Capítulo VII: ¿Mate?

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Isabella

Al estar Ares fuera de la mansión me quedé recorriendo la mencionada. Desde que había llegado simplemente conocí la habitación, la cocina, sala y recibidor. El aspecto de la casa era notoriamente grande y muy lujoso, conocí nuevas estancias como la biblioteca, un cuarto con lienzos muy lindos sin terminar, un cuarto lleno de rosas y flores extraordinariamente bellas.

Cada cosa que conocía, me encantaba mucho más que las anteriores.

Terminé entrando al despacho que supuse era de Ares, por su fuerte olor a testosterona en él. Me senté en el gran sillón frente a la ventana, suspirando rodeada del rico olor a hogar.

Mientras más días pasaban... Más enamorada resultaba de mi Alpha. Fue inevitable, y sinceramente, no quisiera a otra persona a mi lado. Aunque mi loba se sentía incompleta, como si faltase algo junto a mí, o más que todo alguien...

Intuí que es por la esperanzadora noticia de poder estar embarazada después de pasar el celo con Ares. Quería tener cachorros con él, sí. Seguro el sentimiento de inconformidad es por ello.

Terminé aceptando que así era.

(...)

Ha pasado una semana desde que ese extraño sentimiento se instaló en mi pecho, cada día crece un poco más.

El desespero de no saber que era aquello, agregando también lo mal que me he sentido los últimos días, me hizo salir huyendo de todo.

Estaba en el bosque, rodeada de la hermosa flora, agitada después del tremendo maratón que me di, de la mansión hasta acá.

Un pequeño ruido de entre los arbustos hizo que mi atención se dirigiera allí, saltando, un pequeño pero gordo conejito salió, corrió hasta mis piernas y se detuvo ahí, buscando un refugio entre mis brazos.

Al ser amante de los animales como él lo retuve en mis brazos protegiéndolo de lo que lo asustaba. El pobre temblaba, yo sin más remedio lo acune y acaricie hasta que estuvo tranquilo.

Suspiré, un llamativo aroma se fugó a mi nariz. Haciéndome derretir, olía a hogar.

Mate.

Me confundí, Ares está en la casa... No podía ser el.

Entonces...

No, no podía ser.

Tenía dos mates...









No lloren, y sí, a Isabella se le viene fuerte la cosa.

Corto pero no hay de otra, perdón el retraso, no tenía ni ánimos ni mucho menos inspiración para seguir.

Estaré actualizando cada que pueda y tenga tiempo, no se olviden de votar y comentar que opinan, también me pueden dar ideas, y nombres porque habrá nuevos personajes.

Sáb., 29 ago. 2020

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