encontraba mejor, sostuvo la mano de su novio toda la noche y no se separo de él ni un segundo.

La mañana pronto se hizo presente y Krist al fin despertó encontrando a su novio dormido a su lado mientras sostenía su mano y entonces se sintió culpable, había discutido con él solo por su egoísmo y honestamente nunca había pensado en como se sentía Singto, en si él realmente estaría bien, dejo rodar sus lágrimas y con un leve movimiento logro causar que Singto despertara

-Que pasa? Te duele algo?- Singto observo a su novio preocupado al ver las lágrimas que rodaban por las mejillas del mas pequeño

-Yo... Lo siento, no quiero ser una carga para ti también...- Krist sentía que su vida era muy miserable y de cierta forma creía que hacia miserable la vida de quienes le querían y rodeaban

-No eres una carga, no eres una carga ni para mi ni para nadie, yo... Lo siento, he tenido tanto miedo de lastimarte que no me di cuenta que ya lo hacia sin siquiera querer, prometo que todo sera mejor, haré que tu vida sea realmente feliz, yo... Seré quien te haga sonreír aunque no prometo que seras 100% feliz...- Singto sostenía con fuerza la mano de su novio y ese día solo se quedaron juntos en silencio.

Los meses pasaron, Krist estaba mejor y la relación con Singto había mejorado de forma increíble, Singto ahora era mas tierno y al menos ahora no trataba a Krist como si fuera a morir

-Mañana iremos a un lugar hermoso, estaremos el fin de semana, vamos a celebrar nuestros 6 meses y tu cumpleaños por adelantado- Singto le hablaba a su novio y este sólo asentía feliz, pues nadie imaginaba lo que solo días después pasaría.

Ese día Singto recogió a Krist y se alejaron de la ciudad para encontrarse con una hermosa cabaña en medio de la naturaleza

-Es muy linda- Krist observaba aquel lugar y creía que sin duda era el paraíso

-Este lugar es de Off, sus padres se la dieron de cumpleaños, solíamos venir para vacaciones y le pedí que me la prestara hoy para estar solo los dos- Singto sonrió observando a su curioso novio que simplemente recorría el lugar como un niño chiquito, pronto decidieron comer algo y luego armaron las tiendas para poder acampar pues Singto quería hacer realidad todos los deseos de su novio

CORAZÓN DE CRISTAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora