Información Física/Mental
Nombre Real: Nicole Mars
Edad: 17 años
Cumpleaños: 31 de marzo
Apariencia: cabello pelirrojo y rizado, hasta la cintura. Ojos color ámbar. Suele llevar gafas de sol con forma redonda y un gorro de lana a rayas blancas y negras. Su atuendo consiste en una camiseta de tirantes blanca, mitones negros, shorts grises, deportivas "Nike" rojas y una sudadera roja atada a la cintura. Su piel es de un color crema tostado.
Personalidad: Nunca expresa sus sentimientos al 100 por 100. Padece insomnio. Utiliza su cuerpo como método para seducir a sus víctimas. Le gusta reírse, y es cabezota, pero muy leal.
Armas: Normalmente, utiliza dos puñales.
Modo de Asesinar: Agarra los puñales y traza una profunda ''X'' en el pecho, llegando a lus pulmones y perforándolos en el acto. También se acerca por detrás y degolla a su víctima.
Preferencias: Padres de familia, esposos infieles que caen en la infidelidad gracias al cuerpo que posee. Pedófilos, violadores.
Le gusta: el K-POP, música en general.
No le gusta: La gente infiel.Pedófilos.
Historia
Volvía del colegio. Eran finales de curso y estaba muy contenta, ya que tenía unas notas bastante buenas y amigos que me querían.
Pasé por un callejón para llegar hasta mi casa. Estaba algo oscuro, pero aquello no me preocupaba. Solía pasear por la calle hasta altas horas de la noche, debido a que tenía un hermano de 20 años y otra hermana de 15.
-Hola, pequeña- oí que me decía alguien.
Me di la vuelta y vi a un hombre alto, de aspecto putrefacto. Tenía las uñas negras, y varios dientes caídos.
Su cabello, grasiento, era de un color azabache y sus ojos, de un violeta lujurioso.
-¿Lo conozco, señor?- pregunté, ocultando el miedo.
-De vista sí, te llevo observando mucho tiempo, pequeña- el hombre se acercó a mí unos cuantos pasos.
Retrocedí, asustada.
-No me tengas miedo pequeña, lo vas a pasar muy bien- aquel hombre, en un movimiento rápido, me tomó de la mano y me empujó al suelo.
Comencé a gritar. Entonces, aquel hombre, me dio un golpe en la cabeza, dejándome inconsciente.
Desperté atada a una cama, completamente desnuda.
Grité.
-Nadie va a oírte, pequeña- el hombre se acercó a mí.
Entonces supe lo que iba a pasar.
El hombre estaba desnudo, al igual que yo.
Colocó su miembro en mi boca, y agarró mi pelo, haciendo que mi cabeza se moviera arriba y abajo.
-Ah... Lo haces bien, pequeña. Sigue así- el hombre comenzó a hacer el movimiento más rápido.
Noté la punta de su miembro llegar al fondo de mi boca. Empecé a llorar. El hombre, pocos instantes después, se vino en mi boca.
Saco su miembro de mi cavidad bucal, tiró de mi pelo haciendo que mirara esos ojos violetas que nunca olvidaré.
-Trágalo, o te haré repetir esto de nuevo- dijo, con una sonrisa cínica.
